Sangre de Trauco: lo perverso y lo sublime

El nombre Miguel Ferrada no es desconocido en el mundo editorial, especialmente en lo que a cómics se refiere. Después de todo, ha sido parte de proyectos tan importantes como la edición chilena de Locke & Key y el renacimiento del Doctor Mortis, ambos de la mano de la editorial Arcano IV.

Guionista consolidado que, no contento con eso, decidió explorar otro formato, esta vez en solitario. Después de muchos años de gestación, Miguel Ferrada por fin puso en manos de los lectores la versión en físico de su primera novela: Sangre de Trauco.

El libro, de poco más de 600 páginas, se enmarca dentro del género del thriller paranormal, en una historia que conjuga el presente y el pasado. Todo en torno a una sociedad de brujos que ahora engrosan el número de leyendas del sur de Chile, pero que en siglo XIX eran tan reales que incluso fueron llevados a juicio: la Recta Provincia.

¿Qué se esconde en el sur de este largo país y qué alberga entre sus páginas de Sangre de Trauco?

La historia en el presente

En una casa ubicada en Niebla, Valdivia, una mujer es asesinada. Su cuerpo muestra signos de una crueldad espeluznante e incluso se baraja la posibilidad de violencia sexual. El asesinato pone en marcha una investigación, pero la respuesta parece clara, tanto para el fiscal como para la opinión pública: el homicida no puede ser otro que su novio, Rodrigo Muñoz.

El único que no parece muy convencido con esa hipótesis es Julián Bau, un inspector de la PDI, que en un registro a la escena del crimen encuentra rastros de lo que parece un círculo ritual. Lo que vuelve aún más interesante ese hallazgo es que el trazado no es el usual pentagrama de corte satánico, sino una variante del meli witran mapu, una representación gráfica de la cosmovisión mapuche.

Lo que parecía en un principio un enigma de fácil aunque escabrosa respuesta, se va torciendo poco a poco. Sobre todo cuando en las cercanías a la vivienda de la víctima ocurren ataques y desapariciones de otras mujeres, una de las cuales dice haber sido sorprendida en el bosque por un trauco.

Mientras las pesquisas toman derroteros cada vez más oscuros en el sur, Petra parte desde su casa en Valparaíso hacia su pueblo natal, Hualme. Lo que la lleva a hacer ese viaje es el hecho de haber visto en las noticias que la primera víctima no es otra que Sofía Villegas, su mejor amiga de la infancia.

Nada más al llegar al sur, Petra se dará cuenta que detrás del asesinato de Sofía se mueven fuerzas oscuras y tan extrañas que parecen salidas de las historias que su abuelo le contaba cuando era niña. Historias sobre brujos en Chiloé, traucos e ynvunches.

La historia en el pasado

Corre la mitad del siglo XIX y mientras el proyecto de un Chile como país consolidado apenas está tomando fuerza, en la isla de Chiloé se yergue un poder inapelable. Quienes lo ostentan son, en su mayoría, hombres que se llaman a sí mismo Reyes sobre la Tierra. El resto de la gente les llama brujos, kalkus o pelapechos.

Con una jerarquía clara, presidida por la Mayoría y desplegada por el archipiélago de mano de esbirros que hacen justicia y toman tributos, la Recta Provincia no tiene más rival que ella misma. Dividida en dos grupos, la Mayoría de Queilen y la Mayoría de Quicaví, su estructura esconde una serie de rencillas, desconfianzas y traiciones.

Pronto, la guerra se desata, salpicando la historia del grupo hasta su aparente fin a manos del Estado de Chile que, cansado de ver su autoridad opacada por un grupo de brujos, llevó por fin a algunos de sus representantes a los tribunales de justicia.

Pero la Recta Provincia, cuando parece desaparecida, solo está dormida, oculta. Su poder es demasiado grande, sus tradiciones están demasiado arraigadas y sus secretos poco tienen que ver con los asuntos de los winkas.

Más temprano que tarde alguna de las facciones dará un nuevo paso en la guerra que se tienen jurada desde que el Rey Sobre la Tierra matara al Rey de los Payos. Y puede que esa nueva batalla se de en el presente, donde las historias de brujos parecen ser solo eso, historias.

