El libro Las infames (Editorial Planeta), la última novela de la penquista Patricia Cerda, entrecruza dos historias. En el pasado, siglo XVIII en el reino de Chile, conocemos a Mabel, una huérfana adoptada por una buena familia que cuenta su vida siendo de las castas, pero relacionándose con personas de apellidos grandilocuentes: Larraín, Errázuriz, Vicuña. En el presente tenemos a Serena, una novelista que viaja a Navarra en España, para descubrir más de las familias que viajaron a las indias en el 1700.
A través de estas dos líneas de tiempo, la autora nos deja conocer las décadas previas a la Independencia y cómo se fue gestando en los rebeldes la idea de separarse de la Corona (sin llegar a ese momento). Esa rebeldía pasa, en parte, por leer los libros prohibidos por la Inquisición. Es de conocimiento público que los hombres y mujeres más ilustrados hacían caso omiso a esa prohibición, acá se nos muestra a Mabel como una mujer rebelde e instruida.
«Dicen de mí las malas lenguas que soy una mujer infame, que tengo orígenes oscuros, que soy una zamba cualquiera, una condenada mestiza o una mulata que empolva su rostro para disimular su negrura».
Mabel, Las infames
En el presente, Serena va descubriendo que las mismas familias que poblaron originalmente Chile desde el exterior, siguen siendo apellidos conocidos y poderosos en la actualidad. Si bien muchísimas cosas han cambiado, hay algo que parece mantenerse constante.
La construcción de mujer en el libro Las infames
Las dos protagonistas del libro son mujeres fuertes y empoderadas. Mabel en el siglo XVIII no era mucho lo que podía hacer, sin embargo, se la muestra como una mujer que iba en contra de las reglas, al mismo tiempo que se mostraba muy respetuosa. Instruye a otras mujeres para que sepan leer y escribir. Se preocupa de tener su propia mente activa y al día de los pensamientos más revolucionarios.
La autora Patricia Cerda.Pero no es la única mujer de 1700 que se muestra así. Quienes la rodean también son mujeres que parecen no ser de su tiempo. Mujeres que no querían estar bajo el poder reinante. Se nota mucho esto en otro personaje que ocupa parte importante de la narración: Alaia. Una joven que escapa sola y con lo puesto desde España al reino de Chile, donde esperaba encontrar a un primo. Logra hacerse de una nueva vida ella sola en el nuevo mundo.
La historia de Serena resulta ser «la bitácora de una novela que Serena escribe sobre familias y linajes que marcaron nuestra cultura y que existen hasta hoy». Patricia Cerda, en entrevista con radio Duna, dijo que Serena sería «un otro yo». Parte de la historia de Serena es la historia de Patricia, eso sí, ficcionada. Acá vemos a una mujer interesada en las historias de Mabel, cuyas notas encontró en una tienda de antigüedades de barrio Italia.
Opinión de la lectura y el libro
Esta novela histórica es muy fácil de leer. Tiene muchísimos nombres de personas que vivieron en el siglo XVIII, pero es fácil seguir el ritmo. La base de esta novela es la historia, pero también combina la ficción, por supuesto. De todas maneras, es verosímil dentro del universo de la época a la que hace referencia. Sin saber historia, yo no podría decir qué es real y qué no lo es. Nada me pareció dudoso dentro de la lectura.
Luego de haberlo leído me sigo preguntando si será necesaria la inclusión de Serena y el presente. El argumento que justifica su existencia dentro de la novela, es que ella puede darnos datos precisos que Mabel no podía entregar en sus notas. Esa es la explicación y la justificación que le doy yo. A pesar de esto, creo que el libro hubiera funcionado bien solo con la parte de Mabel.
No es un libro con una gran trama, no tiene grandes giros dramáticos ni te mantiene enganchada. Pero este libro demuestra que, cuando están bien escritos, esos elementos no son necesarios. Las infames es un acercamiento a la cultura chilena, cómo se fue gestando y cómo, a pesar del paso de los siglos, hay cosas que están en la idiosincrasia de las que parece que no podemos escapar. En la entrevista con radio Duna Patricia hace referencia a la burbuja de los linajes. Apellidos que se van manteniendo unidos a través del matrimonio para no perder privilegios. ¿Les suena familiar? Aunque se ha ido reduciendo, eso pasa en nuestros días.
En resumen, es una lectura recomendada si te gusta la historia y si te interesa saber cómo fue vivir en el Santiago de 1700, con tanta prohibición que llegaba desde España (el Index, leyes absurdas desde la Corona, que las mujeres no pudieran estudiar y así suma y sigue). ¡A disfrutar de la lectura!