La Tercera Oreja: Del radioteatro al cómic, más allá del siniestro Dr. Mortis

La Tercera Oreja (1971) fue una radio revista chilena, nacida de un programa de suspenso homónimo transmitido por Radio Agricultura

Escrito por Nathy V. Contreras

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En Chile, durante los años 40 hasta mediados de los años 70. La radio se coronaba reina de la información y el entretenimiento. Encargada de traer dramas románticos como el programa del “Espejito”(confidencias de un espejo), comedia con La Desideria en Radiotanda y por supuesto, interminables escalofríos originados por emisiones como: La Tercera Oreja, Lo que cuenta el viento y La linterna roja. No conforme con ello, algunos sonidos de la radio chilena mutarían sin preverlo, al universo de la tinta.

Saludos al Doctor

Lo primero que aparece en la sombra de nuestra memoria, al mencionar el radioteatro y el cómic nacional es: El Siniestro Dr. Mortis (1940) creado por el legendario Juan Marino Cabello. El programa fue transmitido ininterrumpidamente durante casi 30 años. Sobreviviendo su legado hasta el día de hoy con reediciones e infinitos homenajes, los cuales podrán leer en el siguiente link

Si bien, Mortis es por derecho la pieza culmine de esta transformación de medios. Creemos sin duda, que el sumo sacerdote del mal, estaría de acuerdo con profanar la tumba de este olvidado proyecto con quien comparte origen, para traerlo de vuelta a ustedes desde el inframundo sonoro. Comencemos.

La Tercera Oreja 

La Tercera Oreja (1971) fue una radio revista chilena, nacida de un programa de suspenso homónimo transmitido por Radio Agricultura (emitida por la radio Voz del Sur en Punta Arenas). El programa era locutado por el experimentado Hugo de Arteagabeitia. Siendo dirigido y adaptado por Joaquín Amichatis. 

La emisión, bien recibida por el público, pronto comenzó el desarrollo de su propia revista dirigida por Francisco Alomar en conjunto a la redacción de Amichatis. Publicada en formato quincenal e impresa con entintados rojizos por Litografía Amenábar, el fascículo se componía de un total de 32 páginas. Y si bien, las ilustraciones no presentan firma, algunos trabajos se atribuyen a Roberto Tapia (Tom)

Pasando las páginas

Al ojear cualquiera de sus números, las primeras palabras siempre van dirigidas al amigo lector. Dando paso luego a la historia principal, anunciada a todo color en portada. La Tercera Oreja se compone de relatos autoconclusivos: desde un demente coleccionista de cabello humano, que aún conserva las cabezas de sus desdichados dueños. Un fantasma asesino que merodea un pueblo abandonado. Un autobús que lleva al otro mundo e incluso una historia de espionaje titulada El dragón de 4 cabezas.

En el centro del fascículo, dos macabras historias atraviesan la revista en compañía de tres a cinco viñetas. Incluyendo luego, una sección para aprender un poco con: Figuras de la Historia y Mini Ciencia.

Al final de las páginas, nos aguarda un enigma a resolver titulado: Sea Usted Detective (si no puede resolverlo, no se preocupe, la respuesta está de cabeza al lector al final de la página siguiente) Y una suerte de humor negro cómplice, nos saluda desde las seis ultimas viñetas al terminar la radio revista con: Humor Oreja

La Tercera Oreja, se auto publicita en portada como una: “Radiorevista de emoción y suspenso del programa más escuchado.” pero al contrario del éxito radial, solamente ocho fascículos alcanzaron a ver la luz. Por lo que encontrarlos hoy es tarea arqueológica. 

En Comiqueros, tenemos al menos el nombre de cinco de estos títulos para el recuerdo, enumerados por orden de salida: El laberinto, La calle que lleva al cielo, El fantasma arponero, El dragón de cuatro cabezas y El molino encantado.  

En la personal

La Tercera Oreja es una de esas reliquias familiares que pedí prestadas sin permiso y que aún conservo con amor. Releí: La calle que lleva al cielo, prácticamente cada verano. Aún sigue siendo mi favorita.

Si bien hoy puedo juzgar la revista objetivamente. Quizás como un proyecto que quiso abarcar demasiado y con algunos apurados entintados. Era ambición lo que había y ganas de hacer cosas interesantes entre el misterio y la ficción. (y que manera de amarlo) 

Hace preguntarse hasta dónde se podría haber llegado el día de hoy, si no se hubieran extinguido tantos buenos proyectos por falta de recursos o claro, tiránicos apagones culturales impuestos. 

Agradecimientos infinitos a @kiosko_anacronico por su maravillosa disposición a la hora de compartir información conmigo sobre este material esquivo. Que si no estuviera apoyado en el escritorio en este momento, pensaría que esas viñetas rojizas fueron simplemente algo que vi en un sueño afiebrado.