El Discurso del Rey: Análisis desde la Fonoaudiología

La película El Discurso del Rey relata el camino del duque de York para ser rey a pesar de su tartamudez. Análisis desde la fonoaudiología.

Escrito por Andrelo

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Desde sus inicios, el cine ha sido un reflejo de la sociedad mostrando sus distintas realidades. Cientos de películas basadas en médicos, profesores, abogados, etc., han inundado las pantallas, acercando estas actividades al común de la gente. Pese a eso, la fonoaudiología no ha contado con la misma suerte.

Si bien existen películas que han tratado sobre algunos trastornos o enfermedades recurrentes en el campo de la logopedia, ninguna lo había hecho desde el punto de vista de la terapia. Por eso es que, The King’s Speech o El Discurso del Rey es un film que debe ser visto y analizado con detenimiento.

Estrenada en 2010, la cinta dirigida por Tom Hooper y protagonizada por Colin Firth como el duque de York, Helena Bonham Carter en el rol de su esposa y Geoffrey Rush en el papel de fonoaudiólogo, fue un éxito de taquilla y recibió críticas positivas por parte de la prensa especializada.

Argumento

El príncipe Alberto del Reino Unido, duque de York, es el segundo hijo del rey de Jorge V. Bertie –como es llamado por su familia– desde que tiene uso de razón sufre de tartamudez. Como figura de la realeza y de la socialite, su trastorno de habla siempre ha sido un impedimento para desenvolverse en sus distintas labores.

En 1934, luego de intentar con varios doctores, la mujer del duque de York, Isabel Bowes-Lyon, lo lleva donde el terapeuta de habla Lionel Logue, un fonoaudiólogo conocido por usar métodos poco ortodoxos y controversiales. Recomendado por el presidente de la sociedad de terapeutas del habla, Eileen Mcleod, Lionel será pieza clave en la vida del príncipe Alberto.

La fonoaudiología y tartamudez

Interesante es que Lionel Logue no era fonoaudiólogo propiamente tal. Todo su conocimiento lo adquirió viajando por el mundo y trabajando como locutor. Luego de la primera guerra mundial, desarrolló distintas terapias para los soldados que habían quedado con problemas de voz. Casi 10 años después de comenzar a trabajar con el duque de York, cofundó la Sociedad Británica de Logopedas.

Se entiende que aún haya gente que no conozca la labor de los fonoaudiólogos, ya que la profesión en Chile es relativamente nueva. En 1972 se creó la carrera en la Universidad de Chile, coordinada por la Sra. Edith Schwalm, Fonoaudiologista (profesoras normalistas que habían tomando un curso de fonoaudiología). Con el golpe de Estado, la carrera fue cerrada en 1973, para ser reabierta en 1974.

El fonoaudiólogo, logopeda, o terapeuta de lenguaje y habla, dependiendo de cada país, es el profesional de la salud que se encarga de la prevención, diagnóstico y tratamiento de los trastornos del habla, lenguaje, comunicación, voz, audición y motricidad orofacial durante toda la vida de una persona.

El duque de York sufre de disfemia (tartamudez), un trastorno de habla caracterizado por la falta de fluidez en el habla. Se ve afectada la continuidad, el ritmo y la velocidad de la misma. Esto se puede ver reflejado en repeticiones de sonidos, palabras o frases, prolongación de sonidos, bloqueos o pausas inadecuadas en el discurso. Según algunos autores, este trastorno aparece entre los 2 y 4 años.

Análisis

Antes que todo hay que dejar bien en claro que, como cualquier producción cinematográfica, El Discurso del Rey se toma varias licencias históricas en pro de realizar un producto comercial digerible y de calidad. Por lo mismo, ciertos eventos han sido modificados para darle una mayor estructura a la película.

En consecuencia, el trabajo de Logue junto al duque comenzó 10 años antes de lo que se muestra en la cinta. Sin embargo, para darle más dramatismo a la crisis de abdicación, se prefirió integrar al personaje de Lionel en 1934, solo dos años antes de la muerte del Rey Jorge V.

Dicho esto, solo queda mencionar el tremendo trabajo de producción para adaptar una historia compleja en poco menos de dos horas. La fotografía y ambientación son una absoluta belleza, y la actuación de Colin Firth como disfémico es simplemente brutal. No por nada esta cinta fue nominada a 12 premios Oscar, ganando en la categoría mejor película, mejor actor principal y mejor director.

Dato importantísimo es que Valentine Logue, hijo de Lionel, entregó los cuadernos llenos de anotaciones de su padre a David Seidler, guionista de la película. Es por ello que la caracterización de la tartamudez es tan realista y lejos de la caricatura. Esto se puede observar en cada detalle del discurso hablado del protagonista.

Las alteraciones presentes en la disfemia evidentemente no son voluntarias, sin embargo existen otras conductas que pueden aparecer con el fin de no tartamudear, tales como hacer fuerza excesiva o derechamente evitar hablar. Esto se puede ver claramente en la postura y tono muscular de Bertie cuando lucha contra su trastorno.

La película es genial al mostrar cambios en la intensidad del tartamudeo dependiendo de la situación comunicativa. De esta manera, cuando el príncipe conversa con sus hijas o esposa en un contexto de seguridad, la disfemia tiende a notarse menos (aunque nunca desaparece), mientras que cuando habla con su padre, el rey Jorge V, la fluidez disminuye notablemente.

Si bien las causas de la disfemia no están del todo claras, claramente tiene repercusiones emocionales y psicológicas. Dato no menor es que Bertie relata que sufría de burlas de su propio hermano mayor, el príncipe y heredero directo al trono, Eduardo VIII. Incluso aún de adulto sufre de bloqueos absolutos del habla en situaciones de estrés.

Desde el punto de vista del terapeuta, el trabajo de Geoffrey Rush como el fonoaudiólogo Lionel Logue está al mismo nivel que el de Firth. En la primera sesión de evaluación Lionel indaga en el pasado y vida personal del príncipe para pesquisar el inicio de su trastorno. Además, prueba que su trastorno no es permanente al hacerle ver que cuando habla consigo mismo no tartamudea.

Durante las sesiones Logue cuidadosamente sigue indagando en el pasado de Bertie para entender mejor la etiología de su impedimento: carencias afectivas y emocionales, relación poco afectuosa con su padre, muerte de su hermano menor a los 13 años por epilepsia, abuso físico y psicológico por parte de su primera niñera, corrección forzosa de la zurdera son solo algunos factores que pudieron incidir en el trastorno de habla.

A través de la película se puede ver que Lionel basó su terapia en ejercicios de relajación y respiración. Según las notas dejadas por el fonoaudiólogo, el príncipe presentaba una incoordinación entre la musculatura laríngea y el diafragma, lo que provocaba tensión muscular y por ende, espasmos.

Como buen logopeda, Logue le dejó actividades para la casa (o palacio) al príncipe: una hora todos los días de ejercicios vocales, lo que ayudó –junto a la terapia– a lograr una mayor relajación y confianza al momento de hablar. Imposible olvidar los trabalenguas y, para la tristeza de muchos colegas, las praxias tampoco faltaron.

Finalmente mencionar el enfoque funcional que tuvo Logue para satisfacer las necesidades comunicativas de su paciente, usando el humor para fortalecer el rapport, y haciendo uso de técnicas basadas en su experiencia laboral. Todo esto hace de The King’s Speech una película obligatoria para cualquier estudiante o profesional de la fonoaudiología.

Nos leemos luego.