Un detalle que puede notarse fácilmente en reseñas como Drácula, Carmilla y el especial de Lovecraft; es que muchos de estos autores tienen dos grandes características en común: El ser capaces de tomar tropos que ya se trabajaban en su época, pero sacandoles mucho más provecho que sus contemporáneos y haber innovado, al menos de una forma, en el canon literario de su época.
De todas las que hemos visto hasta el momento, si hay una que puede jactarse de haber marcado un punto y aparte en la literatura, es Frankenstein de Mary Shelley.
Publicado en 1818, esta novela de ficción gótica llegó para destrozar muchísimos de los tópicos que se venían trabajando hasta ese momento y que, posteriormente, influirían en muchos medios de la cultura pop.
Pero antes de hablar de aquello que lo hace tan grande, detengámonos en hacer un breve resumen de la trama, pues, aunque interesantes, otros medios han hecho poco por mantener su esencia: Un marinero llamado Robert Walton, quien se dirige al polo norte, se encuentra con un vagabundo famélico y al borde de la locura, llamado Victor Frankenstein, quien le cuenta cómo su sed de conocimiento le llevó a la creación de un monstruo horrible, desencadenando la serie de sucesos que ha destruido su vida.
La primera cosa que hace tan especial a esta novela, es que podemos encontrar en ella al precursor de la ciencia ficción, algunos incluso la consideran la primera de este género dado su genuino enfoque en la ciencia y sus consecuencias si esta se practica irresponsablemente.
Para explicar otra de las cosas que la hacen importante, debemos detenernos en la metáfora que implican los monstruos en la literatura. Pues el uso de seres mitológicos o criaturas de pesadilla suele usarse para expresar los miedos y ansiedades de una época, razón por la que suelen ser destruidos. Si te interesa el tema, te recomiendo ver este video.
En Frankenstein el monstruo es tratado como una aberración de la naturaleza, pero sus temores son explorados y vistos como algo perfectamente plausible tras el abandono de su creador. Incluso, el mismo texto pone de manifiesto que su maldad es netamente culpa de Víctor por haberlo abandonado a su suerte; otro detalle importante, es que su atractivo como criatura (pues en el libro, es descrita como un ser hermoso con un color de ojos extraño y algo inquietante a la vista) no es motivo de lujuria o erotismo como si podremos ver más adelante con las vampiresas Carmilla y Clarimonde. Esta empatía para con el monstruo es algo que no se repetirá hasta El fantasma de Canterville y no se volvería tendencia hasta tiempos modernos.
Como si todo esto no fuera suficiente, el libro también recoge lo mejor de la novela gótica inglesa: Paisajes idílicos pero melancólicos, el lento descender de nuestro protagonista a la locura, la culpa, el monstruo que dentro de todo no deja de ser horripilante y cuyas apariciones son absolutamente escalofriantes; todo esto mezclado con la reflexión sobre la ciencia que hablamos al principio.
Finalmente y como último punto a favor, la manera en la que está escrito Frankenstein es absolutamente revolucionaria para su tiempo: Pues todo lo que leemos es una carta que un marinero envía a su hermana, es decir, que tenemos un relato dentro de otro, e incluso, en ocasiones es el propio monstruo quien toma el control de la narrativa, haciendo que tengamos una multiplicidad de voces increíble para un libro de este tiempo.
En resumidas cuentas, Frankenstein es un libro increíble, cuyo análisis sería demasiado extenso para tratar en una reseña, pero si cualquiera de las cosas que te he dicho ha despertado tu curiosidad, lo mejor será que lo tomes y leas, no tiene pérdida.