Ninja Scroll: la cacería de los 8 demonios de Kimon

Si azarosamente se preguntara a un grupo de personas sobre las mejores películas de anime de los 90’s, probablemente Ninja Scroll se posicionaría dentro del top 3. Sin duda la cinta dirigida por Yoshiaki Kawajiri (mismo director de Vampire Hunter D Bloodlust) se ha convertido en un clásico indiscutible del séptimo arte.

Producida por el célebre estudio Madhouse (hogar de series como Trigun, Sakura Cardcaptor, Death Note, etc.), Ninja Scroll o conocida en Japón como Jubei el Ninja del Viento es una mezcla perfecta de acción, gore y romance. Todo ambientado en el periodo Edo de Japón (1603-1868).

Argumento

Jubei Kibagami es un ninja errante (una especia de ronin), experto en el uso de la katana. Por jugarretas del destino, Jubei se ve envuelto en una conspiración política para derrocar al shogun Ieyasu Tokugawa, quien gobernó Japón entre 1603 a 1616.

Sin poder escapar a estos eventos, Jubei tendrá que derrotar a los 8 demonios de Kimon, controlados por el shogun de las sombras (clan Toyotomi). Durante su viaje de cacería de estos 8 ninjas con habilidades sobre humanas, Kibagami recibirá la constante ayuda del monje Dakuan y la kunoichi (mujer ninja) Kagero.   

Opinión y análisis

Ninja Scroll es, sin duda, otro de los puntos altos dentro de la basta carrera del estudio Madhouse. La mezcla perfecta entre drama histórico y fantasía ambientada en el periodo feudal japonés, hacen de esta obra una experiencia riquísima tanto en lo visual como en lo argumental.

De las cosas más interesantes de Ninja Scroll, es cómo se combina la realidad con la ficción. A pesar de ser una obra evidentemente fantástica, está basada en un periodo totalmente real y exquisito a nivel histórico. Los japos siempre han sido muy elegantes a la hora de hacer esta amalgama. Ejemplos hay por montones: Rurouni Kenshin, Inuyasha, Kimetsu no Yaiba, etc.

Si bien en la película no se especifica, se puede deducir que esta toma lugar entre el año 1603 a 1616, periodo donde gobernó el primer shogun de la familia Tokugawa, Ieyasu Tokugawa. Y es que fue este último quien mandó a Dakuan para averiguar todo sobre el shogun de las sombras.

Este shogun de las sombras no es más que el último descendiente del clan Toyotomi, familia que existió en la realidad y buscó el ascenso, sin éxito, al poder del shogun. En todo este contexto es donde el errante Jubei queda inmerso, y es obligado por Dakuan a acabar con los 8 demonios.

Aquí entramos al siguiente punto alto de Ninja Scroll: los personajes. Cada uno de ellos –protagónicos o secundarios- están muy bien construidos. Partiendo por Jubei que a simple vista parece un caza recompensas cualquiera pero que, a lo largo de la cinta se va develando su pasado, hasta cada uno de los 8 demonios de Kimon.  

Los 8 demonios de Kimon son, a no dudar, los personajes más reconocibles de Ninja Scroll junto a Jubei. El diseño y dinámica que se da entre ellos es simplemente increíble. Tessai -el ninja que se convierte en piedra- y su escena en la cabaña junto a Kagero, o el desmembramiento de Hanza son parte del imaginario colectivo de todos los que vieron esta película allá por los 90’s.

Muy interesante también es el triángulo amoroso bisexual que se da entre 3 de los demonios de Kimon; Yurimaru (ninja que maneja cables de acero), Benisato (kunoichi domadora de serpientes) y Gemma (ninja líder de los 8 demonios). Recordemos que esta obra es de 1993, y la relación homoerótica entre Yurimaru y Gemma no es algo que se haya visto todos los días.

Si tuviera que buscar un punto bajo en la obra, y siendo extremadamente minucioso, tendría que decir que la música no es todo lo épica que se quisiera. Ojo, estamos hilando muy fino. No es que sea mala bajo ningún punto de vista, pero viendo la gran calidad de todos los puntos mencionados anteriormente, si podría haber sido más memorable.

Poco más se puede hablar de Ninja Scroll. Métase cuanto antes a Google y búsquela para ver online. Son 1 hora y 31 minutos de muy buen cine que no dejará indiferente a nadie.

Nos leemos luego.