Chinatown: el mejor juego de negociación

Negociar es una actividad cotidiana que hacemos todos los días, incluso con nosotros mismos. Yo parto todas mis mañanas negociando conmigo mismo para levantarme temprano. Esta mecánica no es ajena a los juegos de mesa, viendo su uso en juegos tan clásicos como el Catan o más recientemente el Feria de las Pulgas de Titirilquen. Sin embargo, en la reseña de hoy veremos el, para mi, mejor juego de negociación: Chinatown.

Chinatown es un juego publicado originalmente el 1999, diseñado por Karsten Hartwig. En este, entre 3 y 5 jugadores encarnan a familias asiáticas que viven en el barrio chino de Nueva York en la década de 1960s, instalando diversas tiendas que dan vida, color y sabor al barrio. Al final de 6 rondas, el ganador es aquel que logre acumular la mayor cantidad de dinero.

Mientras otros juegos tienen la negociación como parte de sus mecánicas, en Chinatown la negociación ES el juego. Solo hablando, convenciendo y negociando puedes lograr triunfar en esta floreciente comunidad.

El día no para en el Barrio Chino

Cada una de las 6 rondas se divide en 5 fases. Al principio de cada una los jugadores reciben una cantidad de terrenos, de los cuales deben escoger un numero reducido para conservar, y luego reciben también diversas tiendas. Al final de la ronda, estas tiendas pueden ser instaladas en los terrenos que se controlen de la ciudad, lo que genera ingresos en cada turno. Mientras más tiendas agrupadas del mismo tipo se tenga, mayor sera la cantidad de dinero que generarán. Por lo tanto, todos quieren tener sus terrenos cerca y agrandar sus tiendas.

Sin embargo, el corazón del juego está entre que se reciben las tiendas y se construyen. Porque lo más común es que recibas una tienda de ramen, pero tu querías otra tienda de antigüedades para ampliar tu negocio. ¿Como resolver este problema? Fácil, hablando. En la mitad de cada turno esta la fase 3, una etapa de negociación en donde todo está permitido (palabras textuales del manual). ¿ Te cambio mi tienda X por tu tienda Y? ¿Te vendo mis 2 terrenos por 30k dólares? ¿Y si mejor te cambio una tienda y un terreno por 2 de tus tiendas? Cualquier oferta es posible, y todas las negociaciones son abiertas y simultaneas.

Aquí es donde sucede la magia y la diversión de Chinatown. En vez de cada jugador estar esperando su turno y pensando su jugada, las negociaciones son simultaneas y abiertas. Nada impide que mientras 2 jugadores están llegando a un acuerdo, un tercero llegue a ofrecer algo mejor. ¿Así qué vendes tu tienda por 200k? Yo te la vendo en 180k. ¡Espera, yo te la dejo en 150k! Las negociaciones agresivas, las subastas espontaneas, son la base de este juego, donde además la cantidad de dinero es secreta. Nunca sabrás si alguien te ofrece todo lo que tiene, si dijo un numero que no puede pagar para tantear el mercado o si, negociando bien, puedes conseguir unos cuantos dólares más.

Sin perder el dinero de vista (que serán los puntos de victoria al final del juego), la falta de limites invita a la creatividad en la negociación. Cualquier tipo de intercambios son posibles, y es posible ver toda clase de tratos. Tiendas rotando entre todos los jugadores, intercambios triples o quíntuples, ventas al mejor postor o al primero que oferte. Todo impulsado por las habilidades y carisma de cada jugador.

Haz el bien sin mirar a quien

Creo que lo más interesante de Chinatown es que, a pesar de ser un juego competitivo, se basa en una acción tan antigua como lo es el trueque, donde se intercambias objetos con un valor percibido como equivalente. Es decir, cada vez que cambias tus tiendas y terrenos con otros jugadores no hay una sensación de pérdida, sino que ambos se sienten satisfechos. En ese sentido Chinatown se parece a una verdadera comunidad, donde la única forma de surgir es apoyarse e interactuar con los otros. Las negociaciones pueden genuinamente darse de buena voluntad, y ayudar a un jugador al principio puede significar que te devuelva la mano después.

De esta forma, Chinatown crea un fascinante ecosistema de colaboración e interacción. Su manual es cortísimo, y la parte más relevante del juego se explica en menos de 1 línea: puedes negociar lo que quieras. Producto de estas simples reglas cada jugador es libre de traer sus habilidades, su carisma e inteligencia a la mesa, y el juego deja este espacio libre para que surja el dialogo, la risa y la comunidad.

Comentarios finales

Si se nos permite hacer una critica al juego, es su temática. La idea de esta «feria persa» China fue popular en las películas y el imaginario de los 80′ y 90′. El estereotipo del Chino como «negociante» fue igualmente popular y hasta sigue viéndose en series y dibujos animados. En ese sentido, Chinatown repite esta idea sin llegar a ser hiriente u ofensivo, pero esta temática solo sirve de envoltorio sin aportar a la jugabilidad y cayendo en estereotipos raciales. Si algún día se realiza una re-impresión, seria bueno que pudiera modificarse la temática y que esta aportara algún componente mecánico a un ya excelente juego.

Fuera de este detalle, Chinatown brilla como el mejor juego de negociación, con una jugabilidad sencilla e intuitiva, excelente para cualquier nivel de jugador y grupo. Definitivamente, una oferta que no puedes dejar pasar.