Batman Demon: Un pasaje directo al infierno

En 1996, Alan Grant y David Roach nos entregaron una mirada interesante con Batman Demon, un entretenido relato que nos llevará directo al infierno.

Escrito por Yerko Soto

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Batman ha vivido cientos de aventuras, unas más realistas que otras. En esta ocasión, seremos parte de una elaborada y entretenida historia, con el caballero oscuro viajando a las profundidades del infierno, de la mano de un antiguo demonio bastante conocido en DC Cómics. Sin más, ¡allá vamos!

Halloween; la noche de los muertos, una fecha especial en la que cientos de niños piden golosinas a las puertas de las casas. Es un ambiente festivo y de celebración en el que se conmemora a aquellos que ya no están en nuestro mundo. Sin embargo, en 10 minutos todo podría cambiar.

Alister Creel, un asesino a sangre fría, está a punto de terminar con su vida. Pronto las calles de Gotham City se teñirán de rojo carmesí, de no ser por aquel protector enmascarado que está siempre alerta al más mínimo detalle del entorno que lo rodea.

Tras una entrada increíble, el alter ego de Bruce Wayne se hace presente cubriendo la escena, y mostrando su gran autoridad frente a este desgraciado que no ve otra solución a sus problemas que terminar con su vida. Se podría creer que la historia continuaría su camino, Batman salvado al asesino de las garras de la muerte, entregándolo a la justicia, mientras se enfrenta a algún villano de turno. Sin embargo, Alan Grant sabe dar un perfecto giro de acontecimientos, y nos introduce en un relato íntimo de nuestro héroe.

Un asesino puede encontrar un lugar en el cielo… ¡Pero un suicida va derecho al infierno!… Déjame contarte una historia

Con estas palabras, el caballero oscuro nos relata una vivencia muy personal que vivió acompañado de uno de los demonios más conocidos de DC: Etrigan.

Tras una serie de 12 asesinatos consecutivos sin una aparente relación, Batman comienza a encontrar ciertos símbolos desconocidos jamás antes vistos (ni registrados), que dejan más preguntas que respuestas. Es en este momento que Etrigan hace su entrada triunfal, generando un interesante diálogo entre los dos.

Se nos explica, a grandes rasgos, que un demonio llamado Baal necesita de 13 muertes (como una especie de ritual) para ser despertado y poder llegar a nuestro mundo. Con ello, la destrucción de Ciudad Gótica sería inminente, restando tan sólo un asesinato para lograr su cometido.

Batman se ve obligado a ayudar a Etrigan a detener esta locura quien, a su vez, tiene sus propios intereses. Ambos emprenden el nuevo viaje directo al infierno para comenzar su cruzada y detener al malvado Baal.

La psique del caballero oscuro

En el infierno irán pasando una infinidad de cosas, que irán desgastando mental y físicamente a nuestro héroe, quien deberá ser capaz, de alguna manera, de saber sortear los obstáculos que irán en crescendo.

Desde apariciones de personajes que en más de algún momento han acompañado a Bruce, hasta almas perdidas de cientos de víctimas por los llamados “supervillanos”. Batman deberá hacer frente a la profunda culpa a la que es sometido en su estancia en el infierno, haciéndonos creer lo inevitable…

¿Podrá Batman hacer frente a sus más profundos temores? ¿Baal logrará su cometido? ¿Cuál es la relación de Etrigan con Baal? Y, ¿qué rol cumple Alister Creel?

Los autores

Alan Grant es un viejo sabio y sabe plasmar de manera discreta tiempos pasados del caballero oscuro, trayéndonos de vuelta recuerdos que han sido canon desde la concepción del personaje, dejando en claro que sabe lo que hace.

Fue parte activa durante La Caída del Murciélago, y aprovechó de usar ciertos vínculos con aquella saga para dar ciertos guiños en algunas viñetas de este cómic.

Por otra parte, los dibujos de David Roach son una delicia visual noventera, mostrándonos un Batman bastante estético y delineado. Como siempre, la capa es un factor elemental el personaje, y Roach demostró estar al nivel de grandes exponentes del encapotado.

Destaco de sobremanera las hermosas ilustraciones del infierno y todo lo que en él se encuentra. La aparición de… alguien, es sin duda el momento más glorificante de toda la historia. Puedes sentir tu corazón partirse y seguramente empatizarás de manera inmediata con Batman, haciendo que se sientas parte de la historia de una manera magistral.

A grandes rasgos, es un cómic muy entretenido, de aquellos que suma y no resta al enorme catálogo del caballero oscuro. No flaquea en ningún momento y se convierte en una lectura sumamente ligera.

Las 48 páginas que lo componen se hacen nada, sin embargo, pasa algo bien particular. La historia tiene un comienzo y un fin cerrado, es sólo un episodio más, no quedan cabos sueltos ni te deja esa extraña sensación de que algo falta o que podría venir una nueva entrega. Tiene lo justo y lo preciso, ni más ni menos. Para ser una historia de Batman, se agradece.

Pueden encontrarlo fácilmente en español por la antigua editorial VID o Planeta de Agostini a un precio promedio de $5.000 a $8.000 en tiendas especializadas.

Sin más, hasta la próxima Baticomiqueros ~