¿Qué pasaría si Jonathan y Martha Kent no hubieran encontrado al bebé kriptoniano Kal-El? ¿Cómo sería el mundo sin el hombre de acero? La respuesta está en un pequeño clavo, que pinchó una rueda de la camioneta de los Kent, lo que evitó que estos lo criaran, privando al mundo de su más grande héroe, Superman.
Una premisa simple, pero muy bien explotada, tiene como resultado uno de los más destacables e interesantes Elseworlds de DC Comics.
El clavo que lo cambió todoLex Luthor ha sido reelecto alcalde de Metropolis, la ciudad es admirada mundialmente por su crecimiento económico y social, además de lograr erradicar la criminalidad en sus calles. Pero detrás de este éxito hay un debate que cada día toma más fuerza, la ilegalidad de los metahumanos.
La Liga de la Justicia ahora es liderada por Wonder Woman, pero no ha logrado que el grupo funcione como debería, ya que hay varias discusiones internas que podrían provocar un quiebre en cualquier momento. Esto se comienza a agravar, ya que una campaña propagandística en contra de los metahumanos (liderada por el alcalde Luthor) y sobre todo en contra de los alienígenas, va a causar cuestionamientos en varios miembros, que se sienten poco valorados o temidos.
Una pelea con varios frentes
La trama entrelaza intriga y peleas superheroicas, además de involucrar a una gran cantidad de héroes y villanos.
Por una parte, hay una conspiración en contra de alienígenas y metahumanos, en donde varios personajes deben investigar quien está detrás de estas maquinaciones, lo que costará varias vidas superheroicas.
Alguien busca que la opinión pública le quite su apoyo a los superhéroes, mostrándolos como amenazas, tocando temas como la discriminación y el miedo a lo diferente (en este punto hay muchas similitudes con los sufrimientos de los mutantes en X-Men), generando quiebres dentro de la Liga de la Justicia (el clásico divide y vencerás).
Héroes en crisisPor otra parte, hay abundantes amenazas que transcurren de manera paralela. Una revuelta en el Asilo Arkham con la mayoría de los villanos de Batman enfrentándose entre sí, un misterioso e impenetrable campo de fuerza que rodea la tierra, una guerra entre Apokolips y Nueva Génesis, la desaparición de miembros de los Outsiders, entre muchas otras.
Alan Davis en gran nivel
Alan Davis (Batman Año 2, 4 Fantásticos: El Fin), quien está a cargo de los guiones y el dibujo, creó una historia atrapante, que se libera de toda continuidad y mezcla de gran manera el homenaje, las referencias y las creaciones nuevas.
Davis tomó la arriesgada decisión de abrir muchos frentes, empleando para ello a una gran cantidad de personajes del universo de DC, pasando por los clásicos héroes y villanos de la Liga de la Justicia, hasta grupos como los Nuevos Dioses, el Green Lantern Corps, la Patrulla Condenada y los Outsiders. Afortunadamente logró que todos tuvieran su papel que jugar y cerró de buena manera sus historias (pese a que algunas fueran más anecdóticas que influyentes en la trama).
Además, aprovechó muy bien no tener las ataduras de la continuidad, por lo que hay personajes radicalmente distintos, otros que mueren, otros que toman decisiones impensadas, lo que hace que las sorpresas sean constantes.
En el apartado gráfico, Davis está espectacular, dando un verdadero espectáculo al dibujar a tantos personajes, además de mostrar varias escenas impactantes.
El legado de Superman
El lector siente la falta de Superman, y en la historia, los personajes, sin saberlo, también lo extrañan. En la Liga de la Justicia falta el líder que aporta la esperanza y unión al grupo. Los Kent no tuvieron el hijo que siempre quisieron. Nadie pudo hacer frente a Lex Luthor y ahora impone sus ideas en Metropolis. Ni siquiera los miembros del Daily Planet trabajan juntos.
Una JLA sin SupermanSuperman es un personaje inspirador y clave dentro del universo de DC Comics, por lo que cualquier universo sin él va a ser un lugar más oscuro.
Conclusión
JLA: El Clavo es uno de los mejores elseworlds de DC Comics. Una historia intrigante y divertida, que no tiene miedo de innovar y desatar un conflicto a gran escala. Todo un clásico de la Liga de la Justicia.