La saga de los asesinos ha tomado un rumbo extraño en el último tiempo, y es que al parecer Ubisoft abandonó muchas de las raíces que hicieron a Assassin’s Creed aparecer en el mapa de la industria en pos de “actualizarse”.

Títulos como Valhala, Oddysey y Origins son representantes de esta actualización. Origins, por ejemplo, significó una bocanada de aire fresco para el estudio y los fans luego de la saturación de videojuegos anuales, al punto que muchos lo consideran el mejor título de la saga.

• Sin embargo, personalmente discrepo de esta opinión ya que, si bien Origins es un juegazo de pies a cabeza, no me parece el mejor Assassin’s Creed.

Es más, aparentemente la decisión estratégica de Ubisoft ha creado dos tipos de fans de la saga: los que prefieren a los nuevos títulos (desde Origins a Valhalla), y los que prefieren la esencia original de ser un asesino (desde el primer Assassin’s Creed hasta Syndicate), y del cual yo me identifico muchísimo más.

Y es en este último grupo de fans en donde se discute constantemente sobre cuál de todos es el mejor, y hay uno que siempre parece tener la ventaja sobre el resto: Assassin’s Creed II.

Las mejoras respecto al primer Assassin’s Creed

Assassin’s Creed (2007) fue un videojuego que en un inicio fue pensado como una entrega de la saga Prince of Persia, pero debido a que el proyecto se alejaba muchísimo de la identidad de las entregas del príncipe, Ubisoft se decidió por considerarlo como una nueva propiedad intelectual.

Al hacer eso, el estudio se permitió a sí mismo experimentar con el videojuego, agregando un numero considerable de ideas atractivas en el mundo del videojuego, y combinándolas en un solo título. Un ejemplo de esto sería la unión de mecánicas de parkour, sigilo y mundo abierto.

Esta fusión de ideas funcionó para atraer a muchísimos jugadores, ya que las temáticas y el videojuego en sí eran muy atrayentes. Pero, aún así, se siguió sintiendo que los condimentos de la primera entrega no acabaron de cuajar del todo.

Es aquí en donde Assassin’s Creed II (2009) representó el cómo se tomó absolutamente todo lo que hizo al primer juego especial, y lo pulió y mejoró a tal grado, que el primer Assassin’s Creed pareció solamente una demo de sí misma.

Una hermosa ambientación histórica

La saga de Ubisoft siempre se ha caracterizado por llevarnos a épocas relevantes y atractivas de la historia. El primer título se ambientó durante la 3ra cruzada, y el segundo durante el apogeo del renacimiento italiano.

En esto Assassin’s Creed II brilla por su esplendor, y es que el mundo abierto que puedes recorrer no solamente está muy bien recreado, sino que también es muy hermoso. Ciudades como Florencia o Venecia tienen un diseño artístico y banda sonora con tanta identidad que, incluso ahora, ningún título reciente de la saga ha podido igualar.

Sí, La Habana en Black Flag o París en Unity están muy bien recreadas y con mucha identidad, pero la sensación de la primera carrera por Florencia al inicio del juego, o la primera vez que se llega a Venecia, no solo transmitían identidad, sino que también transmitían “magia”.

Una gran narrativa y protagonista

Quizá por lo que más se ha recordado a Assassin’s Creed II es por el gran argumento que quiso contarnos y cómo nos lo contó: a través de la trágica historia del mejor protagonista que la saga ha tenido.

Encarnamos a Ezio Auditore, un noble florentino que goza de los placeres de su juventud y que tiene un futuro asegurado al lado de su padre y su familia. Tiene un carácter muy carismático y extrovertido, y al mismo tiempo es muy amable con las personas que ama y que le importan.

Su conflicto inicia cuando, en un movimiento completamente inesperado en la trama, casi toda su familia muere ejecutada por traición a causa de una conspiración en su contra.

Ezio jura buscar y acabar con los culpables de la muerte de su padre y hermanos a cualquier costo, y nosotros queremos ayudarlo con todas nuestras fuerzas para completar su venganza. ¿Y por qué? Pues porque sentimos empatía con él: entendemos y sentimos su pena, dolor, rabia y sed de venganza.

A medida que la historia se desarrolla y Ezio va cumpliendo sus objetivos y notamos como va progresando y mejorando en sus habilidades y conocimientos, al punto que lo vemos desde ni si quiera saber usar una espada, hasta ser el miembro del credo más fuerte y hábil de toda Italia.

Conclusión

Assassin’s Creed II representó un salto enorme para Ubisoft. Puso a Assassin’s Creed en el mapa y lo posicionó como uno de esos videojuegos que “todo amante de los buenos videojuegos debería jugar”.  Además, Ezio Auditore de Florencia fue un personaje tan amado por los fans, que la misma industria quiso expandir su historia en los títulos de Assassin’s Creed: Brotherhood y Assassin’s Creed: Revelations.

Ciertamente este videojuego no es perfecto y, es más, en comparación a la exploración, parkour, combate y sigilo de títulos posteriores, es muy inferior. Pero a estas alturas ese tipo de juicios es irrelevante, ya que AC II es un titulo que salió hace más de 12 años, y su valor para los fans no se basa en lo que es ahora en sí, sino en lo que representó en su época.