Scenes from a Marriage – El amor llevado al límite

Con Jessica Chastain y Oscar Isaac como protagonistas, Scenes from a Marriage examina con una honestidad brutal la vida en pareja.

Escrito por J Martínez

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En la vida en pareja no todo es color de rosas. Hoy lo tenemos claro, pero quizás hace algunos años era algo que costaba admitir. ¿Cómo puedes admitir que tu relación no funciona? ¿Cuál es el punto de no retorno? Estas son algunas de las cosas que Scenes from a Marriage intenta mostrar.

Con una soberbia puesta en escena, actuaciones de primer nivel, además de un guion adaptado de una miniserie sueca del mismo nombre, estos 5 capítulos llegan para sacudirle los recuerdos a más de alguno. ¿De qué va la serie? ¿Logra su cometido?

Sobre lo técnico

Visualmente la serie es una maravilla, destacando por sobre todo el cómo utiliza los primeros planos. Evidentemente, para poder destacar en esto, se necesitan actores con grandes expresiones faciales, rol que tanto Jessica Chastain como Oscar Isaac cumplen a cabalidad.

Destaca de igual forma el uso que se le da al sonido. La serie está en silencio la mayor parte del tiempo, con la música entrando apenas al final para comenzar a mostrar los créditos, logrando, a pesar de esto, crear una tensión brutal, la cual se ve ayudada por un muy buen ritmo en cada uno de los capítulos.

Quizás el único «pero» a nivel técnico, es que en todos los capítulos hay escenas que muestran el set de grabación. No se entiende realmente qué es lo que querían lograr con estas escenas.

Escenas de un matrimonio

Mira y Jonathan son todo lo que se podría denominar un matrimonio exitoso. La misma serie (y la sociedad) parece catalogarlo así, pues en las primeras escenas vemos cómo la pareja es entrevistada por una estudiante que está haciendo una investigación acerca de matrimonios exitosos. Más de 10 años de relación, una hija, una linda casa, éxito laboral… ¿qué más se podría pedir?

En apenas esta primera escena ya se dejan ver las fisuras de esta relación. En la forma de comunicarse, en las miradas, en las palabras escogidas para responder a las preguntas. Los protagonistas se guardan mucho más de lo que expresan, y todo eso guardado va a explotar eventualmente.

Jonathan es retratado como un personaje casi perfecto. Alguien que no se equivoca, que siempre quiere conversar las cosas (incluso cuando no se debería). El padre perfecto, que además es un buen dueño de casa. Claro, no gana mucho, pues es académico, pero lo compensa con su parada de hombre perfecto.

Mira, por su parte, es mucho más enigmática que su esposo. Mucho más reservada con sus sentimientos (en un comienzo), y mucho menos presente en los quehaceres del hogar y la crianza de la pequeña Ava. Compensa todo en el que ella sea quien sostiene económicamente a la familia, en una especie de acuerdo tácito que se menciona en el primer capítulo.

Mucho análisis a sus personajes

Desde un comienzo que la serie da a entender que estamos frente a una obra densa. Al principio hace un amague a que va a tratar muchos temas. Algunos quizás un poco “progresistas” y que no se ven mucho en el día a día, como son las relaciones poliamorosas, el aborto o el mismo caso de ser una familia en que es la mujer quien pone la plata.

Aunque hubiese estado bastante bien seguir explorando estos temas (e incluso otros), la serie se termina concentrando en lo que se propone desde un comienzo: el matrimonio y la relación entre Mira y Jonathan, explorando su amor, su deseo, sus problemas.

Sin buscar revelar más de la cuenta, la relación es llevada al límite en más de una ocasión, haciendo incluso que este límite se vea sobrepasado. Intensas y largas peleas muy difíciles de ver, pero muy sinceras, que pueden hasta llevar al espectador a mirarse a sí mismo y verse reflejado en alguno de los personajes, en sus actitudes y formas de reaccionar y responder.

Porque no hablamos de escenas cortas que terminen en algún portazo para que después llegue la reconciliación. Hablamos de herir a quien más amas, de no saber si realmente eres feliz en una relación (incluso sabiendo que hay un hijo de por medio). Hablamos incluso de violencia, tanto psicológica como física.

Y aunque por momentos sí que existe esta reconciliación, la serie se encarga de recordar que todo lo que ha ocurrido termina por mermar ya no solo la relación, sino que también a uno mismo. Todas las peleas, todas las palabras dichas no solo rompen el amor, también rompen a las personas que amaron.

Conclusión

Scenes from a Marriage es una serie densa y muy dura de ver. No se la recomendaría, por ningún motivo, a alguien que esté saliendo de una relación. No es la típica serie en la que, al final, los personajes aprenden algo de la ruptura y terminan felices comiendo perdices.

La obra es mucho más real y acepta que, después de todo, podemos terminar igual que como empezamos. Acepta que hay traumas que, por más trabajo que haya, no se pueden superar del todo. Saca lo peor de los personajes, pero no porque quiera demostrar algo con ello, sino que lo hace porque acepta que esta parte existe y sale a flote en los momentos difíciles.

Una gran serie. Recomendada si quieres llorar, o si quieres sufrir. Igual creo que una puñalada duele menos, pero cada uno sabrá cómo le gusta hacerse daño.