The Legend of Zelda: Breath of the Wild, épico y casi perfecto

Nintendo ha creado un juego que raya en la perfección. Breath of the Wild carga con una historia hermosamente escrita, llena de melancolía, amistad, amor y heroísmo. Esta entrega es capaz de llegar a corazón del más adusto jugador y sacar lágrimas al más insensible. Todo ello adornado con una banda sonora que crea la simbiosis perfecta para un juego que puede combatir la ansiedad y tu depresión. Luego de 4 años en el mercado, traemos y desgranamos el camino del héroe de Link.

Hyrule descansa en una falsa calma, esperando algún día volver a hacerle frente a el mal latente. Si bien la guerra ya no asola las praderas ni los pueblos, los hilianos intentan vivir en tierras que se vuelven cada vez más hostiles. Tiempo atrás, una feroz batalla se libró y eliminó a todos aquellos que osaron interponerse a Ganon; el Cataclismo. Link fue uno de los pocos que logró sobrevivir.

Vivo y salvaje

The Legend of Zelda: Breath of the Wild tiene comienzo 100 años después de estos sucesos, cuando nuestro héroe logra salir de su letargo. Ha perdido todos sus recuerdos y debe comenzar todo una vez más.

Como ya es sabido en la saga de The Legend of Zelda, tomamos el control de Link, quien tendrá que ir reuniendo fuerzas para poder enfrentar a Ganon y liberar a Hyrule de la oscuridad. Parece sencillo al escucharlo, pero el mundo que nos presenta Nintendo está muy lejos de ser sencillo.

El mundo de Hyrule es basto en todo sentido. El mapa es el más grande de la saga hasta la fecha, lleno de vida y de multitud de cosas por hacer; desde buscar insectos para una niña, hasta recolectar ingredientes para crear recetas perfectas que llenarán tu salud a tope. Puedes alcanzar montañas, ruinas, y santuarios después de mucho recorrido, no sin antes encontrar a ciervos, jabalíes y aves revoloteando en las praderas, insectos variados, hilianos de excursión entre una y otra aldea, además de vendedores ambulantes. También en el camino puedes encontrar grandes y carismáticos enemigos dispuestos a darte más de un dolor de cabeza, quienes te recompensarán con comida o armas si logras derrotarlos.

La Piedra Sheikah y el descubrimiento

El descubrimiento dentro del juego es muy variado. Ya desde el inicio del juego nos darán la Piedra Sheika, que será el dispositivo más importante de nuestra aventura, y que nos proveerá de un imán con el que levantar metales, un mecanismo de congelación para hacer cubos de hielo en cualquier superficie con agua, un modulo de tiempo con el que detener todo, bombas cuadras y esféricas y una cámara. Aunque pueden parecer muchas y hacernos creer que no son importantes, son parte esencial de las mecánicas del juego. ¡Si! ¡Link tiene Smartphone en Breath of the wild!

Estas herramientas tienen una versatilidad infinita y son el complemento perfecto para derrotar enemigos, encontrar tesoros, salir del agua sin ocupar resistencia, resolver puzzles en santuarios, fotografiar objetos y animales para misiones secundarias, o para completar la Biblioteca Hiliana (un compendio con toda la información de Hyrule). Pero no solo eso, también será nuestra guía en el mundo, mostrará nuestro mapa, nos permitirá marcar lugares de interés, etc.

Además de lo anteriormente mencionado, un personaje nos hará entrega de una “Paravela”, una especie de alas delta con la que planear o viajar a merced del viento y nuestra resistencia. Una inteligente solución de viaje para aquellos que no acostumbran a usar el viaje rápido y admirar cada detalle del paisaje.

Clima dinámico

El clima, así como el entorno, son bastante dinámicos. Atrás quedaron los días solo soleados o solo lluviosos de algunos juegos. Acá la formula climática está casi inspirada al 100% en The Witcher 3: Wild Hunt, pero la lleva un poco más allá, trascendiendo de lo netamente visual.

Si bien los días pueden ser soleados y agradables para el jugador, los momentos lluviosos tienen sus pro y sus contras. Podremos deslizarnos sobre nuestro escudo a suerte de skate por gran parte de los terrenos con hierba mojada; el viento nos hará planear mas rápido en nuestra paravela, y pueden aparecer objetos y enemigos solo disponibles bajo la lluvia.

