En los últimos meses (que, admito, es desde que empecé a prestar atención), el grupo editorial Planeta, y específicamente su editorial Minotauro, me han sorprendido gratamente con sus publicaciones. He visto una abundancia de representación femenina, tanto de autoras clásicas como actuales. Y ese sigue siendo el caso con mi reseña de este mes: Laguna Negra, de la autora chilena Lucía Ramírez.
Esta obra es el debut literario de esta autora, lo que en verdad me sorprende un poco, porque el libro está muy bien escrito. Lo cual quizás se explique porque ya cuenta con otras historias publicadas en Wattpad. O que tiene años de experiencia escribiendo para una revista. O que en 2019 ganó un Fondo del Libro. En definitiva, aunque este es su primer libro publicado en físico, se siente mucho más trabajado y definido que muchas otras primeras obras que he tenido la oportunidad (y a veces infortunio) de reseñar.
Pero antes de adentrarme más en mis opiniones del libro, es momento de pasar a la sinopsis del mismo, para que todos estemos en la misma página.
Sinopsis
En Laguna Negra, al sur de Chile, existe una alianza tensa pero duradera entre dos diferentes tipos de magia. La familia de Consuelo, integrada por brujas practicantes de magia europea, migró hacia ahí hace ya muchos años, y son aceptadas, aunque con reluctancia, por las machis nativas. Aunque sus magias son diferentes, ambas se nutren de Gaia (la Gaya, como la llama Consuelo), o Ñuke Mapu, la naturaleza. Ambas requieren de un equilibrio entre lo que se recibe y lo que se da, y están vedadas a los hombres.
Este balance se rompe cuando se instala en Laguna Negra una nueva familia practicante de magia, específicamente vodoo. Tanto la familia de Consuelo como las machis ven con preocupación su llegada, ya que cuentan con hombres con magia, y para peor, utilizan como fuente de la misma los espíritus de los muertos.
Sin embargo, a Consuelo le importa poco este cambio en el status quo, a no ser que la ayude a molestar a su abuela y hermanas. Esto porque Consuelo es la oveja negra de su familia, ya que no es una bruja. A diferencia de las demás, no tiene un familiar (animal), y debido a eso no puede conectarse con Gaia ni usar magia.
Eso no le impide, sin embargo, fingir que la tiene, y obtener buenas ganancias de los turistas que compran sus servicios, siendo incluso más popular que sus hermanas, brujas verdaderas. Gracias a su dominio de las redes sociales, la puesta en escena y la naturaleza humana, sus clientes recurren a ella casi con religiosidad.
Pero todo cambia con la llegada de la nueva familia mágica a Laguna Negra, porque cuentan con algo que finalmente podría cambiar su vida. Una receta para obtener magia, que Consuelo intentará obtener y utilizar, sin importar las consecuencias.
Opinión personal
La sinopsis que acabo de redactar es una buena introducción a la trama, pero la verdad es que no la representa bien. No sólo porque no da una idea completa de todo lo que llega a pasar en el libro (tiene apenas 227 páginas, y con eso resumí 150 de ellas), sino porque no le hace justicia a su modo de contar la historia.
A lo largo del libro vemos todo desde la perspectiva de Consuelo, la cual es en su mayoría cómica y crítica de situaciones reales de estafadores «mágicos». Pero detrás de la comedia hay mucho más. Comentarios sobre dinámicas familiares y sociales. Un poco de romance. Varios giros oscuros. Y un final que, aunque no impredecible, me sorprendió bastante por lo serio de su tono.
Este es un libro con muchos elementos diferentes, pero que de alguna forma cuajan juntos de buena forma. Me dio mucho más de lo que pensé para su extensión, y los cambios de tono, aunque a veces bruscos, combinan bien. Me recuerda a Hechizo de Amor, la película con Sandra Bullock. Aunque es más que nada una película romántica, tiene sus momentos oscuros, pero logran funcionar juntos. Aquí es lo mismo, pero con comedia en vez de romance. Y los momentos oscuros son mucho más brutales.
Si tuviera que hacer una crítica, sería que me hubiera gustado ver más de las diferentes formas de magia que se mencionan, por ejemplo el vodoo o la magia de los pueblos originarios chilenos. El foco está casi enteramente en la familia de Consuelo y su magia europea. Pero en verdad (esto es, claro, mi interpretación) prefiero que la autora se enfocara en lo que sabe, en lugar de representar mal las tradiciones de otras culturas.
Honestamente, aunque hasta ahora no decido si el final, extrañamente empoderador y serio, es del todo de mi agrado, recomiendo mucho este libro. Es bastante corto, muy disfrutable, y puedo decir sin mentir que no sabía lo que iba a pasar en la siguiente página. Un libro que logra tener tanto en tan poca extensión siempre es una sorpresa agradable. Sin dudas seguiré las futuras publicaciones de Lucía Ramírez.