Assassin’s Creed Unity: imperdible para los primeros fans de la saga

Un lanzamiento lamentable

Assassin’s Creed: Unity es un título que no es indiferente para casi nadie dentro del mundo de los videojuegos, ya que fue, sin lugar a duda, uno de los peores lanzamientos en la historia de los videojuegos. Bugs gráficos en el diseño de los personajes, niveles y en jugabilidad, hicieron que fuese completamente injugable cuando salió, un fatídico día 11 de noviembre del año 2014.

Fue a tal grado el escándalo generado por estos problemas que Ubisoft (empresa desarrolladora) tuvo que emitir un comunicado ofreciendo disculpas hacia sus consumidores, como ocurrió recientemente con Cyberpunk. Al paso de los años, la desarrolladora ha lanzado parches para enmendar sus errores con “AC: Unity”, por lo que, al año 2021, es muy probable que algo sí haya mejorado.

Entonces ¿Ubisoft logró arreglar su videojuego y ofrecer, finalmente, el juego que habían prometido? ¿merece Assassin’s Creed: Unity una segunda oportunidad para que lo juegues? ¿o sería un malgasto de dinero, considerando que fue lanzado hace casi 7 años? Resolveremos esas dudas a continuación.

Assassin’s Creed: Unity al año 2021

Para empezar, Unity es un videojuego tipo acción-aventura de mundo abierto con toques de parkour ambientado en la ajetreada París entre los años 1789 y 1794, o sea, nos transportan de lleno a la Revolución Francesa.

Lugares como La Bastilla, la Corte de los Milagros o la catedral de Notre Dame están recreadas de una manera excelente, y las calles por lo general también lo están. Se siente esa sensación de estar ad-portas de una revolución: hay euforia, violencia y sed de libertad en todas partes y a todas horas.

• El realismo y detalle de toda la ciudad denotan un trabajo admirable por parte de los desarrolladores, a tal punto que la catedral de Notre Dame recreada dentro del mapa sirvió como ayuda para reconstruir la real, luego del incendio en abril de 2019.

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Historia y protagonista

La historia de este título gira en torno a Arno Dorian y su lucha en contra de la orden templaria, la búsqueda de respuestas ante la muerte de su figura paterna y la complicada relación con su amada, Élise.

Arno, si bien a ratos parece perder un poco el rumbo es post de su amor, me parece un protagonista a la altura, ya que muchas veces se cuestiona a sí mismo las acciones que La Hermandad toma (o más bien, no toma) y que le impiden llegar a su objetivo.

Al comparar esta historia con historias de títulos anteriores de la saga (como por ejemplo Assassin’s Creed II), si se siente uno o dos peldaños abajo en cuanto a calidad. Pero, a pesar de ello, la historia sí es buena y digna de un título de Assassin’s Creed y Arno, sin llegar a ser Ezio Auditore, es un protagonista con distintos tipos de conflictos y con el que puedes llegar a empatizar.

La divertida forma de ser un “Asesino”

La jugabilidad es el punto fuerte de este videojuego y no solamente por aspectos estrictamente jugables como los combates, sigilo y demás, sino que recaba el espíritu de lo que se siente ser un “asesino”, el cual se perdería en los títulos de la saga posteriores (a partir de Syndicate).

Combate y Sigilo

Para empezar, el combate se reivindicó, siendo mucho más desafiante que las entregas anteriores (exceptuando el primero de la saga) en donde simplemente bloqueabas y asesinabas en automático. Aquí el combate es lento, realista y requiere precisión, lo que no necesariamente es difícil ante un enemigo, pero ante 3 o más es preferible huir o podrían matarte fácilmente.

Obviamente el fuerte de todo asesino es el sigilo, y aquí lo implementaron muy bien. Aunque se siente la necesidad por un silbido, el resto de las mecánicas de sigilo lo hacen desafiante a la vez que muy satisfactorio, incluyendo también a la Hoja Fantasma, arma exclusiva de Unity y que encaja muy bien tanto en la historia como en las mecánicas jugables.

De igual manera, el mapa y las actividades que ofrece son abrumadoras por decir poco, lo que nos dejará con muchísimas horas de juego post historia principal, incluyendo los “enigmas de Nostradamus” que desbloquean un atuendo especial, las misiones cooperativas y el contenido adicional The Death Kings (que es completamente gratuito).

• A destacar también, está la personalización de Arno, la cual es muy profunda y con muchas cosas que comprar para mejorar atributos específicos como el sigilo, combate o salud, lo que casi roza con un RPG.

El parkour perfecto

El parkour de Assassin’s Creed: Unity es indudablemente el mejor de la saga, incluyendo a la entrega más reciente “Assassin’s Creed: Valhalla” dentro de la lista. La precisión con la que puedes direccionar a Arno en múltiples direcciones es el resultado de un sistema de parkour pulidísimo, al cual se le añadió la mecánica de hacer parkour hacia abajo.

• Este último apartado no solamente es útil para la jugabilidad de la saga (ofreció un modo más rápido y sutil para descender), sino que también es muy vistoso debido a la calidad de sus animaciones.

Conclusión:

Mucho se dice entre los fans de Assassin’s Creed, que los nuevos títulos de Ubisoft que llevan el título de la saga en la portada han perdido la identidad y toda la mística que representaba a Assassin’s Creed en sus inicios y, personalmente, comparto ese sentimiento. Origins, Oddysey y Valhalla son juegazos, pero se desviaron tanto de la idea original que lo único que tienen de la saga, es el nombre.

Pero entonces ¿Qué significa ser un Assassin´s Creed? Es una pregunta complicada de responder. A mi criterio, significa cautivar al jugador con su época a la vez que dicha época se mezcla con la lucha interminable entre Asesinos y Templarios, en donde debes tomar un papel importante en la búsqueda de la verdad y usar tus habilidades para completar tus objetivos de la forma más sutil y calculada posible, usando escondites, distracciones, parkour e improvisación para llamar la menor atención posible.

Assassin’s Creed: Unity es todo eso, y diría que todavía más. No, no es un juego perfecto y está lejos de serlo, pero captura completamente lo que significa ser un Asesino miembro de la Hermandad. Así como lo fueron los videojuegos de Altaïr, Ezio e incluso Connor, la historia de Arno te hará sentir lo que sentiste al jugar con ellos.

Es un completo infortunio lo que ocurrió con Unity al momento de salir al mercado, pero si eres de aquellos fans que gozó con los antiguos títulos de la saga y que añora esos viejos días, te recomiendo encarecidamente este videojuego.