El jardín de las delicias: historia culinaria de la humanidad

Ana María Maza llega a las librerías con “El jardín de las delicias”, un relato sobre la importancia de la comida en la historia

Escrito por Chile en viñetas

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El jardín de las delicias es uno de los cuadros más famosos de El Bosco. En el centro del cuadro, se encuentra el falso paraíso, donde se representan los pecados capitales, principalmente la lujuria. Pero si se observa la parte inferior, se pueden ver distintas frutas siendo consumidas por humanos desnudos, los que si bien pueden ir en la línea de la misma lujuria, se puede relacionar a la gula.

El ser humano, debido a su condición de mortal, tiene una relación inherente con la comida. Si bien comienza como sobrevivencia, con el tiempo nace el concepto de la buena mesa, que se aleja de consumir meramente los nutrientes necesarios para la vida, pasando a ser un deleite asociado a los placeres carnales. Históricamente asociada a un buen estatus, debido al valor de los alimentos, es posible realizar un recorrido histórico por nuestra relación con la comida, la importancia que ha tenido en nuestro desarrollo y la manera en que han ido cambiando las dietas.

El jardín de las delicias de El Bosco representa una parte de esa relación, y además es el título escogido por Ana María Maza para presentar «una historia de los saberes y sabores de la comida, desde la Antigüedad hasta la Edad Media».

Egipto, Grecia, Roma y la Edad Media europea

Maza comienza el libro revelando la importancia que ha tenido la alimentación en las transformaciones culturales vividas por el ser humano. En este sentido, hace un recorrido por los inicios del Homo sapiens y la forma en que la comida permitió un mayor desarrollo de la inteligencia. Aborda la importancia del uso del fuego para cocinar los alimentos, el paso del nomadismo a la agricultura y cómo esto derivó en un mayor desarrollo. Así mismo, se aborda el surgimiento de las primeras ciudades derivadas de este asentamiento y la manera en que se abre el abanico culinario.

Si se hace un recorrido por la historia, es posible observar cómo la comida y sobre todo las diversas especies e ingredientes, han sido fundamentales en el desarrollo de la humanidad. No solo han habido guerras por eso, sino que también procesos de conquista y descubrimiento han tenido como bandera de lucha los alimentos. De esto y más se hace cargo Maza en El jardín de las delicias.

Tras la introducción, presenta a los pueblos mediterráneos y la base de su alimentación, enfocándose en Egipto, Grecia y Roma. Tras esto, aborda la Edad Media europea, comenzando con Carlomagno. Luego pasa al califato de Córdoba y la influencia árabe en Europa. Se detiene mayormente en los siglos XII, XIII, XIV y XV. De cada una de estas épocas se enfoca en los libros que dan cuenta de las comidas que se consumían y la forma en que se concebían.

Estructura del libro

Es necesario saber que Ana María Maza es profesora de literatura especializada en literatura medieval, del Renacimiento y Barroco, lo que explica las constantes referencias a libros. Estas referencias son usadas tanto como elemento histórico como para revelar la importancia que se la ha dado a la cocina en el tiempo.

La estructura de cada capítulo comprende un inicio histórico, no necesariamente ligado a la comida. En este sentido, hay algunas partes que se asemejan a un libro de historia, mostrando cómo se conformaron las sociedades y las influencias externas que tuvieron en aquella conformación.

En otro momento, los capítulos se va al centro de la atención, la comida. Se muestra lo importante que fueron los alimentos para las distintas culturas, como lo es el vino y el aceite de oliva para los griegos, el pan y el vino para los romanos, las múltiples especias para los árabes, entre otros. A su vez, se suele enfocar en un personaje que dejó para la posteridad un recetario o que da cuenta de lo que representa culinariamente a un sector particular.

Se cierra cada capítulo con una receta originaria del lugar del cual está hablando. Así, el libro incorpora recetas de albóndigas asirias, pescado al horno con papas de Egipto, Teganitai griego, lechón frontiniano romano, costillares asados de Carlomagno, etc. En este sentido, hay recetas elaboradas que nos transportan a otra época, pero hay otras que parecen ser muy simples y en esos casos tal vez pudo elegirse otra opción.

Comentarios finales

El jardín de las delicias es un libro estimulante, que invita a preguntarse cómo llegó a nuestros ojos el plato de comida que tenemos al frente. Incentiva la curiosidad al mismo tiempo que la sacia, llevándonos a valorar la importancia de los alimentos y cómo nuestra relación con los mismos ha ido variando.

En un lenguaje ameno para todo lector, pero en ningún caso subestimándolo, enseña sobre historia sin perder el rumbo de su objetivo final, como lo es la comida. Es ideal no solo para quienes aman comer, sino que también para quienes se interesan en el progreso humano y sus distintas relaciones, que le permiten desarrollarse.

En una época en que la comida rápida parece ser la base de la alimentación, donde los platos se reproducen en masa y se desacralizan, El jardín de las delicias es una invitación a detenerse y disfrutar la dicha que implica comer.