All Elite Wrestling (AEW): Reencantarse con la lucha libre

AEW es el innovador show de lucha libre del que todos están hablando y que, en poco tiempo, ha cautivado a millones de fans en todo el mundo.

Escrito por Lord Dragón

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Cuando escuchábamos hablar de lucha libre (en una época previa a AEW), nuestra mente de inmediato nos trasladaba a esos bellos recuerdos de infancia. Esas tardes de sábado en que sintonizábamos el canal La Red para ver la dosis semanal de lucha y Atangana. Además, se vienen a la mente los nombres de nuestras superestrellas favoritas, como La Roca, Stone Cold, The Undertaker, Triple H. etc.  

Si ponemos atención, notaremos que todos esos recuerdos correspondan a luchadores y programas de televisión pertenecientes a la empresa WWE, antes conocida como WWF. Esto no es casualidad, ya que, durante los últimos 20 años, ha sido la marca del señor Mcmachon la que ha dominado inalterablemente la industria de lucha libre a nivel mundial y ha llegado a todos los rincones del planeta mientras sigue aumentando su fortuna.

Se consolidó en estos años como un verdadero monopolio al que nadie se atrevería a desafiar.

Si bien durante estas décadas se mantenían activas cientos o miles de empresas de lucha, la mayoría eran de tamaño y poderío económico menor. Estas compañías pequeñas son catalogadas como independientes, lo que quiere decir que no están ligadas a ni patrocinadas por ninguna marca importante, no tienen shows ni contratos televisivos y en general no tienen un alcance masivo y sus ganancias son reducidas.

Solo unas pocas mantuvieron el nivel para atraer grandes cantidades de público y escapar de la etiqueta de independientes, aunque todavía lejos de los números de WWE.

Nacimiento de AEW

Todo cambió el año 2019, cuando una nueva empresa irrumpió con violencia en el negocio y todas las cabezas se dieron vuelta para mirar a este recién llegado que estaba dando mucho de qué hablar.

La revolución inició en ese mismo año 2019, cuando los luchadores independientes más reconocidos del planeta en ese momento, Kenny Omega, The Young Bucks y Cody Rhodes, estaban todos juntos luchando en Japón para New Japan Pro Wrestling y decidieron dejar dicha empresa en busca de nuevos horizontes.

De izquierda a derecha: Nick Jackson y Matt Jackson (The Young Bucks), Kenny Omega, Cody Rhodes

Fuertemente tentados para unirse a la todopoderosa WWE y con ofertas de cada empresa importante del mundo para pasar a formar parte de sus filas, sorprendieron a todos cuando finalmente anunciaron su futuro.

El multimillonario Tony Khan, de la acaudalada familia Khan (dueños de varias empresas y equipos deportivos) los citó a una reunión para discutir una idea. Les planteó una oferta y a la vez desafío de crear ellos una nueva compañía de lucha libre con el difícil objetivo de lograr reconocimiento mundial. Khan sería el dueño y el encargado del dinero, mientras que los cuatro luchadores se desempeñarían en las otras áreas del negocio basándose en su experiencia.

Aunque era una apuesta arriesgada, especialmente considerando sus ambiciosas aspiraciones de llegar a lo más alto, no titubearon al momento de dar inicio a esta nueva aventura que remecería el mundo de la lucha libre.

Se corrió la voz sobre AEW y, paulatinamente, tanto los fans como los luchadores empezaron a mostrarse interesados y expectantes del eventual debut de la compañía.

Contrataron luchadores importantes desde un principio, mostrando que iban en serio, y generando confianza en el producto.

Antes de su primer show, Tony Khan cerró un trato con la cadena televisiva TNT para realizar un programa semanal emitido por esa señal. Es decir que, previo al primer evento que realizarían, ya tenían asegurado un lugar en la televisión estadounidense.

Para su debut contactaron y contrataron tanto estrellas jóvenes y emergentes de prometedor talento, como veteranos experimentados de renombre internacional. Una de sus estrellas primordiales es el multicampeón y leyenda viviente Chris Jericho, que coincidentemente se coronó como el primer campeón máximo de AEW.

Meses después de su exitoso evento inicial, llegó finalmente el estreno televisivo de su programa insigne: AEW Dynamite. Los ratings y números de ventas fueron favorables, tanto así que un año después se anunció un segundo show para la TV, llamado AEW Rampage.

Hasta el día de hoy los espectadores se mantienen en cifras positivas y el show sigue firme cada semana, incluso al punto de poner en aprietos a la compañía rival por primera vez en muchos años.

