Jason Brody y el peligroso gusto por la violencia

La violencia y la locura pueden cambiar a quien sea. Quizás simplemente harán que disfrutes, revelando quién eres en realidad.

Escrito por Chico Guitarra

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Far Cry 3 (2012) es para muchos la mejor entrega de la saga hasta la fecha. Si bien títulos posteriores a este como Far Cry 4 o Far Cry 5 son muy entretenidos y llenos de contenido, la tercera entrega destaca completamente por una cosa: el desarrollo de personaje de su protagonista.

Este videojuego transmite muy bien al jugador las ideas que quiere exponer al usar su jugabilidad como herramienta, cosa que se puede ver en las animaciones al matar, recolectar pieles, e incluso correr o escalar.

¿Cuál es la idea que quiere transmitir Far Cry 3? Pues cómo la ira y la violencia pueden cambiar a una persona, volviéndola alguien más peligrosa que los mismos villanos de turno, o quizá, simplemente liberando su verdadero ser.

La evolución de Jason Brody

Jason Brody es un joven californiano de 25 años, atlético y de una familia aparentemente acomodada. Su historia en Far Cry 3 inicia cuando él, sus hermanos y unos amigos se van de vacaciones a Asia, donde, después de que se lanzan en paracaídas en las Islas Rook, son capturados por Vaas y sus piratas.

Él logra escapar por poco de ese campamento, perdiendo a su hermano mayor en el proceso y siendo salvado de morir ahogado por Dennis, un miembro de la tribu Rakyat, quienes pelean contra Vaas por la posesión de las Islas Rook.

  • Pese a seguir con vida, su hermano menor y sus amigos siguen cautivos de Vaas y sus piratas, por lo que Jason no tiene más opción que ayudar a los Rakyat y luchar por sus amigos.
Jason Brody

Aquí es cuando comienza su transformación ya que, si bien en un inicio es reacio a pelear, con el paso del tiempo y al completar misiones, a él le empieza a agradar la violencia y la locura que conlleva el volverse más fuerte, siendo cada vez más hábil al matar enemigos y explorar la isla (gracias al árbol de habilidades).

La misión del lanzallamas

Esta misión, conocida y muy recordada por todos aquellos que jugaron Far Cry 3 en su momento, consiste en usar un lanzallamas para quemar los campos de marihuana de Vaas, cumpliendo el favor de un espía americano.

La misión es muy divertida, ya que apenas al llegar comienza a sonar Make It Burn Dem de Damian Marley y Skrillex, cosa que, sumado a la emoción de Jason al quemar los campos, hace que ignores completamente que estas quemando personas. Es más, lo disfrutas tanto como el mismo protagonista.

La representación de toda la locura condensada es la mejor manera de definir a esta misión. Enseña perfectamente la identidad del videojuego, el cómo podemos empatizar con el protagonista, la agudización de su locura y su gusto por la violencia.

Los enfrentamientos con Vaas

Vaas es un pilar fundamental dentro de la evolución de personaje de Jason, e incluso dentro del propio Far Cry 3 como tal. Es un personaje antagónico bestial, con múltiples conflictos internos que expresa en ataques de ira y locura.

Cada vez que Vaas captura o lucha con Jason, lo considera más y más como un igual. La razón de esto es que, de manera inconsciente, Jason intenta parecerse más a él para vencerlo. Vaas toma lo que desea, mata a quien le place y hace lo que le da la gana. Brody quiere lograr ser así sin siquiera saberlo.

Vaas Montenegro

Este conflicto acaba por resolverse cuando, en un ataque a la isla que habita Vaas, Jason asesina a todos y cada uno de los piratas, y derrota a este villano usando un cuchillo ancestral. Jason Brody, quien no tenía el valor de siquiera disparar un arma, acabó vengando al asesino de su hermano, pero a un muy alto costo: se volvió alguien más fuerte, violento, poderoso y peligroso que él.

Matar a Hoyt y rescatar a Riley

Es de las últimas misiones del juego. Hoyt, quien se considera como el “jefe final” de Far Cry 3, lucha contra Jason en un duelo a muerte con cuchillos. Jason Brody, quien ya es muchísimo más peligroso de lo que fue Vaas, parece ser incluso más fuerte que Hoyt, cosa que se confirma cuando nuestro protagonista lo masacra al final de su duelo.

Luego, debe emprender un viaje al aeropuerto para salvar a su hermano menor, quien esta a punto de ser vendido como esclavo. Es aquí donde, como jugador, podemos notar todas las mejoras que ha tenido Jason en su viaje por la isla, matando a un ejercito de mercenarios completo sin siquiera sudar.

Pese a esto, al momento de encontrar a Riley, Jason parece estar mas preocupado de matar a todos que de salvar a su propio hermano, cosa que se confirma cuando lo hace conducir un helicóptero (cosa que no sabe hacer) para poder matar a todo el ejercito de Hoyt, siendo que perfectamente pudieron irse sin más.

Conclusión

Cuando acabas el juego completando la última misión, se te da a elegir si salvas o sacrificas a tus amigos. En mi opinión, y aunque parezca extraño, el final “malo” (en donde sacrificas a tus amigos y te quedas con Citra) me parece el desenlace más coherente para el personaje. ¿Por qué? Porque cada parte de el videojuego y la historia conducen a ese final.

La locura, la violencia y el poder que Jason Brody desarrolla y acoge con los brazos abiertos durante su aventura en la isla, no pueden ni merecen tener un “buen final”. Inclusive, en el final “bueno”, Jason dice: “he matado a tantos que he perdido la cuenta. Ya no hay vuelta atrás, soy un monstruo, y puedo sentir la ira en mi interior.”

Jason Brody se volvió un completo asesino y guerrero, y jamás se resistió a ello. Disfrutó del poder de ser fuerte y tomar lo que quisiera, y merece pagar por ello con su vida.