Bestia: Símbolo de oscuridad

Durante los dieciséis minutos de Bestia (2021) un cortometraje chileno realizado con técnica stop motion, somos transportados al periodo de la dictadura chilena. Siguiendo muy de cerca los pasos de Ingrid Olderock, la siniestra mayor de Carabineros y ex agente de la DINA, perpetradora de torturas y vejaciones a los derechos humanos.

Dirigido por Hugo Covarrubias, este thriller ya ostenta el primer lugar en la Competencia Latinoamericana de Cortometrajes Animados en el Festival Internacional de Animación Chilemonos 2021 y fue premiado en el Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy.

Covarrubias ya traía consigo otros galardonados cortometrajes bajo la misma técnica: la adaptación del cuento de Horacio Quiroga, El almohadón de plumas (2007). y La noche boca arriba (2013), basado en el cuento de Julio Cortázar.

Un país oscuro

Apodada como “la mujer de los perros”, observamos a Olderock en una silenciosa rutina diaria. Penetramos en sus sueños y la relación con su perro, pieza terroríficamente fundamental para su macabra labor.

Bestia trata con tacto lo complejo y retorcido del tema. Nos da un atisbo, una mirada por el cerrojo de una puerta. Nos inserta en su mundo privado, en su mente y su rabia. Símbolos, como un cassette rebobinado con lápiz, cabezas sin rostros y maleteros cargados, nos recuerdan sin dudas las tinieblas que dominaron el país.

Trabajo a la medida

La elección tanto de la materialidad, como del espacio y los personajes, se percibe absolutamente pensada. El efecto de porcelana otorga esa sensación acorde a la época, y también de frialdad. Algo que puede quebrarse, pero que irónicamente se ve duro e implacable.

En una nota anterior de Comiqueros, dimos un pequeño vistazo acerca del proceso de creación de este proyecto, en la entrevista a Andrés Cepeda, colaborador a cargo de la realización de las figuras en Bestia.

Bajo la Dirección de Arte de Constanza Wette, Producción de Arte de Cecilia Toro y  post producida por Diluvio, productora que dio a luz el inquietante proyecto de La Casa Lobo, es evidente que ninguna pieza queda al azar durante la construcción de este cortometraje.

Es de esperar que Bestia, siga sumando galardones a su repisa durante los próximos festivales.

Opinión personal

Hay cosas que nos gustaría creer que fueron fantasías, inventos o historias para asustar. Es difícil no tener escalofríos con este cortometraje a sabiendas de que está basado en hechos reales.

Me enteré de las atrocidades de Olderock hace un tiempo, en el libro Historia Secreta de Chile (I) de Jorge Baradit. El capítulo se titula: Ingrid Olderock: un monstruo chileno. No podía ser más acertado.

El rescate de estos relatos a través de la animación es inquietante pero necesario. La historia debe ser conocida, destapada y tratada con respeto hacia sus víctimas. La impunidad de las tantas violaciones a los derechos humanos seguirá siendo perseguida por cortometrajes como estos, por libros, por películas, ya que es una herida latente y sangrante que debemos reconocer para no volver a repetirla.