¿Qué tan hondo puede ser el abismo de un ser humano? Es una pregunta difícil de responder. La maldad humana como tal no tiene una explicación científica completamente comprobada. Sí sabemos que, de alguna manera, hay algo llamado El Factor D, que da indicios del origen intrínseco de esta misma.
Pero cuando buscamos encontrar la justificación a la maldad, los seres humanos tendemos a inculpar individualidades y no a buscar causas sistemáticas. Los ambientes influyen en las formas de ser de las personas, no hay nada más cierto que eso, y son determinantes a la hora de formar nuestra personalidad y nuestras virtudes con miras al crecimiento y el desarrollo.
Indigno de ser humano, es un manga ilustrado y guionizado por Junji Ito en el año 2019. El manga, que ECC Ediciones dividió en 3 tomos, es una adaptación de la obra literaria Ningen Shikkaku (Descalificado de ser humano), del autor japonés Osamu Dazai. Esta novela, publicada en 1948, es considerada la obra maestra de Dazai y la segunda más vendida de Japón después de Kokoro, de Natsume Soseki.
Vademécum
Una pareja se amarra mutuamente y se lanza a un profundo río en medio de una noche de invierno de 1948. Ahí, los pensamientos del hombre aparecen: ¿Ahora, realmente voy a morir?
Hay un salto temporal y aparecemos en la vida de Yozo Ooba, un adolescente que pertenece a una familia acomodada. Yozo lleva una vida falsa. Camufla de muy buena manera su sufrimiento tras una careta de persona que hace payasadas y siempre busca hacer reír a quienes lo rodean, desviando así el posible interés que puedan sentir sobre su estado.
Detrás de esta máscara, está un niño que es abusado por los sirvientes de la casa, violado y acosado. Este será el inicio de un historial de violencia que no se detendrá, y que tendrá las catarsis más caóticas que se pueden pensar.
Yozo huirá de casa, e irá de pueblo en pueblo contaminando emocional y psicológicamente a quienes lo rodean, así como también Ooba se irá percatando de que existe un miedo creciente en su interior. Malas decisiones que serán tumores a expulsar, y que harán estragos en él, solo para inmiscuirlo en el pensamiento recurrente del miedo, a la sociedad y a los seres humanos.
Habrá finales trágicos constantemente, y las experiencias e introspecciones de Yozo darán espacio a la filosofía nihilista y existencialista, buscando darle un giro a su propia vida. Pero este giro no llegará, y finalmente Yozo perderá todo indicio de su humanidad, la perderá en su actuar, en sus pensamientos, en las emociones y en la forma de comunicarse.
Desmembramiento
Hablando desde el desconocimiento del libro (no he tenido la chance de leerlo), Indigno de ser humano genera sí o sí una sensación ambigua. Por un lado, tenemos la visión moralista de nuestros acuerdos de normalidad que nos dicen que los actos de Yozo son malos, que es una mala persona en realidad y que no es capaz tampoco de poner de su parte para poder mejorar.
Pero por otro lado, tendemos a generar una empatía. Esto se debe al rol omnipresente que se le da al lector en todo momento, donde podemos apreciar las crisis constantes que ocurren en la vida de Yozo. Esta es la ambigüedad, pero yendo aún mas allá, también es un mensaje.
Hay varias reglas de oro en el convivir social; por ejemplo: “no hagas a otro lo que no quieres que te hagan a ti”. Pero hay una que siento que calza prioritariamente en este relato: “hay que ser amable con todas las personas porque no sabemos que luchas internas están teniendo”.
Acá es donde se genera el segundo punto. Nosotros sabemos lo que le pasa a Yozo, sabemos su historial, cómo han sido con él y cómo esto afecta su forma de pensar. Esto es un llamado de emergencia al convivir social, puesto que toda la trama termina determinando de que Yozo en una persona que pierde su humanidad, pero… ¿Qué lo lleva a perderla? ¿Es una determinación de juicio social? ¿Son sus actos? ¿O es un mecanismo de defensa de la sociedad enferma que busca proyectar en los demás su propio funcionamiento enfermo?
Tiempo atrás leí por ahí: ¿Qué hubiera pasado con Hitler si hubiese sido aceptado en la academia de artes? Frente a esta incertidumbre contextualizo: ¿Qué hubiera sido de Yozo si hubiese tenido una familia que lo quisiera y lo escuchara, para así encaminarlo en desarrollar buenas virtudes y emociones para afrontar la vida? Son preguntas de las qué jamás sabremos las respuestas, pero que nos invitan a reflexionar que el ambiente determina todo y hay que saber cuándo y dónde actuar.
Las situaciones tristes de Yazo, el suicidio de su amigo, las adicciones al tabaco, el alcohol y la prostitución, los suicidios de sus compañeras y el amargo final, cargan la obra de un realismo respecto a las cosas padecidas por su protagonista, tratando ser lo más fidedigno a los sentimientos que su autor busca plasmar en diferentes situaciones. Cabe recalcar que la novela original contiene mucho material autobiográfico del autor.
Epitafio
No quise ahondar mucho en los hechos que van ocurriendo a lo largo del tomo, porque quiero realmente influenciar a quien lee esta nota que busque el manga y lo disfrute. Independiente de lo grotesco que llega a ser a veces, lo crudo que puede tornarse y lo reflexivamente depresivo que es, también es una obra trascendente y pulcra.
Se nota la dedicación y el compromiso del maestro Junji Ito con la representatividad y el simbolismo de la novela clásica. No solo se aprecian las características ilustraciones del autor, de rasgos asombrados y grotescos, sino que también aborda otro estilo de dibujo menos usual en su obra, como desnudos, naturaleza muerta e impresionismo.
Para concluir, la obra es un 10/10 dentro de los trabajos del autor. Entrega las sensaciones de inseguridad, la incertidumbre del futuro, la ansiedad para el lector y la desgracia para el narrador. Es abundante en contenido reflexivo y de un alto calibre en cuanto a la historia misma, lo que lo vuelve sin duda una experiencia que se aleja un tanto del terror al que nos tiene acostumbrado, y que busca, de alguna manera, acercarnos un poco más a nosotros mismos.
Mucha gente, pocas personas.
Diógenes