En esta nota analizaremos el viaje del héroe realizado por Goku, protagonista del popular animé Dragon Ball (de Akira Toriyama) para transformarse, de una manera simbólica, en su contraparte saiyajin llamada Kakaroto. Pero antes, es necesario entregar un poco de contexto sobre el tema y la perspectiva del siguiente análisis.
El «viaje del héroe» (o monomito) fue un concepto acuñado en 1949 por Joseph Campbell, mitólogo y antropólogo estadounidense. Joseph identificó un patrón recurrente en las estructuras narrativas de relatos mitológicos de todo el mundo y a lo largo de la historia.
En su libro El héroe de las mil caras definiría este término por medio de diecisiete etapas, para relacionar el viaje que realiza el héroe ante una llamada para penetrar en lo desconocido, contemplando todo tipo de sucesos extraños y enfrentando distintas pruebas y obstáculos.
Ya habiendo dicho eso, es necesario mencionar que el orden de las distintas pruebas del monomito que serán mencionadas en este viaje del héroe no necesariamente deben tener el orden exacto que describió Campbell, al igual que no necesariamente deben ser justamente diecisiete.
A partir de este punto, esta nota contendrá spoilers masivos de la historia de Dragon Ball Z.
Goku, un hombre tranquilo y de buen corazón, inicia su historia en Dragon Ball Z habiendo realizado hazañas en sus años anteriores, logrando una paz momentánea en la tierra, teniendo amigos, esposa y un hijo de cuatro años llamado Gohan.
En ese momento, dicha paz se rompe ya que Raditz, hermano mayor de Goku, ha llegado a la tierra a buscarlo. Goku se niega rotundamente a ir con su hermano, al igual que niega su verdadero nombre (“Kakaroto”) y ser un saiyajin.
A consecuencia de esto, Raditz secuestra a Gohan, y Goku no tiene más alternativa que aliarse con Piccolo, un viejo enemigo. Al luchar, los dos aliados temporales juntos no pueden enfrentar a la par a Raditz, por lo que Goku decide sacrificar su vida a cambio de la victoria.
A Goku se le menciona que habría un poderoso maestro en el Otro Mundo llamado Kaiosama, quien podría entrenarlo para cuando llegasen los dos saiyajin dentro de un año, pero que el camino sería duro y extenso.
Aquí nuestro protagonista recorre el Camino de la Serpiente por seis meses, además de encarar otros obstáculos, hasta que finalmente da con Kaiosama. Este le habla más acerca de los crueles y salvajes saiyajin, además de hacerlo más fuerte y hábil, al enseñarle el Kaioken y la Genkidama.
Ya cumpliéndose un año desde su muerte, Goku es revivido y llegaría a la tierra para enfrentarse a Nappa (quien es derrotado facilmente por el protagonista), para luego enfrentar en combate singular a Vegeta, el príncipe saiyajin.
Luego de una batalla que lleva a ambos a sus límites, Goku vence a Vegeta, quien intenta escapar. Pero cuando Krillin estuvo a punto de darle el golpe final a Vegeta, Goku le pidió a su mejor amigo que lo dejase ir, ya que quería derrotarlo con sus propias manos y de una forma más digna en un futuro.
Así, Goku empezaría a aceptar lentamente su naturaleza orgullosa y distintiva de su raza, comenzando su transformación en Kakaroto.
Goku partió a Namekusei unos meses después (ya que Krillin, Gohan y Bulma buscaban las esferas del dragón de dicho planeta), y al llegar se enfrentaría a las fuerzas de élite del malvado y sádico emperador Freezer. Nuestro héroe queda gravemente herido, por lo que debió estar en una cápsula de regeneración por un tiempo.
Luego de recuperarse, sentía un Ki inmenso, y se presentó en el campo de batalla solo para contemplar cómo Freezer torturaba cruelmente a Vegeta, quien no podía siquiera defenderse.
Nuestro héroe se dispondría a luchar, pero Vegeta, quien no podía moverse del suelo debido a sus heridas, decidió contarle la verdad a Goku sobre su planeta, la extinción de su raza y la muerte de sus padres. Con su último aliento, dejó de lado su orgullo y le suplicó que venciera a Freezer “con sus manos de saiyajin”.
En este momento, nuestro protagonista comenzaría a ser más Kakaroto que Goku.
Goku lucharía con todas sus fuerzas, pero la diferencia de poder con Freezer era abismal. Usando su ingenio, con técnicas arriesgadas como la Genkidama, lograría finalmente eliminar al emperador del mal (o al menos, eso creyeron).
Nuestro héroe celebraría esta victoria con su hijo y amigos, pero lo más terrible e impensado ocurrió. Freezer, aunque visiblemente herido por la Genkidama, seguía vivo, y dejó fuera de combate a Piccolo para luego asesinar sin piedad Krillin, pese a la súplica de Goku de no hacerlo.
Fue en ese momento en que Goku perdería la razón y se embriagaría de ira al contemplar tal acto de crueldad en contra de su mejor amigo. Al momento en que liberó esa ira con un ensordecedor grito, su energía y cabello se teñirían de un color dorado: el legendario Super Saiyajin, que aparecía una vez cada mil años, había despertado.
Ahora es Freezer quien tiene la desventaja, por lo que, en un acto de cobardía, decide dejar en jaque al planeta al comprometer su núcleo con un poderoso ataque, dejándole una existencia restante de solo 5 minutos. Kakaroto decidió quedarse y luchar contra Freezer, saboreando la lucha con sus propias manos, consciente de que podría costarle la vida.
El planeta comienza a desmoronarse a medida que la lucha llegaba a su clímax. Aunque pareciera que el héroe fue totalmente consumido por la ira y el orgullo de saiyajin, Goku mostró misericordia a Freezer, dejándolo vivir en el último momento.
Kakaroto se marcha dando por terminado su combate y alzándose victorioso, pero Freezer se niega a aceptar dicha derrota, atacándolo por la espalda, dejando a nuestro héroe sin mas alternativa que acabar con él.
La venganza de Kakaroto por los suyos había concluido de una vez por todas, pero a un alto costo. No logra escapar del planeta a tiempo, encontrando, aparentemente, la muerte.
Puede que la siguiente opinión no sea del agrado de todo los fans, y es que yo mismo me considero un gran fan de este animé desde que tengo memoria. Pero, sin desmerecer a la Saga de Cell ni la Saga de Majin Buu, Dragon Ball Z debió acabar en la Saga de Freezer.
Hubiera sido el final perfecto tanto para el animé, su protagonista y para la transformación legendaria del Super Saiyajin, ya que Goku aceptó su verdadera naturaleza violenta y orgullosa como Kakaroto, liberando un poder extraordinario, pero perdiendo la vida por ello, pagando de una forma simbólica los pecados de todos los saiyajin.
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