¿Final Girls? ¿Grupo de Apoyo? Sí. Aunque suene extraño, al autor se le ocurrió la idea de juntar un arquetipo de personaje emblemático en el cine de terror como son las Final Girls, y agruparlas en terapia psicológica.
Grady Hendrix
El escritor estadounidense Grady Hendrix se hizo de un nombre en la literatura de terror al publicar diversas novelas del género y tomar arcos narrativos de tinte clásico ligados al cine y adaptarlos a los tiempos modernos y sus ritmos.
Una de las más conocidas es El exorcismo de mi mejor amiga, una historia de terror juvenil con una portada y trama inspirados en el cine de los años 80, algo similar a lo que hace Stranger Things.
Sus libros en general, pero en especial el ya mencionado, cautivaron a miles de lectores y le confirieron gran notoriedad en la literatura de horror contemporánea. El escritor, finalmente, consiguió llegar al público internacional al punto que Amazon Prime Video decidió adaptar su novela, El exorcismo de mi mejor amiga, a un film para su catálogo.
En 2021 publicó Grupo de apoyo para Final Girls que fue galardonada como la mejor obra de terror del mismo año en la plataforma Goodreads. Y este 2022 su libro ha pisado tierras latinoamericanas.
En español se publicó por Minotauro, y en Chile la distribuye Planeta.
Concepto de Final Girls
Con Grupo de apoyo para Final Girls, Hendrix vuelve al terror (o thriller según se mire) basado en su pasión por el cine ochentero, con esta obra que en esencia es una carta de amor al cine slasher.
En esa década fue donde proliferaron con fuerza los llamados slashers, películas donde hay un asesino humano o sobrenatural, que inicia una cacería humana y va asesinando (con armas blancas) a todo aquel que pueda atrapar, en especial a jóvenes fiesteros. La fórmula se repetía prácticamente en cada cinta, y tras ver unas cuantas, uno podía identificar con facilidad los recursos narrativos y los clichés que abundaban en ese tipo de cine.
Uno de esos recursos era dejar viva o como última víctima siempre a una muchacha joven. Ella era quien conseguía la hazaña de burlar, escapar o derrotar al asesino valiéndose de su astucia y prudencia, en contraste con sus compañeros que, frecuentemente, eran cortos de entendederas y caían como moscas por consecuencia de sus arriesgadas e imprudentes acciones. Estas muchachas se ganaron el nombre de “Final girls” o chicas finales, aludiendo a su supervivencia en la matanza y ser, literalmente, la última en quedar en pie al final de la historia.
Trama
La historia nos pone en la piel de una mujer llamada Lynette, que es sobreviviente de un asesino y que, desde ese momento, se ha transformado en una Final Girl. Ella vive su vida pensando en los peligros que puede encontrar a su alrededor. Su paranoia alcanza niveles excesivos que la tienen mirando a todas partes temiendo que le salte encima un asesino o que cualquiera le haga daño. No baja la guardia ni para dormir o ir al baño con naturalidad.
Con ella, sus amigas Arianne, Julia, Marilyn, Heather, Dani y la doctora Elliot, formaron hace años un grupo de apoyo para mujeres que han sufrido una situación similar. Se juntan cada mes e intentan manejar las emociones y dolores que arrastran desde los asesinatos.
La paranoia de Lynette parece cobrar sentido cuando ocurren asesinatos y ataques violentos en las cercanías de ellas. ¿Habrá acaso un nuevo asesino suelto? ¿Será uno de sus asesinos quien quiere terminar el trabajo? ¿O acaso una de ellas mismas enloqueció?
¿Qué sigue para las Final Girls?
Todas las cintas slasher son hasta cierto punto parecidas. Vemos un asesino que se ensaña con un grupo de jóvenes, mata a decenas de personas y al final es detenido por una chica que consigue liquidarlo. Pero, ¿qué sucede cuando se acaba la masacre? ¿Qué ocurre luego de que se salva la chica?
Todo vuelve a la normalidad, la gente de a poco se olvida de los hechos y retoma su rutina diaria. Solo rememoran los crímenes cuando hay que filmar una película basada en los homicidios o cuando hay una nueva matanza. Pero, en general, la vida vuelve a su normalidad…excepto para ellas.
Ser perseguidas por un demente empuñando un cuchillo, moto sierra o lo que sea, es sin duda alguna, una experiencia en extremo traumatizante que deja profundas heridas en la psique de las sobrevivientes.
La vida se ve con otros ojos, aquello que consideraban impensable, ahora es una posibilidad muy real que en cualquier momento temen que se vuelva a repetir.
Repercusiones en las Final Girls
La paranoia se transforma en pan de cada día y se imposibilita llevar una vida común y corriente. En muchos casos ese tipo de traumas jamás se superan y condicionan todo el accionar de las víctimas.
Cada Final Girl sufre de alguna condición psicológica permanente. Hay quienes lo demuestran abiertamente y otras que esconden su sentir. A su vez todas han desarrollado un propio mecanismo de defensa ante los recuerdos y pensamientos originados tras la masacre.
Aunque el hablar de traumas, asesinatos, víctimas y paranoia sean temas de suma seriedad, Hendrix se encarga de aliviar la tensión al adicionar dosis considerables de humor y absurdo. La trama se siente ligera, divertida y para nada lúgubre, por medio de la carismática voz de la protagonista. Por muy oscuro que se ponga el panorama, siempre nos saca de ahí con un comentario gracioso, una observación sarcástica o una situación tan exagerada que llega a dar risa.
Referencias al slasher
El autor, a su vez, ahonda en lo gracioso por medio de las parodias-homenajes que hace a las emblemáticas películas (o serie de películas) slasher de los años 80 y principios de los 90. Vemos cintas como Halloween, Viernes 13, Pesadilla y la Masacre de Texas siendo reimaginadas como adaptaciones a hechos reales en el mundo del libro. Cada Final Girl tiene su historia de supervivencia que ha sido llevada a la gran pantalla y que parodia a los filmes de la vida real ya mencionados. Su historia en conjunción con las películas las transforma en verdaderas celebridades que son acosadas por paparazzis y fanáticos de los asesinos, casi como objetos de culto.
Por ejemplo, la clásica cinta de Pesadilla en la calle Elm es parodiada por una película llamada Sueños Letales, que se basa en las vivencias del personaje Heather.
Opinión
Aunque de terror tiene poco o nada, definitivamente es una entretenida lectura que vale la pena iniciar. En verdad es un thriller de asesinatos aderezados con comedia, investigación detectivesca y muchos guiños al slasher.
Me ha gustado mucho como plantea la trama y los caminos que toma para desarrollarla y desenredar los misterios acontecidos. La pluma del autor es sumamente ágil y se puede leer con facilidad en un par de días.
Definitivamente se disfruta su lectura.