Con la llegada del fin de año corresponde también el acercamiento de aquellas películas. Metrajes contendientes a ganadores de premios, que han girado por festivales durante el año o que se estrenan estratégicamente en éstas fechas. Y sin quedarse fuera, Netflix nos trae El Poder del Perro.
Con nominaciones en los ahora polémicos Globos de Oro a mejor película/drama, mejor directora y guion (Jane Campion), mejor actor de drama (Benedict Cumberbatch), mejor actriz de reparto (Kirsten Dunst) y mejor actor de reparto (Kodi Smit-McPhee), plasma sus méritos ante la crítica dejándola no solo entre las grandes competidoras, sino como una de las mejores películas del año.
La historia comienza con los hermanos Burbank, Phil (Cumberbatch) y George, interpretado por Jesse Plemons (Breaking Bad, El Camino, Fargo) en Montana del viejo oeste. El reciente matrimonio de George detona en Phil complejas emociones que iremos entendiendo a lo largo de un incómodo y atrapante relato que es El Poder del Perro.
Con una importante carga al thriller y al terror, en contraposición con la belleza formal entregada por su directora, la película logra crear una atmósfera sin igual. Incómoda, oculta, y llena de secretos pero a plena luz del día. Sin demasiado texto, el relato deja a los personajes tomarse su tiempo para accionar, haciendo avanzar la historia y revelar lentamente lo que hay entre líneas.
El querido Doctor Extraño
Destacando principalmente al personaje de Benedict Cumberbatch, que si bien sorprende gratamente por las capas de las que dota a su personaje, no se aleja demasiado del papel al que estamos acostumbrado a verle encarnar. Interpretando a Phil, una mirada incisiva al arquetípico cowboy que carga con la pesada mochila/coraza de la masculinidad. Presentando una profunda homofobia internalizada que revelará ser también un constante odio a sí mismo.
La tensión se hace presente en todo momento. De principio a fin existe una mezcla de sensaciones, increíblemente entregadas por la pantalla, de peligro, tensión sexual e incomodidad. Es sumamente interesante que hasta casi el final de la película, el espectador aún pueda tener dudas de qué es específicamente aquel dilema que atraviesa a todos los personajes.
Personajes complejos / Relaciones complejas
La obra posee personajes que parecieran vivir en un mundo donde todo está al borde del abismo, donde todo está a punto de estallar y ser revelado, pero que a su vez logra encontrar el equilibrio (precario y necesario) para mantener todo en calma. Un mundo conmovido y en conflicto que se esconde detrás de una bizarra y aparente dignidad.
A su vez, cada interacción entre personajes es oro. La tensa y violenta relación que entabla Phil con su ahora cuñada Rose (Kirsten Dunst) es desesperante. Esta se complejiza aún más cuando tío y sobrino (Kodi Smit-McPhee) comienzan una perturbante relación, de la que solo se pueden deducir intenciones, a veces incluso contrarias, hasta el final de la película.
Todo lo anterior se mezcla con un cuidado particular tanto en actuaciones y cinematografía, haciendo de la sutileza una parte importante de la narrativa. También se vuelve fundamental al exigir atención al detalle al espectador de maneras muy orgánicas, sumado al trabajo bellísimo de, literalmente, “encuadrar“ postales que muestran la inmensidad y el movimiento abrumador de los personajes y naturaleza.
Compitiendo junto a otras como C’mon C’mon (Mike Mills), Tik, Tik… Boom! (Lin Manuel Miranda), West Side Story (Spielberg) o Don’t Look Up (Adam McKay), no nos queda otra que sentarnos y esperar a ver el alto y fuerte nivel de cinematografía que nos ofreció y termina de ofrecer este 2021.