Reseña: Wolverine Honor, una joya de los 80’s

Chris Claremont y Frank Miller dieron vida en 1982 la primera historia de Wolverine en solitario, dando como resultado una historia increíble.

Escrito por Carlos Segovia

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En la Colección de novelas gráficas de Marvel traída por SALVAT a Chile y otros países de Latinoamérica se encuentra este volumen en tapa dura, edición de lujo con no solo los 4 números de la historia sino con material exclusivo que se mencionará al final de la reseña.

Con la experiencia de Chris Claremont el hombre que retomó el camino de éxito de los X-Men y Frank Miller quien ya en 1982 había hecho un estupendo trabajo con Daredevil, Marvel dio el vamos al primer número en solitario del mutante canadiense.

El cómic de Wolverine

Logan es el mejor en lo que hace como se mencionaba en otra reseña de la página y eso está claro no solo al verlo, sino al leerlo, porque en viñetas muy bien hechas con un juego de colores que contrasta con la acción y pulcritud vemos cómo Wolverine emprende la búsqueda de su amada Mariko hacia la tierra del sol naciente, preocupado ya que ella no respondía sus cartas, ni atendía sus llamadas.

Al llegar a Japón, su viejo amigo Asano Kimura trata de explicarle que Mariko estaba casada con quien Shingen Yashida, su padre, había decidido. Logan, colerizado ante esta situación, se dispone a verlo con sus propios ojos, yendo por un camino hacia la verdad y la venganza, tratando de redimirse al ser considerado un Samurai fallido que se deja llevar por sus emociones. En este cómic Logan hace un despliegue increíble de sus habilidades y deja en claro a sus enemigos que no es una bestia sin honor, sino un humano que aprende de sus errores.

Inesperados romances y verdaderas batallas de primer nivel es lo que veremos acompañando a Wolverine en estas páginas, viendo su camino de redención y crecimiento, demostrando que el mutante es el mejor en lo que hace, y esa frase, incluso, se queda corta.

El guion de Claremont

Como se menciona en el principio, Chris nos entrega un Logan feroz, temible pero honorable y justo. Los diálogos de este cómic de 1982 son muy emocionantes, no parece tener relleno en estos cuatro números haciendo que la historia avance de forma muy fluida, llegando a los clímax de manera casi natural. El manejo de diálogos y monólogos, le da al cómic de Wolverine una dualidad implícita que hace que esta historia se sustente y maneje con mucha emoción.

La Ilustración de Miller

Los lectores de cómics actuales han sido testigos de la evolución en las ilustraciones de Frank Miller (Batman, Sin City, Maldita), pero nadie podrá decir que este número se realizó a la ligera. El respeto a la historia del mutante se transmite en cada viñeta, en cada expresión de Logan y en el mismo Tokio que se representa aquí genera que la historia se desarrolle como se lo merece.

Aunque poco se menciona Glynis Wein, este debió tener un arduo trabajo como colorista de esta historia, ya que las escenas de transición y acción son sin lugar a dudas emocionantes, no solo por el dibujo, sino por el color que tan bien les acompaña.

Material extra

Al terminar la historia, la editorial SALVAT nos trae una galería con las formas en que el traje de Wolverine ha cambiado durante la historia, pasando desde 1974 que es donde aparece por primera vez en el increíble Hulk hasta el uniforme de la X-force de 2008.

Además de una breve historia de los orígenes de Wolverine en los cómics hay una semblanza sobre el guionista Chris Claremont, sin dudas interesante.

En Resumen

La Edición de SALVAT, es bastante completa y en un formato muy cómodo de leer, de agrado para los lectores. En Chile aún puede conseguirse por la tienda online de El Mercurio, en quioscos y comiquerías del país.

La historia en sí misma (para los fanáticos del cómic moderno) puede pasar algo a la rápida, pero si en sus mentes está que este volumen salió en 1982 y que aun en la actualidad, casi 40 caños después, es considerado un gran cómic con excelentes dibujos que transmiten una enorme emoción, debe ser por algo, ¿no?