Hellboy: El Circo de Medianoche

Una de las extravagantes aventuras del irónico demonio rojo (antes de serlo) es lo que nos cuenta Hellboy: El Circo de Medianoche.

Escrito por Nathy V. Contreras

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A casi cuatro años de haberlo encontrado en medio de un experimento nazi urdido para reclutar poderes superiores a las filas del Führer, el profesor Trevor Bruttenholm sigue defendiendo la idea de que Hellboy es tan solo un niño y no una amenaza para la humanidad. Mientras tanto, el escurridizo demonio rojo planea su escape de la A.I.D.P para probarse a sí mismo que ya puede ser parte del mundo de los adultos.

La Fuga

Con guion escrito por el legendario Mike Mignola, el misticismo en las ilustraciones de Duncan Fegredo y Dave Stewart a cargo del color, bajo la editorial Dark Horse, Hellboy: El Circo de Medianoche (Hellboy: The Midnight Circus en su idioma original) nos cuenta una de las extravagantes aventuras del imponente, irónico y aguerrido demonio rojo, antes de serlo. Se centra en cuando apenas era un chiquillo acogido por el profesor Bruttenholm, líder de la Agencia para la Investigación y Defensa Paranormal (A.I.D.P)

A hurtadillas en medio de la noche y sin mucha dificultad, Hellboy escapa a la vigilancia de la A.I.D.P. Es entonces que su hazaña se ve interrumpida por el sonido de un tamborileo lejano percutado por un payaso, quien a punta de clavadas en un viejo árbol anuncia que el recién llegado circo comenzará su función a medianoche.

Hellboy, sin pensarlo, sigue sus pasos hasta dar con el paradero de una carpa descomunal. Es ahí cuando el estilo del ilustrador Duncan Fegredo toma el liderazgo, (hasta las páginas posteriores), transformando el cómic en un mundo de ensueño previo a una pesadilla.

Bajo un ambiente rodeado de misterio, entre jaulas de animales de ojos refulgentes, cada página se transforma en un cuadro. Las fantasías que solo salen de noche son conformadas por acuarelas nebulosas. Acompañadas por un fragmento del poema dramático Manfred de Lord Byron, invocando con ello a las apariciones espectrales del circo, que ahora entra en función con un escenario a media luz.  

El arte del homenaje  

No es casual que Mignola mencione en las primeras páginas a Carlo Collodi, creador de Pinocho. La trama gira sobre el cuento original, que, por si caben dudas, dista bastante de la adaptación animada de Disney. Acá es utilizada como argumento y al mismo tiempo reconocida como un elemento real en el universo que Hellboy habita. La novela gráfica personifica variados y sombríos personajes del cuento.

Ray Bradbury también es mencionado y homenajeado por su libro: La feria de las tinieblas. Que influencia precisamente la aparición de un siniestro circo en medio de la ciudad, tal cual sucede en su novela de 1962. 

En Hellboy: El Circo de Medianoche, se puede observar claramente que Fegredo fue provisto de total libertad de acción para desplegar su arte. Muchas de esas páginas únicamente carecen de un marco para seguir siendo apreciadas por más tiempo. El estilo detallado recuerda algunas novelas gráficas europeas, que potencian sin duda la oscuridad de estos peligrosos personajes que rodean a nuestro, en ese entonces, pequeño protagonista.

Si bien es la misma mano, hay al menos cuatro estilos distintos que componen al Circo de Medianoche: El clásico de Mignola, el propio de Fegredo, el que se usa para contar la historia de Pinocho y el breve recuerdo de un agente. Todos enlazados de un cuadro a otro para orientarnos a través del espacio y el tiempo. Conectados incluso dentro de la misma viñeta, como suele ocurrir en el cruce de estilo entre Mignola y Fegredo para marcar la entrada o salida del circo.

En esta entrega (si bien fugaz, autoconclusiva y de tan solo 56 páginas) el estilo personal de Fegredo devora completamente al estilo prestado de Mignola en el mejor de los sentidos. Su forma de ambientar y prestar detalle a cada composición de la imagen, calza y potencia la necesidad de un escenario paranormal y personajes extraños.

Una contienda permanente

Cabe decir que en el desarrollo de la historia, damos un vistazo leve a las intenciones del infierno para con el destino de Hellboy, en donde el mismo verá reflejado un atisbo de su propio futuro. Nuestro protagonista se ve enfrentado desde el comienzo a batallar entre lo que quiere ser y lo que según el resto del mundo (profecías incluidas) debería ser. Afrenta que repetirá incesantemente durante su adultez. Un ejemplo de esto es: Hellboy: Semilla de Destrucción

Al mismo tiempo, abrazamos la parte más humana del mitad demonio, mediante la importante conexión paternal que existe entre él y el profesor Bruttenholm

Su faceta infantil siempre es refrescante de ver, ya que es bien sabido que el Hellboy adulto enfrenta constantemente enemigos de alto calibre y riesgo, pero nos tiene acostumbrados a salir del paso. Aunque sea a costa de ojos arrancados. Por su parte, el pequeño Hellboy todavía no adquiere las habilidades que conocemos, recordándonos de sopetón en El Circo de Medianoche que frente a estos nuevos seres amenazantes es vulnerable. 

Durante todo el cómic hacen eco en nuestra cabeza las palabras del profesor Brutenholm cuando declara en su defensa que la Mano Derecha de la Perdición es tan solo un niño pequeño. 

En la personal

Siempre será un agrado escribir sobre HellboyPersonalmente el mini Hellboy es de mis cosas favoritas cada vez que aparece. 

En El Circo de Medianoche, como mencioné anteriormente, Duncan Fegredo simplemente se luce y se come al estilo de Mignola. Lo que no molesta, si no que potencia el material. Me pasó algo parecido con algunas de las páginas de Narraciones Extrañas de la Editorial OVNI Press. Un compilado de historias cortas sobre el demonio rojo, desarrolladas por distintas plumas e ilustradores. Pero esa ya es una reseña para otro día. 

El Circo de Medianoche se lee de una sentada y te deja con ganas de más.

Recomendación musical para sentir más intensas las escenas del circo, este soundtrack en loop ojalá de La forma del agua (Sí, la película del primo lejano de Abe Sapiens). Nota aparte: me gustó mucho como exponen la relación que tienen el profesor y Hellboy a esa edad, me estruja el corazón.