Review: Celeste – Cualquiera puede jugar

Celeste es una preciosa combinación narrativa y mecánicas intensas, con un acabado artístico increíble. Madeline nos hará vivir una experiencia inolvidable.

Escrito por J Martínez

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Celeste es un videojuego independiente desarrollado por Matt Thorson y Noel Berry, en el que guiaremos a la protagonista llamada Madeline en su intento por escalar la montaña Celeste. El título usa las plataformas de manera perfecta, cambiando constantemente de mecánicas para evitar la repetitividad, pero siempre manteniendo un nivel buen nivel de dificultad y exigencia. Sumándole un increíble diseño gráfico, una gran banda sonora y una narrativa fuera de la regla. Celeste es el juego independiente que debes jugar.

Pocas veces me he visto en la situación de poder decir que cualquier persona podría (y debería) jugar a X juego. Creo que, al igual que cualquier producto, los videojuegos tienen un público objetivo que disfrutarán más un producto que otras personas. Es por esto que, aun cuando obras como GRIS me han encantado, no puedo recomendarlas a todo el mundo, porque sé que hay gente que no anda buscando ese tipo de juego, lo que hace muy probable que no lo disfruten tanto como yo.

Pero Celeste me hace olvidar todo esto. Todos deberían probar Celeste. Todos pueden jugarlo, todos pueden disfrutarlo. E incluso, gracias a una majestuosa decisión, todos pueden terminarlo.

Originado a partir de una Game Jam de 4 días, Celeste elevó los estándares de los juegos independientes al máximo, teniendo una calidad que lo llevó a competir por ser el GOTY el pasado año. Y es que todas las decisiones de diseño están tan, pero tan bien tomadas, que el resultado final no podría haber sido mejor de ninguna forma.

Viejo y querido Pixel Art

Las visuales dentro de los niveles no redescubren ninguna técnica olvidada ni innovan de ninguna forma. Pixel Art, puro y duro. Celeste toma la técnica clásica de los juegos indies y la usa de forma increíble. Todo está dibujado de forma increíble, sin fallos. Los niveles y sus fondos serán preciosos en todo momento, usando una gran variedad de colores distintos en una gran variedad de lugares. Pasaremos por ciudades abandonadas, por ruinas o hasta un hotel desordenado. Todo aporta a definir un estilo visual que se trabajó, sin lugar a dudas, hasta el más mínimo detalle.

Otros estilos artísticos también hacen acto de presencia en el juego. En el menú tendremos un modelado 3D de la montaña muy simpático y funcional, mientras que podremos conocer los rostros de los personajes que vayan apareciendo cuando estos hablen, ya que aparecerán textos con sus respectivas caras en una ilustración. Estas también aparecerán en momentos en que la narración toma peso y nos darán una perspectiva más natural y acogedora de lo que va sucediendo.

Pero la gran estrella en todo lo que a visuales respecta, son las animaciones. Celeste no funcionaría si estas no estuviesen tan espectacularmente bien definidas. Desde los pequeños saltos que Madeline da, pasando por el indispensable dash, hasta las interacciones con cada una de las mecánicas nuevas que cada nivel nos irá presentando. Todo movimiento está definido de forma perfecta, respondiendo de forma natural al control de nuestro personaje y logrando, en conjunto con el control (del cual hablaré después), algo esencial en los títulos de plataformas; si mueres, es porque tú fallaste.

Energía para superar los niveles

La música de Celeste es especial. El OST compuesto por Lena Raine cuida meticulosamente cada melodía que pone en sus niveles, los que siempre terminarán con una canción lo suficientemente enérgica como para darnos es impulso necesario cuando estamos fallando una y otra vez. Además, más allá de que la banda sonora está muy bien compuesta de por sí, el juego utiliza al mismo tiempo una progresión excelente. El comienzo de nivel, por lo general, empezará con melodías más calmadas para que nos acostumbremos a las nuevas mecánicas, para luego ir progresando a las movidas canciones ya mencionadas. Punto aparte para las canciones reservadas para las «batallas«. Aquí la música llega a niveles demenciales de motivación, dejándonos en un estado de éxtasis cuando el nivel finaliza.

Los efectos de sonido están muy bien logrados también. Cada nueva mecánica introducida tendrá su correspondiente sonido nuevo, los cuales se mezclarán con la música de forma natural. Así, cualquier acción que realizamos o esté sucediendo en pantalla será perfectamente reconocible sólo por sus sonidos, ya sea un dash, un salto, un desprendimiento de una parte del escenario o hasta el soplo del viento.

Narrativa madura y fuerte

La premisa de Celeste es muy simple; una chica llamada Madeline quiere subir una montaña. Pero la forma en que le ejecuta y desarrolla es sublime. El desarrollo de personajes es impecable y el uso de los temas centrales de la historia es ejemplar. La empatía por nuestra protagonista será prácticamente instantánea, lo que nos llevará a mayor motivación al tratar de superar las pruebas que la montaña Celeste nos pondrá en frente.

Madeline tiene un desarrollo de personaje que muchas películas envidiarían, y estará fuertemente influenciada por personajes con conocimiento tanto de la montaña como de la vida. Además, en el ascenso, iremos conociendo al principal «antagonista» de la historia, quien también tendrá mucho que ver en el crecimiento de Madeline.