Pero, para los fanáticos de los días lluviosos (y su, actualmente interesante, lucha sol vs. nubes) no todo es color de rosa. Las superficies a escalar serán más resbaladizas e imposibles de conquistar, no podremos hacer fuego al aire libre ni usar flechas de fuego o explosivas, y podemos fácilmente atraer rayos con nuestro equipo metálico si la lluvia pasa de llovizna a una «tormenta perfecta«

Así como el agua juega papel importante, también lo hace la temperatura. Podemos sufrir perdida de vida por altas temperaturas si estamos en el desierto o cerca de un volcán, o por congelación si estamos en la nieve sin equipo adecuado.

Combate y el progreso del héroe

Combatir, con todo lo que encuentras a tu paso no es esencial, pero eso no quiere decir que sea menos entretenido. Puedes disfrutar dispar flechas al enemigo mientras te ocultas, burlarte de ellos para que intenten buscarte, o sobrevolar un asentamiento de Bokoblins y lanzar bombas desde el aire cual bombardero ruso, siendo estas, algunas de las opciones que nos entrega el dinamismo del juego (YouTube esta lleno de gamers ingeniosos compartiendo las hazañas de Link en esta área).

Link progresará a medida que recorremos el mapa. Nos encontraremos con templos llenos de entretenidos y puzzles de diversas dificultades que tendremos que resolver con nuestras herramientas Sheikah e ingenio. Tras esto, seremos recompensados con puntos para canjear los míticos Corazones de vida, además de resistencia para realizar acciones.

El poder de Link solo lo determinará las armas que empuñemos y la destreza que tengamos con el joystick, o sea, nada más a empezar tenemos la opción de ir directo al jefe final y hacerle frente si somos lo suficientemente osados (¿y perderse horas de diversión?).

Detalles y más detalles.

Cada cosa que vemos en el juego podemos usarla a nuestro favor. Talar un manzano puede tener variadas consecuencias: hacerlo madera, prenderle fuego, asar las manzanas que cayeron y dormir hasta el otro día en la fogata. O podemos tumbarlo, congelarlo en el tiempo, subirnos a él y volar tal como lo hacía Tao Pai Pai en la saga Dragon Ball. Podemos levantar una piedra, encontrar un lagarto, cocinarlo con un trozo de monstruo y crear elixir para tener más velocidad, ataque, o resistencia.

Frutas, verduras, plantas, flores, la carne de animal que cacemos, los huevos en los arboles, las semillas, todo lo que podemos recoger puede usarse con un fin, o simplemente cocinarlo en platillos exóticos y comerlos para rellenar nuestros corazones o resistencia física. En Breath of the Wild estamos lejos de la basura que recogemos en grandes títulos y que sirven para poco o nada.

El equipo de Nintendo se ha empeñado en cada detalle y le ha puesto corazón, lagrimas, y mucho amor por la saga a esta entrega. Un sin fin de detalles que están al borde de lo maniaco. Si a eso le sumamos las increíbles mecánicas nuevas junto a las ya renovadas, la fórmula resulta adictiva e imposible de no disfrutar u olvidar.

¿Vale la pena?

Sin lugar dudas, The Legend of Zelda: Breath of the Wild se coloca hombro a hombro frente junto a títulos como The Witcher 3: Wild Hunt y Red Dead Redemption 2; no solo en la enormidad de su mapa y su dinámico y entretenido modo de juego, sino también como fuente de inspiración para otros juegos, creadores de contenido, y por supuesto, jugadores.

Todo lo anteriormente descrito son nada más que grandes rasgos de la genialidad del juego del gigante japonés. Podríamos escribir paginas y paginas con todo lo variado de su mapa y sus mecánicas, su historia y su universo, pero ¿Quién mejor para explorarlo que los mismos jugadores? Cualquier palabra escrita o hablada es poca en comparación a la experiencia que se puede tener recorriendo junto a Link el camino del héroe.

Disponible para Ninendo Switch y Nintendo WiiU.