Con el tiempo, otros luchadores se fueron uniendo a la empresa a medida que crecía su popularidad y que se veía en pantalla las grandes oportunidades recibidas por los luchadores, junto a las optimas condiciones de trabajo. Esto llegó a tal punto que los luchadores libres de contrato empezaron a preferir llegar a AEW antes que a WWE. Un hecho insólito nunca antes visto

Hablamos de grandes nombres como Byan Danielson (antes conocido como Daniel Bryan), Matt Hardy, el icono Sting y el mayor regreso de los últimos años, el retorno de CM Punk.

¿Qué ofrece AEW que otros no?

AEW destaca por ser distinta a las otras marcas que se pueden ver por la televisión. Aquí las historias y rivalidades son cruciales para su producto. No se arman luchas ni feudos (enfrentamiento entre dos luchadores o dos facciones que luchan tanto en el ring como fuera de él y en las declaraciones hechas por micrófonos) de un día para otro y los conflictos se cocinan a fuego lento para ser desarrollados a largo plazo, de modo que nada se de o se sienta apresurado y que las historias contadas sean de gran calidad.

Junto con eso, los luchadores tienen un buen grado de libertad creativa para decidir cómo deben verse, cómo deben actuar, qué maniobras deben usar y qué arco argumental debe atravesar su personaje. Ninguna decisión del aspecto creativo se toma sin el consentimiento del luchador que encarna al personaje y esto deja satisfechos a ellos mismos y, por sobre todo, a los fans que ven algo bien hecho.

Del mismo modo, las oportunidades que se otorgan (chance de pelear por títulos, luchas estelares, etc.) van en estricta relación con el desempeño en el ring y el carisma demostrado. Aquí no se les regala todo por el simple hecho de “ser del gusto del jefe” o por su apariencia física. Aquí el talento y la proyección cuentan a la hora de recibir lo que mereces.

En cuanto a la lucha misma, en el cuadrilátero de AEW se permiten varios estilos. La lucha clásica norteamericana, la lucha voladora y técnica de México, el estilo fuerte de japón, entre otros.

No hay movimientos prohibidos ni imposición alguna en su forma de luchar. Las estrellas pueden hacer uso de todo su arsenal si así lo desean y con ello demuestran su verdadero nivel y de qué son capaces. Esto se traduce en excelentes combates, cargados de intensidad y movidas que causan asombro.

Otro punto a favor es que en AEW no le ponen limites a los luchadores para que estos trabajen con otras empresas. Ellos son libres de aparecer en Japón o en México, por ejemplo, si así lo quieren. De hecho, la misma empresa ha realizado alianzas con otras compañías importantes como New Japan o Impact para “prestarse” talento y que en cualquier programa nos podamos topar con la sorpresa de ver a un luchador que nunca esperaríamos ver. Es un factor que vuelve muy atractivo el producto.

Lo mejor es que Latinoamérica no ha sido dejada de lado por AEW. Además de contar con un buen contingente de luchadores latinos, hay una mesa de anunciadores en español para todo su publico hispanoparlante. Por si esto no fuera poco, en vistas del gran recibimiento que tuvo su programa en el cono sur, el canal Space compró los derechos de transmisión de sus programas. Esto significa que cada miércoles podemos ver AEW Dynamite en vivo y en directo por dicha señal, mientras que el programa AEW Rampage es transmitido en vivo por el canal de Youtube de Space.

Pero eso no es todo, desde hace un par de meses el canal TNT Sports también ha empezado a transmitir semanalmente AEW Dynamite

No hay excusas para perderse los shows semanales.

Opinión personal

Creo que la llegada de AEW es lo mejor que le pudo pasar al mundo de la lucha libre. No solo es positivo por ofrecer un producto de máxima calidad y darle la oportunidad de brillar a talentos que estaban siendo desaprovechados, sino que también por constituirse como una real alternativa a WWE.

Da lo mismo cuál programa o cuál empresa prefieras ver o seguir como fanático, lo importante es que actualmente hay mayor variedad disponible y podemos apreciar distintos estilos o formatos de lucha. Mejor aún, la popularidad de AEW la ha catapultado a convertirse en un rival o competencia para la empresa del señor McMahon. Esto significa que ambos contendientes están obligados a dar lo mejor de sí y a intentar ofrecer un producto cada vez mejor.

Al fin y al cabo, si ambos compiten, quien gana por sobre todo es el fanático de la lucha.

Con AEW he vuelto a disfrutar de la lucha y a no perderme ningún programa. Es un producto realmente entretenido e innovador que nos obsequia combates de antología precedidos por historias apasionantes.

Te invito a que le des una oportunidad y veas alguno de sus programas. Si antes veías lucha libre y en algún momento te aburrió o te dejó de agradar, tal vez este programa logre que te enganches nuevamente con este divertido deporte y termines disfrutando como cuando eras niño.