El manga de The Ghost in the Shell

Las posibilidades de avances tecnológicos que tiene el ser humano aumentan día a día. Hoy podemos saber mucho de todo, conocer nuestro mundo casi en su totalidad, y también tenemos la posibilidad de recibir implantes y ayudas mecánicas de parte de la ciencia para poder extender nuestra vida e, incluso, remplazar una parte de nuestro cuerpo.

Esta realidad, se acerca bastante a lo que Masamune Shirow (Masanori Ota) planteaba allá por 1989, en su manga El Fantasma en la Concha Ghost in the Shell. Terminado en 1991 y publicado recién en el 93, su manga abarca ocho tomos y recopilado en tres de formato kanzeban, que actualmente se encuentran en español de la mano de Panini Chile, Planeta y Ovni Press.

Sinopsis

Acontecido en el futuro de 2029 (estamos cerca), el mundo se ha sumergido en la digitalización y la robótica. Muchos seres humanos han logrado prevalecer física, política y económicamente gracias a esta avanzada realidad.

Este paradigma de la cibernética, tiene siempre sus pros y sus contras. Por un lado, la calidad de los seres humanos ha tenido un soporte mucho más grande, e incluso, han integrado la robótica avanzada en muchos apoyos para la sociedad. Pero, por otro lado, se percibe una constante tensión de guerra digital que tiene sumergido al mundo en una permanente guerra fría.

Para combatir este aspecto de la sociedad, es que se encuentra la Sección 9, especializada en la lucha contra el ciber crimen. La dirección está liderada por la mayor Motoko Kunasagi. Este querido personaje, de aspecto serio en las películas, tiene una personalidad mucho más afable y simpática en el manga.

El mundo, interconectado por los Ghost, que se pueden entender como sus almas dentro del ciber mundo (cualquier parecido con las redes sociales es mera coincidencia), se ve sometido constantemente a las amenazas de los hackers. Es cuando aparece en cuestión el personaje de Puppeter (traducido como el titiritero o el maestro de las marionetas).

Kunasagi se ve en la necesidad de hacer la lucha frente a este terrorista digital, sin percatarse que, misión a misión, se irá enterando de más cosas sobre su propio pasado. Motoko poco recuerda de su vida original, esto debido a las constantes intervenciones que ha recibido, las suficientes para poder hacerla completamente digital y solo mantener su cerebro como pieza original.

Esta situación, más la del peligro mundial, el trabajo por bajo la mesa de muchas organizaciones, la diplomacia en guerra y la tensión internacional, hacen que el desarrollo de la historia tome muchas aristas.

Algunos comentarios

El manga se encuentra actualmente dividido entre el tomo principal, o tomo uno, seguido por un intermediario denominado “tomo 1.5” y el concluyente tomo dos.

En cuanto a la estética del manga, se nota bastante su dibujo ochentero. Aparte de que la ambientación del mundo está enfocada en una especie de Ciber Punk, su dibujo se vuelve un poco desenfocado y las páginas se encuentran sobrecargadas de detalles, lo que se agradece por un lado, pero desconcentra por el otro.

Esto va acompañado a que cuenta con bastante diálogo. Es un manga que aborda muchas temáticas en simultáneo: la vida de sus personajes, el desarrollo de la trama como tal, conflictos políticos y también la acción necesaria, lo que vuelve un poco difuminado el disfrute de la obra, y a la vez un tanto tedioso.

En lo personal, recomiendo que, para la lectura, se tome su tiempo. Es una obra indiscutiblemente buena, tiene un desarrollo notorio y aborda temas que hoy en día no parecen nada lejanos. Pasa de que es necesario el estar constantemente atento tanto al diálogo, como a los dibujos y así poder percatarnos de todo lo necesario para llegar a un entendimiento.

La Mayor Mokoto es el centro de la trama; sus relaciones amorosas y la búsqueda de su pasado son el eje de lo que busca explicar Ghost in the Shell, pero esto tiende a verse opacado por los conflictos que se desarrollan en la trama.

Cada capítulo se desenvuelve en la resolución de un caso puntal respecto al ciber terrorismo y a los acuerdos políticos y diplomáticos. Algunos pasan sin pena ni gloria, mientras que otros aportan bastante a ir entendiendo la trama.

En cuanto a los complementos para la historia, ya habiendo consumido todo lo posible de The Ghost In The Shell, recomiendo de todas maneras las películas que esta saga posee, así como sus respectivas series (alto en calidad), no así el Live Action. Esto, tomando en consideración que su manga es un soporte bastante bueno respecto a la identidad misma de la mayor y a un desarrollo alternativo de las cosas.