Maestro Gato: el boom del manga chileno

Paulina Palacios es la creadora de Maestro Gato, un manga chileno editado por Visuales que arrasa con su popularidad

Escrito por Chile en viñetas

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Cuando a Javier Ferreras, mandamás de la editorial Visuales, le preguntan qué es lo que más vende en Chile, no duda: el humor. Si a eso se le agrega el interés cada vez más alto que está generando el manga, que por sí mismo sostiene a varias tiendas comiqueras, se tiene a la mano la receta del éxito. Una cocinera perfecta para preparar esa receta es Paulina Palacios (aka Paulinaapc), quien con su obra Maestro Gato es éxito de ventas, llegando a 270000 seguidores en Instagram y con un público dispuesto a seguir lo que sea que publique.

Con un estilo ameno, personajes entrañables y una combinación perfecta entre drama y humor, la obra de Palacios ha ido tomando un lugar importante en lo que a cómic chileno se refiere, con una popularidad que trasciende fronteras, llegando el interés incluso a España, país clave para cualquier autor hispano hablante.

El manga chileno

Existe una eterna discusión respecto a si podemos llamar manga a una historieta que no sea de origen japonés. Hay quienes defienden esta idea, mientras otros plantean que tiene que ver con un estilo, una forma de narrar y dibujar que permite identificar las influencias orientales y que podría bastar para llamar manga a un cómic occidental. Polémicas aparte, si asumimos que existe el manga fuera de Japón, Chile en el último tiempo ha dado un golpe sobre la mesa en lo que a este estilo se refiere.

Lo más impactante es el reciente galardón de Saikomic, quien concursó en el Premio Tezuka número 100 y resultó ganador, siendo publicado en la Shonen Jump. Pero esto es solo la punta del iceberg, ya que hay trabajos como los que ha realizado la editorial Wolu que han puesto en alto el manga nacional.

Pía Prado y Pablo Monreal, creadores y autores de Wolu, le han dado espacio a múltiples autores que se alejan del cómic europeo y norteamericano para darle una impronta japonesa. Con seguidores fieles, ha sido tal el éxito que han cosechado que incluso se está trabajando en animaciones de sus obras, con financiamiento conseguido de los propios lectores.

Si pensamos en quiénes más venden en lo que a cómic chileno se refiere, aparte de la mencionada Paulina Palacios no podemos dejar de mencionar a Daniela Thiers, quien con su saga de Alegría y Sofía ha cautivado a muchos y llegado a grandes editoriales, como lo es Planeta. Con un estilo similar a Palacios, combinando manga, humor y magia, se ha posicionado como una autora fuerte en lo que a esto respecta.

Como el mundo no nació en 2010, hay autores con una trayectoria mayor que también dieron muestras del manga chileno, como lo es el ya mítico Fyto Manga, quien ha hecho y sigue haciendo talleres para su creación y refleja sus obsesiones con algunos de los personajes más entrañables de las historietas japonesas. También se puede nombrar a Gaspar Ortega, quien con Melodía se pone a la altura de los mejores maestros del terror.

Si bien muchos quedan fuera de esta pequeña revisión, lo cierto es que autores y talento hay de sobra, tal y como se verá con Maestro Gato.

El argumento de Maestro Gato

La historia se basa en la vida del Maestro Gato, un profesor que le hace clases a jóvenes escolares. Se ve la vida de estos jóvenes y cómo se van relacionando entre sí, siempre con la intromisión del profesor de entre medio. Si bien comenzó con relatos muy breves, que juntos iban conformando una historia mayor, con el paso de los tomos se puede observar la complejización que ha ido teniendo, con segmentos más extensos y una unión final que hace necesario leerlos todos para poder relacionarlos bien.

Cada uno de los personajes tiene personalidades muy marcadas, lo que permite que cada lector se sienta identificado con cada uno de ellos. El humor es lo que trasciende la obra, pero esto no implica que no haya espacio para el romance y el misterio, logrando que uno quiera seguir leyendo y conociendo más y más de la historia.

Como ya se planteaba, el estilo es propio del manga, tanto en la construcción de personajes como en la forma de desarrollar los fondos. Si bien en lo que manga respecto hay múltiples estilos y no es posible determinar toda esa variedad simplemente con la palabra manga, esto se refiere a que, si no tuviera texto y solo uno observara las imágenes, podría creer que está leyendo una clásica historia japonesa que se desarrolla en un colegio, con los encuentros y desencuentros entre estudiantes que eso implica.

Conclusiones

El cómic chileno vive buenos tiempos, con una cantidad de lectores en aumento y la aparición de muchos autores. Enfocándose solo en el manga chileno, el panorama es aún mejor. Las principales ventas se las lleva este estilo, con una base lectora enfocada en adolescentes sin miedo a probar cosas nuevas. Si bien el público objetivo va entre los 10 y 16 años, son historias disfrutables para cualquiera.

Una pequeña ojeada al trabajo de Palacios será un amor a primera vista. Con una obra en expansión, como se ve en la historia paralela de Cyrilla y Abdel, se presenta un universo de maestro gato que a su vez enlaza con Mientras Yubooh duerme, lo que se transforma en una adicción. A la fecha hay cinco volúmenes publicados, aunque se sabe que serán varios más, para seguir llamando a los lectores.

Este cómic/manga lo edita Visuales, por lo que en sus redes pueden encontrar los puntos de venta. Igualmente se distribuye en grandes cadenas de librerías, tanto físicas como virtuales. Si quieren dar un primer vistazo a la obra, pueden entrar a Webtoon y sentirán la necesidad de tenerlo en sus manos.