El juego pasará por temas como la superación personal, la depresión, la ansiedad, entre otros tópicos. El primero no sólo irá apareciendo en el desarrollo de nuestra protagonista, sino que en nuestra misma motivación para superar las difíciles fases. De hecho, al terminar la primera pantalla aparecerá un mensaje (que bien podría ir dirigido tanto al jugador como a la protagonista) que dice «puedes hacerlo» para impulsar esta superación. El resto de tópicos será parte del viaje de Madeline, pero no aparecerán como una mera mención como otros títulos hacen. Aquí se trabajan, se desarrollan y se superan. Usando las mecánicas, una historia conmovedora y unos personajes con quienes empatizaremos muy rápidamente, Celeste plantea una narrativa ejemplar que, personalmente creo, supera incluso a títulos AAA en la industria.

Habiendo mencionado las mecánicas, me parece muy importante destacar que estas funcionan en sincronía con la narrativa. Morir y reaparecer es cuestión de 2 segundos, por lo que la posibilidad de volver a intentar una fase es instantánea, incitando la superación personal en todo momento. Por otro lado, cerca del final del juego hay una mecánica interesante que funciona a la perfección con lo que sucede en la historia en ese momento.

Innovación y renovación

Todos los niveles siguen un mismo patrón. Comenzaremos el nivel, el cual nos mostrará una mecánica nueva en una especie de pequeño tutorial. Luego irá incrementando la dificultad de esta mecánica, al mismo tiempo que puede sumar un par de sub-mecánicas. En el final del nivel, todas las mecánicas, al igual que nuestra habilidad, serán puestas a prueba. Lo importante aquí es que cuando un nivel termina, el uso de la mecánica termina ahí, dando paso a una nueva en el siguiente nivel. Esto le da un aire refrescante a cada paso que damos en el juego, manteniéndonos siempre enganchados a este. Además cada mecánica por sí sola ya es muy buena. Tendremos las clásicas plataformas que se mueven,  pinchos que nos harán perder, habrán zonas en las que podremos pisar una sola vez, viento que nos hará movernos más rápido o más lento, entre muchas otras más. La variedad es importante aquí y absolutamente todas dan paso a niveles de locura que nos exigirán una concentración total.

Evidentemente esto es posible gracias a un diseño de niveles ejecutado perfectamente. No recuerdo ningún nivel que haya estado mal planteado o que haya alguna plataforma puesta con mala intención. Como dije antes, si mueres en Celeste, es porque tú fallaste. Además, el hecho de que los niveles sean, en general, bastante cortos, ayuda mucho al impulso para volver a intentarlo. Esto es una decisión sumamente importante, de hecho fue algo que critiqué de Super Meat Boy, ya que cuando los niveles se extienden más de lo que deberían aparece la frustración, y esto es algo que Celeste maneja muy bien.

Otro detalle importante es destacar cómo Celeste maneja sus secretos. Habrán varios coleccionables repartidos por los niveles, de los cuales habrán algunos que son más importantes que otros. Esto se debe a que hay algunos que desbloquearán mucho, muchísimo contenido adicional. Desde coleccionar una cantidad de secretos para desbloquear un nivel nuevo, hasta encontrar las Caras B (y C) de cada nivel. Estas serán una especie de reinvención de los niveles, usando las mecánicas de nuevas formas y subiendo la exigencia a niveles de locura. Como si fuese poco, aún más secretos estarán escondidos en Celeste, de hecho, hasta la versión inicial (presentada en la Game Jam mencionada anteriormente) será jugable en el juego, siempre y cuando podamos encontrarla. Todo esto le da una rejugabilidad increíble al juego, aumentando las 7-8 horas que duran los niveles principales a más de 12.

Ejemplo de inclusividad

¿Por qué dije que cualquiera puede jugar y terminar Celeste? Pues por su increíble modo asistencia. Aunque personalmente no lo usé, es una forma muy bonita de bajar la dificultad del juego. En vez de elegir al comienzo entre fácil, normal o difícil, el juego nos recomendará que juguemos sin el modo asistencia en una comienzo. y en caso de que nos parezca muy complicado, podremos activarlo para disminuir la dificultad.

Podremos bajar la velocidad de absolutamente todo en el juego, o elegir poder hacer el dash infinitamente. Cada opción está pensada para un área del juego que le puede parecer más difícil a alguien o más fácil a otro. Es gracias a esto que Celeste suma muchos puntos. Puedo recomendar el título a cualquier persona y este será capaz de disfrutarlo, sin discriminar ni segregar a jugadores con más o menos experiencia.

Conclusión

Sin lugar a dudas, Celeste es probablemente el indie más completo que he jugado en mi vida. No flaquea en prácticamente nada, usa su narrativa de forma sublime, usa muchas mecánicas que va refrescando todo el tiempo, tiene un detallado visual y sonoro sobresaliente. Como si fuera poco, además, tiene una curva de dificultad muy bien medida y, si esta te parece muy alta, siempre podrás hacer uso del modo asistencia, ya que no hay ningún tipo de penalización por usarlo.

La mezcla de todo esto da como resultado un juego que se siente muy personal. Una historia conmovedora que puedes hacer tuya, sobretodo cuando has pasado por alguna de las situaciones por las que Madeline pasa. Así, Celeste se posiciona, merecidamente, no sólo como uno de los mejores juegos del año pasado, si no como uno de los mejores juegos jamás hechos.

Celeste está disponible para PC a través de Steam y Epic Store (gratis hasta el jueves 5 de Septiembre), y para Nintendo Switch, PS4 y Xbox One a través de sus respectivas tiendas.