[Transformers] Cybertron en llamas. Parte 1

La batalla por el destino de Cybertron, el planeta de los Transformers, continúa subiendo de nivel, y todo está en juego.

Escrito por Milo

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La guerra ha comenzado. El futuro del planeta pende de un hilo y, desde ahora, ya no habrá paz

Esta reseña contiene spoilers moderados y comprende los números 1 a 12 de la serie Monstrosity.

La historia

Comenzamos con los Dynobots, quienes están intentando desesperadamente conseguir los recursos suficientes para poder escapar del planeta. Han sido reducidos a forajidos y ladrones, y lo que es peor, guardan un terrible secreto dentro de ellos, algo que puede crear más destrucción de la que ya ha asolado la superficie del planeta.

En tanto, la emotiva victoria de Optimus y compañía sobre los Decepticons parece haberse esfumado, ya que el conflicto es con la población civil en general, y con Dai Atlas en particular. Atlas asegura que todo está perdido en el planeta, y el destino de los transformers es ir a las estrellas.

Por supuesto, la población es carne fácil para los problemas y, por si todo esto fuera poco, la escasez de energon que persiste desde los tiempos anteriores no arregla nada, haciendo que los intentos de Optimus y compañía por resguardar la seguridad luzcan como el inicio de un nuevo orden tiránico.

Por otro lado, los Decepticons están pasando también malos momentos. Después de la paliza recibida en el clímax de Autocracy, Megatron está en pésimas condiciones, y esto es aprovechado por el maniático de Scorponok, un ‘con ansioso de poder que impone su gran presencia y fuerza.

Como una forma de ganarse el miedo de los demás, Scorponok deja a Megatron como un despojo viviente en un devastado planeta; según sus propias palabras, abandonarlo servirá para que cualquiera que piense en desafiarlo, sepa que le espera un destino peor que la muerte.

Ahora el plan de Scorponok supera la rebelión de Megatron, y él decide que lo necesario es convertir el planeta en una gigantesca arena de combate, en donde sólo los más fuertes logren sobrevivir.

De vuelta en Cybertron, es momento de hablar de la escasez de energon. Gracias al derroche y consumo desconsiderado a lo largo de generaciones, el planeta languidece, y como cualquier cuerpo celeste, empieza a castigar a sus habitantes. Es en este contexto que los Dynobots deciden atacar una refinería, con el fin de apropiarse del combustible. Son sorprendidos por los Decepticons, quienes tienen la orden de tomar el lugar y con ello poner en jaque las ya escuálidas reservas de los Autobots.

Osado como siempre, Grimlock activa la alarma para hacer que lleguen los ‘bots, pero las cosas se salen de control y se revela algo terrible: los dynobots tienen un modo alterno salvaje, el cual es casi imposible de controlar. Scorponok, viéndose sorprendido y superado, no encuentra nada mejor que activar un detonador en plena refinería, volando por los aires a todo el lugar, el energon y a cientos de civiles en los alrededores.

La monstruosidad no solo está en Cybertron. Mientras estos peligros acechan a la débil paz, Megatron no ha muerto, y se arrastra por los inmundos y tormentosos parajes de un planeta habitado por todo tipo de peligros. Casi cualquiera sucumbiría ante semejantes amenazas, pero Megatron está hecho de algo mucho más poderoso que el acero, y pronto comienza a asociar a los seres que ahí viven y las inclemencias del mundo en el que está, con su pasado remoto. Él se forjó en las arenas de combate… ¿Por qué no luchar ahora en las mismas condiciones, cuando en la actualidad posee más experiencia que antes?

Así, rearmado su cuerpo con partes de chatarra, y aprendiendo a conocer el sitio que lo rodea, se convierte en un ser monstruoso, digno rival del mundo en el que se encuentra; y tiene la fortuna de encontrarse con Pentius, un antiguo ser que le relata el origen y caída de ese mundo.

Este le da algunas nociones de cómo salir de él, a tiempo para la llegada de los Terrorcons, quienes pretenden matarlo para quedarse con un triunfo que Scorponok esquivó tener en sus garras. Este monstruoso Megatron somete a sus supuestos verdugos, y tras tomar la spark de Pentius, se dispone a recuperar lo que le pertenece.

De vuelta en Cybertron, un equipo de científicos liderado por Jetfire encuentra, en el cráter dejado por la explosión de la refinería, dos problemas nuevos: uno de ellos es una fuente de energon muy abajo en el suelo, infestada de seres violentos y caracterizada por ser volátil e inestable. El otro es Trypticon, dormido por eras bajo los cimientos de la ciudad.

El energon podría refinarse y acabar con la escasez, pero el lagarto es un problema imposible de soslayar. Y cuando nada puede ir peor, Optimus se ve obligado a permitir que quien quiera irse, se vaya, ya que la presión social y los constantes ataques de Dai Atlas tienen a los habitantes al borde de un colapso total.

Es en este contexto que los Decepticons lanzan un ataque a las naves que van saliendo del planeta, como una pantalla para despertar a Trypticon y arrasar de una vez por todas con la sociedad. Con Metroplex en modo ciudad y sin energía, Optimus lidera una lucha imposible por salvar a los civiles y dirigir la artillería pesada en contra de una bestia imparable, cumpliendo lo primero, pero fallando estrepitosamente en lo segundo.

Al mismo tiempo, Megatron vuelve, masacra a su temporal reemplazo sin matarlo y toma el control de todo, estando a un paso de eliminar a un maltrecho Optimus, de no ser por la providencial llegada de los Dynobots, quienes demuestran un extremo poder, siendo capaces de equilibrar la balanza por el momento.

La sorpresa llega por parte del lagarto, quien engulle a Grimlock y a Megatron en medio del caos, obligándolos a unirse para sobrevivir. Se genera una sorprendente y eficiente alianza, que termina con Trypticon derrotado y una suerte de débil tregua, en donde los Decepticons reclaman la ciudad y al lagarto como parte de su territorio. Los Autobots deben replegarse a las ruinas de una sociedad más vacía por causa de los que han emigrado.

Análisis

En el apartado gráfico, poco que aportar que no se haya dicho en Autocracy, ya que esta es una secuela emocional directa de la mencionada saga. Sí comentar que en la paleta de color, los rojos ganan mucho espacio, y que el uso de las sombras es fundamental para dar el aspecto monstruoso de Megatron, Junkion planet y el vientre de la bestia.

Esta, mucho más que la anterior, es una historia dura, que muestra la caída no sólo de Cybertron sino de su especie, de la fe, del líder de los Autobots, del poder de la matriz, y más aún, del futuro para todos ellos. Después de esto, es difícil pensar que haya un mañana luminoso.

Equipo creativo

Argumento: Chris Metzen y Flint Dille

Arte: Livio Ramondelli

Rotulación: Tom B. Long

Si tienes comentarios o dudas, hazlas con toda confianza. Nos encontramos pronto en la siguiente parte de esta serie de reseñas: Cybertron en llamas. Parte 2.

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