The Office: Una serie redonda.

Revisamos la versión americana de la aclamada serie The Office, que hoy arrasa en Amazon Prime Video. Una sitcom que tiene de todo.

Escrito por FanoPetrikov

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Hacer una sitcom tiene su ciencia. Es tanta la variedad disponible de series bajo el mismo yugo, que crear cosas innovadoras es cada vez más complicado. Algunos intentos son pretenciosos, otras tienden a parecerse mucho entre sí, mientras que otras están destinadas al fracaso por su humor.

Triunfar con una sitcom y exportarla para nuevas adaptaciones es un indicio de éxito, y pocas series han logrado llegar a tantos países para ser habilitadas en su propia cultura, y este es el caso. The Office logró abrirse camino desde Inglaterra para el mundo, e incluso en Chile existió una versión llamada La ofis que trasmitió canal 13 tiempo atrás sin mucho éxito. Pero a la que sí le fue súper bien fue a la versión de Estados Unidos, ganadora y con rating, y de ella hablaremos ahora.

Sinopsis y argumento

The Office es una serie británica creada por Ricky Gervais en el 2001 y que alcanzó las dos temporadas. Posteriormente fue exportada a USA, dirigida por Greg Daniels y apoyada en guion por el mismo Gervais. La serie americana comenzó su emisión en Marzo del 2005 bajo la cadena de la NBC. Logrando un largo camino de 8 años, bajo 9 temporadas y 188 episodios, hoy disponibles en Amazon Prime.

La serie está realizada en un estilo documental (no documental), dentro de una oficina de una empresa de papel, Dunder Mifflin Paper Company, relatando la rutina diaria de sus empleados por muchos años. Este método de grabación, que al final busca emitirse dentro de la misma serie como un documental, permite que sus protagonistas rompan constantemente la cuarta pared.

A lo largo de toda la serie, se mantiene la mayoría de su elenco, y si bien varios personajes se van retirando o siendo menos recurrentes en la serie, constantemente permanecen a través de llamadas, videos o situaciones puntuales en algún futuro.

La mirada productora de este documental se inmiscuye constantemente en las vidas personales de los protagonistas, abordando sus relaciones interpersonales, laborales y sociales. De alguna manera, no hay nadie que quede fuera de esto, permitiendo que el espectador logre encariñarse con sus personajes, identificarse con algunos y empatizar con otros.

Dosis exacta de todo

The Office, a pesar de estar centrada en el hacer reír, contiene una dosis de todo. El tener una gran variedad de personajes dentro de una oficina donde todos conviven, hacen que la gama de personalidades logre relacionarse en diferentes aspectos, dando paso a circunstancias y contextos que se viven paralelamente, junto con otros que trabajan a modo de cadena, entregando una montaña rusa de emociones al espectador y repartiendo protagonismo según sus participantes.

El romanticismo, por ejemplo, es una constante en Pam y Jim, entregando el lado protagónico cuando se habla de este género. Si bien más parejas y relaciones se desarrollan dentro de la serie, estos logran hacer progresar su amorío como el eje central del concepto. En cuanto al drama, este se desarrolla más profundamente en temporadas avanzadas.

Cuando los puntos esenciales de los personajes están explicados, comienza a vivenciarse la vida personal de cada uno. Acá es cuando las dosis de drama se hacen presente, mostrando, incluso de manera poco privada, los nudos que cada uno tiene en sus vidas. Esto da también pie para incluir relaciones de apoyo y soporte entre los compañeros de oficina.

Otros géneros aparecerán dentro de las dosis de humor de sus capítulos, algunos musicales, otros más de suspenso, también algunos episodios más emocionales. Viajes fuera de la oficina e intentos por ser algo más que compañeros de trabajo.

Buenos Personajes

La variedad en sus personajes hace de The Office una maravilla. No recurren solamente a la literalidad a la hora de mostrar las conductas de sus protagonistas, sino que también hay ciertos aspectos que se mantienen como privados, siempre será un misterio Creed Branton.

Es imposible no identificarse con alguno de ellos, de entender su forma de ser, ya sea por la excentricidad de Dwight, por ejemplo, quién mantiene una rigurosa educación cívica y se siente encargado constantemente de ser responsable, heredero de una cultura media alemana ortodoxa; todo esto hace de este personaje algo entrañable para The Office.

Michael Scott es la encarnación del peor jefe del mundo, aunque él se denomina todo lo contrario, pero detrás de todo este desagradable personaje, está una vida cargada de soledad con la que se aprende a lidiar. Por otro lado, Jim y Pam, no solo son la pareja de The Office, sino que sus historias por tratar de ser mejores personas para ellos mismos, los llevarán a ser de los personajes más desarrollados de la serie. Andy y su sensación de ser un desplazado, Meredith y su cansancio de la sociedad, Oscar y su consciencia de que siempre se puede ser más, Kevin y su goce del día a día… Cada personaje es un mundo nuevo.

Final bien cerrado y disponible

Evitando todo tipo de spoiler, el final de The Office no me dejó el mismo vacío que sentí con FRIENDS o Community. Siento que es un final bien planteado, no solo porque es integrativo y de alguna manera todos viven bien y felices. El final de The Office es una oda a la constancia.

El crecimiento personal de sus integrantes permite una conclusión mucho más intensa de lo que se espera. El recorrido por sus vidas, las distintas circunstancias y la visión interna de ellos dejan algunas enseñanzas. Entender, por ejemplo, que depende mucho de uno el cómo abordar las situaciones que nos pone la vida, es muy personal independiente de si el tinte que le daremos será positivo o negativo.

Por otro lado, The Office cierra destacando lo importante que es tomar riesgos en la vida. Estas instancias decisorias se dan solamente cuando la constancia prima y no hay nada de malo en que de pronto queramos tener prioridades que cuiden de nuestro propio bienestar. El final cierra muy bien esto, porque desarrolla a todos los personajes a lo que siempre quisieron.

Pero por sobre todo, The Office nos muestra que por muy densa, fome y pesada que sea nuestra rutina, mantener el humor dentro de ella y una fuerza interna que jamás nos permite sacrificar nuestra felicidad, será sin duda, la respuesta al conclusión de nuestra propia vida.