Puede que el último capítulo de dicha guerra dependa de muertes y ritos, de traucos y sus descendientes, todo con el fin de despertar a la serpiente dormida, y traer sobre la tierra el fin del mundo tal como lo conocemos.

Dos serpientes

Uno de los mitos más importantes de la cultura mapuche es el de Trentren-Vilu y Caicai-Vilu (nombres que pueden verse escritos de diversas formas: Xenxén y Kaikai, por ejemplo), dos serpientes que en una batalla dieron forma a Chile. Ambas criaturas mitológicas representan fuerzas opuestas y a la vez complementarias: la tierra y el mar.

Por eso, aunque son enemigas, la iconografía siempre las representa juntas, a veces incluso entrelazadas, en una batalla eterna que genera destrucción y cambio.

En Sangre de Trauco su importancia no radica solo como objetivo de la búsqueda de algunos personajes, sino como símbolo de algo que atraviesa toda la novela: la polaridad. El norte y el sur, lo femenino y lo masculino, lo indígena y lo europeo, la luz y la oscuridad, lo tangible y lo sobrenatural… Tal como las serpientes enroscadas entre sí, a veces es difícil determinar dónde termina cada cosa y comienza la otra. O a veces, en medio de la confrontación, nace algo nuevo, un híbrido.

La Recta Provincia es el perfecto ejemplo de esto: fundada por un brujo europeo y una machi, representa el sincretismo de dos fuerzas en pugna que al chocar crean algo nuevo. A veces funciona como una, a veces está dividida en dos, a veces sus dos partes luchan entre sí. Sea como sea, en guerra consigo misma o con el gobierno chileno, se mueve siempre entre el mundo real, cotidiano, y el otro plano, el de wekufes y magia.

Porque, finalmente, y tal como lo muestra el meli witran mapu, todo está superpuesto. La tierra y el mar se tocan todo el tiempo y a veces, cuando un sismo asola Chile, parece que las dos serpientes están en lucha otra vez.

Thriller sobrenatural

Algo que conjuga muy bien Sangre de Trauco son sus dos géneros: lo policial y lo sobrenatural. Desde el principio queda muy claro que se trata de un thriller: el punto de partida, después de todo, es un asesinato. Crimen que, además, puede encontrar rápidamente ecos en casos reales.

Sin embargo, aquello que parece un caso más, pronto toma un cariz que a simple vista escapa por completo a lo cotidiano. Es a medida que se avanza en la lectura que es posible notar un nuevo mecanismo: lo que parece irreal no lo es, las historias que nos han contado desde el colegio son solo otra forma de relatar el mundo en el que vivimos.

Ya lo deja claro su autor en la nota al final del libro: todo esto surgió a partir de una conversación y una idea en torno a la figura del trauco que se quedó en su mente por muchos años. Tal como esta criatura, un duende que, según la tradición, violaba doncellas en los bosques del sur, fue un «subterfugio para esconder el abuso sexual», se le puede dar otra vuelta de tuerca para hacerlo real otra vez.

De esa manera, en Sangre de Trauco se funden las nociones de mito y realidad, de leyenda y verdad oculta. En ella Chile se transforma en un país mágico, lleno de secretos cubiertos de sangre, tierra y mar.

Lo perverso y lo sublime entrelazándose sin descanso en una franja de tierra con forma de serpiente.

Opinión personal

Hace mucho esperaba la versión en físico de este libro. Desde que escuché a Miguel Ferrada en un desaparecido podcast contar parte de su proceso de escritura que quise leerlo y me pone muy feliz que por fin haya visto la luz. Conjuga muy bien, a mi juicio, la historia y la ficción, dando como resultado una novela que nunca se hace pesada y que se lee con avidez a pesar de su extensión.

Pero no solo eso; también viene a recordar que en Chile yace una fuente inagotable de material para generar el tipo de historias que por mucho tiempo nos hicieron creer solo podíamos importar desde el exterior. Todos aquellos que hayan disfrutado de la Trilogía del Baztan de Rosa Montero, del tipo de ficciones creadas por Stephen King o de la premiada Nuestra parte de noche de Mariana Enríquez, sin duda podrá hallar algo digno de leer en Sangre de Trauco.