Daredevil hoy en día se ha vuelto un personaje altamente reconocido, todo esto gracias a los grandes escritores que han pasado por sus cómics y su exitosa serie de televisión, la cual fue tan popular que rompió el corazón de muchos fans al momento de ser cancelada.
Pero lo cierto es que antes de su primera aparición en Daredevil #1 en 1964, hubo otro personaje que usaba ese nombre, uno que nació más de veinte años antes (durante la era dorada de los cómics) y que vendía casi tanto como el mismo Superman en su época.
El hombre de acero con su aparición en Action Comics #1 provocó el boom de los superhéroes, trayendo una ola de personajes que se volvieron bastante populares en su época, pero que eventualmente serian olvidados por todos, aquí es donde nació Bart Hill, el Daredevil original.
La historia de Bart Hill comienza con el estadounidense Lev Gleason, un hombre que había dejado Harvard y que tras la primera guerra mundial se había expuesto a ideas políticas radicales mientras se encontraba en Paris. Cuando regresó a Nueva York presenció el nacimiento de los primeros cómics, así como la primera aparición de Superman años después, razón por la que Gleason decidió crear su propia editorial llamada ‘’Comic House’’ en donde publicó una revista de cómics antológicos llamada «Silver Streak Comics» en donde se presentaban múltiples héroes como The Ghost y Silver Streak, pero el protagonista de la revista era el villano conocido como «La Garra».
Una de las historias de Silver Streak Comics venía de la mano de Jack Binder y se centraba en Bart Hill, un niño cuyos padres fueron asesinados por unos criminales que torturaron al muchacho dejándolo mudo, momento en que este juró venganza. Años después se consiguió un curioso traje y un boomerang para luchar contra los criminales bajo el nombre de Daredevil, apodado el maestro del coraje.
El editor de la revista, Jack Cole, vio el potencial en el personaje y decidió hacerle unos cambios para atraer al público, hizo que Daredevil dejara de ser mudo e hizo que fuera de los primeros héroes en hacer chistes y burlas a los villanos que enfrentaba, cambió los colores de su traje por unos vibrantes rojo y azul, le dio un interés amoroso y convirtió a «La Garra» en el antagonista principal de Daredevil. Cuando Jack Cole dejó la editorial, Charles Biro y Bob Wood llegaron para ayudar a Bart Hill a dar el siguiente paso, saltar a su propio cómic exclusivo. En medio de la segunda guerra mundial, el Daredevil #1 mostraba a Bart haciendo equipo con Silver Streak para pelear contra los Nazis.
Mientras Daredevil seguía enfrentándose a los Nazis, se le unieron un grupo de niños a los que llamaban «The little wise guys», los cuales resultaron ser muy populares con el público, aunque eso no evitó que Charles Biro tuviera las pelotas de matar a uno de esos niños durante sus primeras historias, cosa que sorprendió al publico y de hecho hizo que aumentara la demanda de los siguientes números, provocando que el cómic siguiera con altas ventas gracias a la arriesgada pero interesante dirección que tomaban con el personaje, haciendo que se enfrentara a problemas tanto sociales como físicos.
Lamentablemente los niños se volvieron demasiado populares, tanto así que Bart Hill empezó a dejar de aparecer (o aparecía sin su icónico disfraz) en el cómic, hasta que finalmente lo único que quedaba de él era el título, los asistentes echaron al protagonista de su propio cómic. No sé si exista algo más tragicómico que eso.
Años más tarde, el titulo terminó junto con todos los cómics de Gleason y en 1963, Stan Lee contactó a Biro y Gleason sobre si podían usar el nombre ‘’Daredevil’’ para un nuevo personaje que estaba creando y ambos le dieron permiso.
Bart Hill eventualmente se volvió un personaje de dominio público, es decir, cualquiera podía usarlo, pero sin el nombre Daredevil porque Marvel había registrado los derechos. Apareció con los nombres Doubledare, Reddevil y más recientemente como el Death-Defying Devil para Dynamite Entertainment.
Resulta muy enriquecedor descubrir acerca del génesis de muchos de estos personajes de la era dorada y ver cómo, a pesar de que comparten nombre con sus contrapartes más actuales, estos siguen teniendo historias muy diferentes. También es interesante descubrir que muchos de estos, aunque en menor medida, siguen existiendo hasta el día de hoy.