Tal como lo indica Francisca Solar en el prólogo del libro, Jesús no es un académico habitual. Antes que un estudioso del terror en la literatura, es un incondicional fanático de este tipo de ficciones tanto por escrito como en el cine, el manga y cualquier otro tipo de arte. En cada instancia que tiene, se toma la libertad de recomendar y promover este género que siempre se ha visto como algo marginal, relegado por la academia. Sin embargo, para él, lo es todo. Fiel prueba de ello, es este libro: Horrores, cuentos extraños y perturbadores.
Según las propias palabras de Jesús Diamantino, antes que escritor es lector, lo cual queda evidencia a lo largo de los siete cuentos que componen esta pequeña antología. Lejos de dar una cháchara académica sobre el género y sus grandes exponentes, Jesús plaga de referencias y emplea diversos libros para aportar más coherencias a sus relatos, al mismo tiempo que utiliza una gran variedad de narradores de distintas edades que cuentan las historias de manera sencilla, sin perder lo macabro, oscuro y explícito de cada una de ellas.
Al contrario, de esta forma, los elementos terroríficos cobran mucha más fuerza gracias al contraste con las atmosferas cotidianas.
Los cuentos
Rosalba: Dedicado a Patricia Esteban Erles (autora de Casa de muñecas y Ni aquí ni en ningún otro lugar), cuentan la historia de una macabra institutriz que dirige un hogar para niñas. Sin embargo, esta despiadada mujer se deleita torturando a sus residentes de las formas más atroces y brutales que se puedan imaginar. No obstante, nada es lo que parece…
El gran pastor de los gatos: Una niña relata los extraños comportamientos que su tía Jacinta comienza a tener después de que esta enviuda. Explica cómo su tía empieza a adentrarse en un extraño grupo «religioso» muy ligado a las creencias egipcias, al mismo tiempo que no paraba de para de hablar del Gran Pastor: «un gurú colmado de sabiduría». Sin embargo, la peor parte es cuando la adulta la intenta arrastrarla a ella.
Crepúsculo: Una adolescente obsesionada con la saga de Crepúsculo empieza a proyectar sus fantasías vampíricas en el chico que le gusta, hasta que las cosas se salen de control. Diamantino vuelve una de las sagas de vampiros más conocidas, en una excelente historia de terror llena de romance.
La casa de cabrero: Homenajeando al escritor David Roas (específicamente a La casa ciega), este cuento narra las aventuras de un grupo de niños que fantasea con averiguar los misterios que se ocultan dentro de la casa de la esquina cabrero.
H. P. Lovecraft
Patricia Esteban Erlés 
David Roas
La quimera: Un enigmática historia epistolar que narra el secuestro de un joven desde la perspectiva de propia víctima y la vida de su madre tras el accidente. Develando lentamente la historia de una pérdida, el fracaso de un matrimonio y la espeluznante obsesión de un científico, La Quimera tiene uno de los mejores finales del libro.
La cabeza de Chancho: Una joven pueblerina se muda del campo a Santiago Centro, pero lleva en su equipaje la historia del cabeza de chancho, una leyenda popular que la asechó durante toda su infancia. Aunque la protagonista piensa que solo es una historia del pasado, poco a poco se da cuenta que es mucho más que eso. A través de este relato, Jesús muestra el peso de los traumas y cómo las emociones nos persiguen aún cuando ya se creen temas superados.
Fantasy: Un no muy exitoso escritor de fantasía encuentra en la casa de su ex un manuscrito que terminará trastocándolo, llevando a confundir la realidad con la ficción.
Sobre el terror desplegado en Horrores
Cada uno de los cuentos llevan a la reflexión de que el verdadero horror, más que habitar en el exterior, vive dentro de cada persona, son sus propios miedos y emociones, recuerdos e impresiones. Ya sea a raíz de una obsesión, un trauma o solo una imaginación inquieta, hasta la más cotidiana acción puede resultar perturbadora. La tesis en la que se basa el reciente libro del destacado autor chileno es que el terror no necesita provenir desde sucesos fantásticos o hechos paranormales para lograr estremecernos, pues antes los ojos adecuados y con una que otra coincidencia macabra, cualquier situación se puede transformar en una pesadilla.
Horrores, cuentos extraños y perturbadores nos plantea la pregunta de cuál es la verdadera razón que tiene el ser humano para constantemente crear imaginarios peligrosos, que, la mayoría del tiempo, ni siquiera están ahí ¿Dónde nace la necesidad de imaginar monstruos? ¿Y por qué nos interesan tanto? ¿Desde dónde parte nuestra relación de amor/odio hacía el miedo, la sensación de pavor?