Ana de las tejas verdes: La Llegada

Hablemos de la primera parte del libro que se popularizó gracias a su serie en Netflix: Ana de las tejas Verdes.

Escrito por Conejo Lector

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Cuando se habla de literatura universal hay una gran variedad de libros que vienen a nuestra mente. Desde el misterio, terror, suspenso, romance, etc. se hayan hecho populares o hayan logrado un impacto a lo largo de la historia, convirtiéndose luego en clásicos universales.

No es de extrañar que cuando se realiza una serie televisiva de un libro clásico, su popularidad vaya en aumento. Y este es el caso de Ana de las Tejas Verdes, un libro escrito por Lucy Maud Montgomery en 1908. Considerado como un libro para todas las edades y que luego fue categorizado como un libro mucho más infantil.

Portada del libro Ana de las Tejas Verdes

En esta nota se hablará solo de su primer libro: La llegada. Por lo que habrá unos pocos spoilers del libro. Si aún no lo has leído, sáltate todo lo que viene a continuación.

La llegada

La historia comienza cuando dos hermanos, Matthew y Marilla, deciden adoptar a un niño, con el objetivo que pueda ayudar en algunas tareas. Específicamente, en el trabajo que tiene Matthew, quien ya por la edad no puede hacerlo solo.

Sin embargo, la señora Spencer, quien estaba a cargo de traer al muchacho, ha cometido un error. En la estación donde debía esperar un niño se encuentra a una niña, Ana Shirley. Una niña de cabello rojizo y delgada con una gran imaginación.

Imagen de la serie disponible en Netflix.

Matthew, a pesar de su timidez y su temor a las mujeres, de todas maneras, termina encariñándose con la niña, mientras que Marilla, aún no muy convencida con su llegada, decide darle unos días para averiguar qué fue lo que salió mal con la adopción. Y durante este plazo, también termina encariñándose con ella.

Ana comienza a vivir en Avonlea y su carisma logra cautivar tanto al lector como a los personajes con los que se va encontrando. Y tanto en la escuela como en su hogar comienza a aprender grandes valores y a demostrar que no es menos que los demás.  

Entre travesuras y anécdotas

Ana es, sin duda, una protagonista que puedes llegar a amar y con la que te puedes sentir identificado con tu yo de niño, al menos al principio de esta novela por lo menos. Una niña de un orfanato que está comenzando a descubrir el mundo es bastante conmovedor. Pero a su vez, siendo una niña, sus actitudes pueden ser reprochables también.

En varias ocasiones le falta el respeto a sus mayores. Y aunque puede odiarse por ser impertinente, la verdad es que sus respuestas son entretenidas y llenas de verdad, como un niño lo diría.

Uno de los mejores ejemplos de su conducta, es cuando la señora Lynde le dice que es fea y delgaducha y la niña se defiende. A pesar de que esto termina siendo un aprendizaje para la señora Lynde más adelante, no sorprende que Marilla haya castigado a Ana por su falta de respeto, aun cuando la niña le haya dicho sus verdades a la señora que venía de visita.

Esto, además de dar un toque cómico por un arrebato de ira, deja una lección: no hacer lo que no te gustaría que te hicieran. Y, además, muestra algo con lo que muchos nos sentimos identificados y era la imagen que teníamos de nosotros, versus, la imagen que los demás tienen de nosotros.

Hay muchos más ejemplos, como el valor de la primera amistad, la importancia de la honestidad y la confianza. Y estas no son solo cosas que Ana va entendiendo en primera instancia con la familia que la ha adoptado, sino que tanto Matthew como su hermana Marilla comienzan a aprender de la protagonista.

Ana como protagonista

Ana es una protagonista bastante bien escrita. Es habladora, difícil de carácter, expresiva y bastante soñadora. Todas estas características son sus ventajas y desventajas a la vez, lo que la hace sentir bastante cercana a niñas de su misma edad.

Se esfuerza mucho en cumplir todo lo que Marilla le dice, no deja de tener sueños e historias en su mente. Lo cual a pesar de ser historias que la caracterizan, por su gran sentido de la imaginación, la meten en problemas. No solo con Marilla, sino que con otros personajes.

Esto no significa que no sea honesta. En varias oportunidades del primer libro se deja en claro que Ana no es mentirosa. Y a pesar de sus travesuras, insolencias e historias que sueña todos los días, Ana Shirley es una buena niña, capaz de obedecer y razonar respecto a las cosas que ha hecho mal y las que no.

Esto ayuda mucho a que empaticemos con ella desde un inicio, tanto nosotros como lectores, como los personajes a su alrededor. Por nuestra parte, su desarrollo de personaje es grato de leer y las aventuras de esta niña llegan a ser graciosas. A pesar de que les da su tono de drama.

Por otra parte, los personajes a su alrededor complementan sus actitudes y ayudan mucho al desarrollo de la protagonista. Por ejemplo, Matthew, quien le tiene miedo a mujeres y niñas desconocidas, y Marilla, que no quería una muchacha en su hogar, se encariñan con ella, a pesar del error de su vecina. O incluso su amiga Diana, quien es mucho más sensata que Ana y aun así llegan a ser un buen complemento para la otra cuando están juntas.

Conclusión sobre Ana de las Tejas Verdes

En un primer momento, Ana de las Tejas Verdes parece un libro cautivador. Deja bastantes lecciones a pesar de la época en el que fue escrito y publicado, es muy entretenido de leer.

Las diferencias entre Marilla y Ana son bastante notorias, pero Marilla sabe que ha sido porque Ana es una niña aún. El cómo se expresa con las cosas que van pasando y cómo reacciona ante cada circunstancia se sienten frescas y reales.

Los niños pueden sentirse identificados con la curiosidad de Ana y con su honestidad. Ya que son curiosos y la gran mayoría expresa los pensamientos y emociones que tienen en ese mismo momento sin tapujos. Lo cual además de añadir realidad en el libro, le añade una mezcla de comedia y de comprensión.

A opinión personal, no creo que sea solo un libro para niños, a pesar de que sí se siente como tal. Tanto la protagonista como su cuidadora muestran sus lados más sinceros, y Ana no es la única que va aprendiendo debido a las diferentes circunstancias en las que se encuentran, sino que también Marilla, a medida que va conociendo a la niña que ha decidido adoptar. Es un libro totalmente recomendado para cualquier edad, cautivador y que sacará bastantes risas en más de un capítulo.