The One And Only Ivan: el camino hacia la libertad

La novela de Katherine Applegate inspira The One and Only Ivan, disponible en Disney+ y protagonizada por Bryan Cranston y Sam Rockwell.

Escrito por Zahorí Balmaceda

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Desde su lanzamiento, Disney+ se ha caracterizado por llevarle a los espectadores una larga lista de clásicos y series que han causado furor en su audiencia.

Curiosamente, las películas que han sido estrenadas en la plataforma no han tenido el mismo éxito avasallador que las producciones más largas o los mismos clásicos de una de las empresas fílmicas más poderosas del mundo.

The One And Only Ivan se encuentra entre estos estrenos y resulta ser una fuerte apuesta a la emocionalidad a través de uno de los temas más sensibles a los que actualmente se enfrenta la sociedad: el uso de animales para el disfrute del ser humano.

Póster oficial de «The One And Only Ivan».

Sinopsis

Ivan, un gorila que es la principal atracción de un circo ubicado en un centro comercial, vive en la cotidianeidad de los espectáculos en los que participa.

Cuando la vejez debilita a Stella, una imponente elefanta africana y una atracción secundaria del circo, un nuevo integrante es traído al espectáculo para ocupar su lugar: Ruby, una cría de elefante que deja su timidez de lado solo cuando debe hablar con Ivan y el resto de los miembros del show.

Ivan y sus compañeros intentan escapar del centro comercial.

Antes de partir, Stella hace jurar a Ivan que encontrará un buen hogar para Ruby, uno donde pueda ser libre, como siempre debió ser.

Guiado por los recuerdos de su pasado en la selva antes de su captura y la posibilidad de expresarse a través de la pintura, Ivan y sus compañeros comienzan a fraguar un plan para huir y así cumplir la última voluntad de su amiga… y la suya.

El dilema de los circos y los zoológicos

Hay diversas formas de maltrato animal. Tal vez la más cruel y menos penable sea el consumo de carne, pues es una necesidad que la dieta humana requiere. Pero, ¿qué hay de los circos y los zoológicos?

Poco a poco, los circos comienzan a dejar de utilizar animales como sus principales actos, en especial porque la sociedad exige un trato digno para ellos y, a menos que alcancen el nivel del Cirque Du Soleil —el cual no utiliza animales en sus espectáculos—, es un arte que decae con el avance de los años.

Stella y Ruby realizan su primer espectáculo juntas.

Desgraciadamente no es un sacrificio que los zoológicos puedan hacer. Si bien aquí los animales tienen un mejor trato, no deja de ser un lugar que lucra con la visita de personas y está comprobado que ciertas especies disfrutan de la privacidad que ningún zoológico puede otorgarles totalmente.

Por otra parte, ninguna de las instituciones mencionadas anteriormente puede compararse con las reservas naturales, las cuales brindan protección, un amplio espacio, carecen de límites descaradamente evidentes como lo son las jaulas y, ante todo, la intención de preservar la integridad de los animales se impone a cualquier forma de lucro.

Ivan y Ruby hablan sobre escapar.

El verdadero Ivan

Tal como relatan los últimos minutos de la cinta, la historia está basada en hechos reales, pero no todo es como lo relata la magia de Disney.

Durante los primeros años de su vida, luego de ser capturado en la selva africana, Ivan vivió con sus dueños en Estados Unidos, hasta que creció demasiado como para mantenerlo en una casa.

Los siguientes veintisiete años los pasó como atracción principal en un centro comercial donde, si bien no era maltratado físicamente, las consecuencias de su cautiverio lo seguirían durante mucho tiempo.

Las organizaciones que velaban por los derechos de los animales hicieron una fuerte campaña para su traslado y, finalmente lo lograron en 1987, haciendo que Ivan fuera trasladado al zoológico de Atlanta donde pasó el resto de sus días en mejores condiciones, aunque las secuelas de la estadía en el centro comercial eran evidentes: le costó adaptarse al lugar, convivir con otros gorilas e incluso apartarse de la compañía humana.

El verdadero Ivan.

Pese a que se pudieron hacer progresos en su rehabilitación, Ivan nunca tuvo descendencia ni logró adaptarse completamente. Murió a la edad de cincuenta años, sin sufrimiento. El suceso ocurrió mientras permanecía anestesiado para una revisión de rutina y posteriormente se descubrió que había un tumor en su pecho.

El zoológico alzó una estatua de bronce en su honor para despedir a uno de sus miembros más queridos.

The One And Only Ivan, la novela, fue escrita en 2012, año de la muerte de Ivan. La película del mismo nombre fue estrenada ocho años después, el 21 de agosto de 2020, fecha en que se cumplía un aniversario más desde la partida del verdadero Ivan.

Novela ilustrada de «The One And Only Ivan».

Una pequeña sorpresa

Si eres de la clase de personas que acostumbra abandonar las películas cuando comienzan a aparecer los créditos, tal vez quieras darle una oportunidad a The One And Only Ivan.

Los últimos segundos de la cinta, después de los créditos, no te harán ver la película de forma distinta, pero te dará el golpe de ternura que tal vez necesites después de cautivarte con esta historia.

Ivan realiza su primera pintura.

Un elenco especial

Los espectadores están acostumbrados a ver películas con varias estrellas presentes dentro de un mismo film.

A simple vista, The One And Only Ivan solo cuenta con el rostro de Bryan Cranston, interpretando al cuidador y entrenador de Ivan, pero los animales presentes en la cinta también ocultan celebridades.

Ivan es interpretado por Sam Rockwell —recordado recientemente por su participación secundaria (pero no menos especial) en Jojo Rabbit y Tres Anuncios Por Un Crimen—. Otras estrellas destacables son Angelina Jolie (“Stella”), Danny DeVito (“Bob”), Helen Mirren (“Snickers”) e Indira Varma como la doctora Maya Wilson.

Angelina Jolie y Brooklynn Prince (voz de Ruby) practican sus guiones con disfraces.

Apreciación personal

The One And Only Ivan no merecía nacer en plena pandemia. Es una de esas películas que, si bien no provocan demasiada expectativa, entregan más de lo que prometen y deben ser vistas en pantalla grande para recibir el cariño del público que esta clase de obras suele provocar.

Es una historia adorable, cautivadora y que toca una de las caras menos visibles del maltrato animal, aquella que se esconde detrás de la máscara del amor y la admiración hacia criaturas que no deberían tener más que la compañía de sus pares en su lugar de origen.

Estatua de Ivan.

Estar basada en un hecho real no es lo que le da fuerza a la historia, sino la intención con la que está hecha. Siendo dirigida a un público infantil, la historia de Ivan es suavizada para darle esperanza al mundo de que pronto podríamos ser libres de tener que ver animales enjaulados y torturados —sí, torturados— por mera diversión.

Tráiler de «The One And Only Ivan».

Pese a que adoro esta clase de historias, es intenso el deseo que tengo de ver cada vez menos casos que las inspiren.

Amarás esta película, pero una parte de ti deseará que nunca hubiera existido.