Reseña a Madworld, el sangriento clásico de culto para Wii

Tras el lanzamiento de God Hand, desarrollado por Studio Clover, un equipo interno de Capcom que buscaba crear ideas más innovadoras. Capcom decidió cerrar el estudio debido a que tanto este God Hand como su otra producción, Okami, fueron un fracaso en ventas.

Este cierre llevo a la salida de diversas figuras ilustres de Capcom, como Hideki Kamiya (creador de Devil May Cry y Viewful Joe) y Shinji Mikami (autor de Resident Evil, Dino Crisis, y el citado God Hand), así como diversas piezas claves de la galardonada compañía japonesa.

Estos creativos querían más libertad y evolucionar lo que estaban haciendo con Studio Clover, por lo cual fundarían Platinum Games. Tras un acuerdo con SEGA, recibirían la financiación para sus primeros proyectos: Bayonetta, Vanquish, y el juego que es su verdadera ópera prima como independientes, MadWorld.

En ese entonces, SEGA estaba apostando fuerte por juegos de corte maduro para Wii, en una consola que en el inicio de su ciclo de vida, fue acusada de solo tener programas de corte casual e «infantiles». Tener un juego de estas características, y más encima contando con gente que había trabajado en Capcom antes, era algo que SEGA no podía dejar pasar.

La premisa del juego va que un día, la urbe ficticia de Varrigan City, queda completamente aislada del resto del mundo. Todos los accesos y las comunicaciones de la ciudad quedan bloqueadas, y para más remate, un virus azota sus calles.

Luego vemos que esto es solo una tapadera para un violento concurso televisado llamado Death Watch, un programa en cual sus participantes deben matarse entre ellos, y aquél que quede en pie, podrá hacerse con la suma de 100.000.000 dólares.

En medio de este caos Jack Cayman, un ex-marine que trabaja para una agencia secreta, se infiltra en este sangriento concurso para darle un fin desde adentro, aunque el tiene otros motivos para esta carnicería.

La historia de este juego recordará algo como a los filmes de John Carpenter, y concretamente a la novela que Stephen King escribió bajo el seudónimo de Richard Bachman, The Running Man. Un libro que también habla sobre un concurso de TV con muertes de verdad.

A nivel de historia, el juego usa cinemáticas para relatar momentos concretos de su trama, pero también usa la jugabilidad para reflejar el concepto de mundo loco, que MadWorld busca trasmitir. La historia funciona bastante bien, pero hay detalles y subtramas que no logra cerrar del todo. Por ejemplo: el como el virus funciona y se contagia, quedando casi en segundo plano.

Jack Cayman como protagonista a veces se puede sentir plano, pero a lo largo de la historia se ve más profundidad en él. El juego es una crítica a sociedad del espectáculo, aunque en lo personal, lo veo como una exposición de como Jack trata de huir de la violencia, pero esta la ve como una parte esencial en su vida, abrazando también su psicopatía.

La jugabilidad de MadWorld se basa en ir en un distrito de la ciudad, en el cual podemos movernos abiertamente para ir matando a cada uno de los participantes de Death Watch. Si las muertes que cometemos son muy espectaculares, iremos ganando puntos que premien esa performance.

En cada nivel debemos acumular una cierta cantidad de puntos, para poder enfrentar al jefe del área y así seguir progresando.

Los jefes de MadWorld están muy llenos de personalidad y cada combate contra ellos nos dejan algo memorable.

Otro detalle especial en el desarrollo de las partidas, son los Bloodbath Challenge. Minijuegos disparatados en donde debemos matar enemigos con requisitos especiales, como tirar oponentes circulo de dardos, o jugar al golf con las cabezas de nuestras victimas.

Podemos usar muchos elementos del escenario para cometer ejecuciones muy fantasiosas. Como enterrar señaléticas a los enemigos, tirarlos al fuego, clavarlos en murallas con clavos, entre otros artilugios. Pero el eje central de MadWorld, es la motosierra que tiene Jack en su brazo, con el cual haremos muertes muy locas. Si, Jack se puede considerar el proto Denji de ChainsawMan.

El sistema de combate es algo inspirado en el de God Hand, aunque más sádico, lo cual se entiende, ya que parte del equipo que trabajo esa obra también esta metida acá.

Los controles del juego usan un correcto manejo de los sensores de movimiento del binomio Wiimote y Nunshock, destacando completamente en como los usamos para manipular la motocierra, y en los Quick Time Events, donde el uso de la fuerza que damos nuestros controles se traducen bien en la pantalla.

Sin embargo, un aspecto negativo de los controles esta en uso de la cámara, ya que esta no podemos rotarla, y deberemos usar un botón para centrar la cámara y fijar a los enemigos, como en un Zelda.

Pasando al aspecto visual, este es sin duda alguna la principal carta de presentación de la obra. MadWorld tiene un apartado artístico inspirado en Sin City de Frak Miller, con un blanco y negro muy notorio, en donde lo único que tiene color es la sangre y ciertos elementos claves del escenario, lo cual genera un contraste muy notorio en los ambientes.

MadWorld junto a obras como Comix Zone y XIII (El juego original, no la basura de remake que salió hace poco), son los que mejor trasladan el lenguaje visual del comic al videojuego, tanto a niveles estéticos y jugables.

La banda sonora se compone de temas que van desde el Rap, el Hardcore, y el Nu-Metal, dándole un aire urbano y violento a lo largo de la historia. La verdad es que es un trabajo músical muy logrado que quedará grabado en nuestra mente.

Cabe aclarar que hay comentaristas que van dando sus impresiones, a nuestro que hacer en el juego. Contamos con comentaristas españoles que entregan diálogos graciosos, pero a veces hablan de forma muy repetitiva. Hubiera sido genial contar en este lado del mundo, a Hugo Savinovich y Carlos Cabrera para la narración.

Lamentablemente MadWorld le fue pésimo en ventas, y eso hizo que la obra no parará en otras plataformas, lo cual es muy triste, ya que la única forma de jugarlo hoy en día en la Wii, Wii U, o emularlo.

Eventualmente Platinum Games continúo la historia de Madworld en Anarchy Reigns, un juego cambiaba lo visto en el original, dejando de lado la estítica comic y apostando por un Hack n’ Slash multijugador que fue interesante, pero que SEGA no publicito bien, llevándolo a que sea otro fracaso.

A modo personal, MadWorld es el juego que más me impacto a nivel artístico en mi vida, y es uno que recuerdo con mucho carriño, aparte que también me motivo a aprender más sobre el concepto de la sociedad del espectáculo, y como la necesidad de nuevas experiencias de parte de gente que lo tiene todo, es capaz de ser la ruina para el resto.