Desde su estreno en 2015, Dragon Ball Súper se ha dividido entre la crítica y los halagos, convirtiéndose en una sombra de lo que fue en su era si hablamos de las ventas del manga, a diferencia de su animación, y su merchandising, que sigue dando a Toei buenas cifras.
No quiero mentirles, amigos, Dragon Ball Súper no es una buena obra; ni siquiera se asoma a lo que fue Dragon Ball en su tiempo. Mas eso no quita que tenga sus méritos. Después de todo, su última película pareció ir con deseos que compensar sus errores.
En estas líneas quisiera retratar lo que, a mi criterio, son hechos de la misma que trataron de inclinar la balanza entre toda su cadena de fallos. Y claro, ¿qué mejor forma de empezar con esto, que señalando al gato en la habitación?
7. Bills, el Destructor
El consenso del Fandom es que dicho personaje no es más que una excusa para extender trama. Sin embargo, es apreciable la forma en que este fue introducido, demostrando ser más que el inicio de “Otra Pelea con Goku”, con cualidades en su personalidad con las que podemos empatizar.
A Bills, podemos verlo agobiado por las demandas de sus superiores, notamos que es un tremendo holgazán, y que es un amante de la buena mesa (como muchos, debo decir), al mismo tiempo que comparte con los Guerreros Z y disfruta con ellos sus pequeños momentos. Momentos en que, básicamente, se deja querer por los espectadores.
6. El Dios Súper Saiyajin
Estoy claro que es otro Power Up, y que a nivel estético no es la gran cosa. Pero se debe reconocer que funciona. Dicha transformación, cumple su papel como un ascenso a nivel fuerza, y no requiere de un cambio tan marcado para demostrar su objetivo. Al mismo tiempo, pone a Goku a cuestionarse si su crecimiento es por mérito propio, o por dependencia de los demás, explorándolo como personaje.
Además, no nos engañemos. Los que critican el aspecto de la Fase Dios son los mismos que pedían el diseño del SS4, pero en dorado; cuando son, en esencia, la misma vaina. Esto mismo corre por el Súper Saiyajin Blue, y el tan polémico Kaio Ken SSJ Blue, que por mucho que digan que fue solo fanservice, lo cierto es que traer este último de vuelta se apega bastante bien a las nuevas mecánicas de dicha transformación.
Esto se debe a que el Ki de los dioses, a diferencia de antes, compacta la energía en lugar de solo dispersarla, liberándola gradualmente, volviendo más contundentes los ataques; de modo que con el Kaio Ken solo tienen que ser compactado, igual que en un tanque de alta presión.
5. Wiss
Nadie objeta el “Deus Ex Machina” que este ángel representa, pero lo que más se aprecia de él es su habilidad y expresión como tutor, siendo no solo la guía de nuestros héroes, sino quien, después de años, se tomó la molestia de señalar sus fallos personales, incitándolos a madurar y a indagar más allá de lo físico.
Por otro lado, hay que reconocer que es un personaje carismático, de finos modales y marcando con firmeza los momentos en que tiene que ser serio, en especial cuando conduce a los héroes por el mundo de los dioses.
4. El crecimiento de Goku
Un momento que no me canso de ver en Súper, es el episodio 43, donde nuestro héroe pasa una tarde con su nieta. No solo porque verlos interactuar es un cuadro conmovedor, sino porque vemos a Goku en esa otra faceta, esa que le faltó cuando Gohan era niño.
Cabe destacar, que verlo aceptar de forma tan positiva que se hace mayor, demuestra que nuestro héroe poco a poco madura.
A esto, se suma lo ingenioso que se demostró durante el Torneo de Fuerza, engañando a Bills, sabiendo tentar a sus compañeros, y sobretodo, dejando su obsesión por pelear con alguien más fuerte y dándolo todo por proteger a los suyos. Así como siempre debió ser.
3. El crecimiento de Vegeta
Desde el inicio, se destaca que Vegeta pase tiempo con su familia, poniendo en pausa su entrenamiento. Esto sumado a que abandonara su orgullo por proteger a los suyos, y que enfrentara a Bills por agredir a su mujer. Así como también, el que se haya quedado a ver el nacimiento de su segunda hija, pausando nuevamente sus prácticas.
Sobre sus peleas, es elogiable que superar a Goku ya no le sea tan relevante, dándole espacio a explorar otras aptitudes, entre las que están, el educar a ese muchacho del Sexto Universo, ayudándolo a crecer, a fortalecerse, sacando así lo mejor de este.
2. Un crecimiento en los Secundarios
Por supuesto, Goku y Vegeta no son los únicos que han crecido, ya que, sobre todo en el Torneo de la Fuerza, fue donde más vimos a los Guerreros Z crecer como personajes.
Krilin, por ejemplo, cerró su arco de dudas y recuperó su confianza, demostrando a la vez que sus habilidades van más allá de lo físico, destacando su fuerte trabajo colaborativo, sobre todo con Nº18. Y así como él, el Maestro Roshi se puso en marcha, demostrando que la experiencia y la voluntad de seguir son capaces de derrumbar las barreras, aún si la edad no nos acompaña.
Y por supuesto, además de que Gohan hallara una causa para pelear, Frezer volvió a ser el sádico de siempre, sembrando el caos en la arena y expresando su malicia con toda su elegancia, justificando, retroactivamente, ese filme de pacotilla.
¡Oh! y hablando del Torneo…
1. El Ultra Instinto
Señores, esta idea es sencillamente brillante. Rompe completamente con los cánones de la franquicia, que solo daba énfasis en crecer a nivel fuerza.
Dicho estado, se caracteriza por agudizar los reflejos del usuario, aumentando la velocidad, la agilidad y la reacción de este a grados ridículos. Expandiendo así, como se dijo, las mecánicas de las habilidades en este universo. A la vez que retoma viejos conceptos de las primeras historias de Dragon Ball, dándole cierto grado de síntesis, luego de tantos años de trayectoria.
Desafortunadamente, este concepto se prestó demasiado para sus guionazos. Sin embargo, es reconocible que aún no haya un total dominio del mismo, volviéndolo un poco más convincente.
Por supuesto, estos no son los únicos méritos de esta obra, pues como se dijo al inicio, tenemos el arco de Nº17, la película de Broly, la aparición de Gogeta, todos los cortes de Bills, Champa, Vados y Wiss, y actualmente, Moro, que de cierta forma lograron hacer que todo esto valiera la pena.
Reitero, tuvo fallas. Y fallas groseras (ya hablaré de eso en un próximo escrito). Pero al menos no puede decirse que es totalmente una aberración, y que entre todo, tiene ese “Algo” a destacar, y que hubo gente que apuntó a eso y no quedó en el comentario básico de: “¡DBS es basura y es puro Fanservice!” como tiraron y seguirán tirando.
Por otro lado, es un hecho que viene la nueva saga, y espero del alma que sigan trayendo buenos cortes a la mesa. Porque si pudieron jugar buenas fichas en su momento, es claro que pueden seguir así. Y mejorar.
Me atrevo a apostarlo. Hoy me siento con suerte.