La poesía express de Raúl Hernández

Descubre más de la poesía breve y profunda de Raúl Hernández, un poeta de lo cotidiano que se hace extraordinario.

Escrito por Cuarto Literario

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En tiempos de la inmediatez todos los aspectos de nuestra vida parecieran que tienen que dirigirse a eso. En Twitter han proliferado los microrrelatos y verdaderos cuentos en hilo de la red social. La poesía también toma parte en este mundo de lo inmediato. ¿Qué es express? Lo que se hace con rapidez, lo inmediato, el internet, las redes sociales. Es el tiempo de lo efímero con las historias de Instagram. El tiempo del scroll: lo veo, lo recepciono y paso a lo siguiente. Es intensidad, rapidez y desechabilidad.

¿Existe una poesía express? Sí, pero no es un fenómeno nuevo. La poesía express es la que responde a la necesidad del momento, es poesía breve, cotidiana, que sale del día a día. No está plagada de figuras literarias ni tiene grandes pretensiones. Algunos exponentes de esta poesía son grandes nombres como William Carlos Williams, Idea Vilariño, Elvira Hernández, Raymond Carver, Mary Oliver, Fabián Casas, solo por dar algunos nombres.

William Carlos Williams, Idea Vilariño y Elvira Hernández.

Toda esta introducción es para saber de qué hablamos cuando hablamos de poesía express. Esto es lo que Raúl Hernández transmitió en un taller, también express, en febrero de 2021. Y él mismo es un buen exponente de esta poesía. Pero no es necesario quedarse en esta clasificación, la poesía es poesía y ya está.

¿Quién es Raúl Hernández?

Raúl es bibliotecario, editor y poeta. Trabaja en la Biblioteca de Santiago, una de las más importantes del país, prácticamente desde sus inicios. Como bibliotecario se ha encargado de mantener un equilibrio en el catálogo de la biblioteca, incorporando libros de editoriales independientes e incluso fanzines.

Tiene varias publicaciones a su haber entre las que destacan: Poemas cesantes (2005; 2016); Estética de la lluvia (2012; Guayaquil, 2013), La destrucción de los espacios (2020) y la plaquette Películas (2020).

La poesía de Raúl Hernández

Al enmarcar la poesía de Hernández dentro de lo que llamamos «poesía express», vemos en sus escritos que el hablante lírico es un observador. Se para frente a la cotidianidad, la observa y la registra. Suena sencillo, ¿no? Sin embargo, la creación de cada verso, la decisión del orden, saber qué vale la pena registrar o no, es un ejercicio que requiere de una sensibilidad que no todos saben cultivar.

Siguiendo esa línea, es destacable encontrar en los poemarios de Raúl escenas sencillísimas convertidas en obra literaria. Así vemos que la poesía está en todas partes, desde las cosas más sencillas hasta las más complejas. Así lo entendían los japoneses también con sus obras breves relativas a la naturaleza. Pero no por breve y cotidiano carece de profundidad.

En el paradero 12 de Santa Rosa
hay un perro muerto en la calle.

Sus ojos reflejan
el anuncio de Copec.

Poemas Cesantes (Pez Espiral), página 19.

La misma base se ve en otros poemarios, odas a lo cotidiano, pero incorporando figuras literarias. Es el caso de algunos poemas de Paraderos iniciales: “Un ave me dice a lo lejos que todo lo que hagas será en vano, tu futuro es totalmente incierto».

En la plaquette Películas, los poemas se extienden un poco más, sin perder la sensibilidad exquisita de lo cotidiano, de la rutina del día y de lo que se sale de esa rutina y se vuelve extraordinario en la pluma del escritor.

ADVERTENCIAS

Cuidado.
Excavación profunda.

Precaución.
Entrada y salida de vehículos.

Sr. Peatón
Transite por la vereda de enfrente.

Peligro de derrumbe.

La destrucción de los espacios (La Calabaza del Diablo), página 11.

Comentarios finales

Este tipo de poesía resulta una buena puerta de entrada para quienes no leen el género. No tiene rimbombancia, grandes pretensiones, ni figuras literarias que requieran demasiada energía interpretativa. Muchos de los poemas de Raúl Hernández salen de lugares y situaciones comunes con las que cualquier persona puede identificarse y eso le entrega riqueza.

El problema de la poesía express es que se lee en el mismo tiempo inmediato y los libros duran muy poco entre las manos. A pesar de esto, vale la pena volver a los escritos e ir encontrándole nuevos matices, nuevos lugares desde donde tomarlos y desde donde observarlos.

Sin duda también es una buena puerta de entrada para quienes quieren iniciarse en poesía, pero no se atreven. Estos poemarios muestran que desde las cosas simples puede surgir una profundidad y delicadeza impensadas. Solo hay que abrir bien los ojos y tener el oído atento, la poesía está ahí, levantándose de la cama.