Reseña: Stray, un felino entre maquinas o «humanos»

Analicemos brevemente Stray, el juego de BlueTwelve Studio que no dejará indiferente a nadie con su protagonista felino.

Escrito por Diego Sandoval

Comiqueros.cl » Vídeojuegos » Reseña: Stray, un felino entre maquinas o «humanos»

En el extraño 2020 saqué un artículo hablando sobre el porque marcar diferencias muy pronunciadas entre los AAA y los Indies pueden crear un mal elitismo y segarnos de sus respectivas falencias. Todavía sigo manteniendo esos pensamientos, pero los he trasformado en el sentido que estas dos formas de concebir al medio deben retroalimentarse para que uno mejore al otro, incluyendo a la ecuación a los AA.

Gracias a eso, los indies están empezando a mirar más en el 3D para crear propuestas vanguardistas como es el caso que nos ocupa. Stray, desarrollado por BlueTwelve Studio y distribuido por la emergente Annapurna Interactive, nos trasporta a un mundo cyberpunk habitado por máquinas, en donde un gatito deberá buscar su regreso a casa.

Aprovechando nuestras 7 vidas

Stray inicia con grupo de gatos explorando un área que parece abandonada por el ser humano y que la naturaleza a decidido reclamar. Los gatos exploran el área, cuando de repente nuestro protagonista se cae de una estructura hacía la alcantarilla. El gato trata de buscar ayuda y descubre que debajo de la superficie se esconden diversas arreas urbanas habitadas por máquinas que toman el manto de responsabilidad que tenían los humanos.

En este inicio, nosotros nos topamos con una máquina pequeña que nos servirá de guía en este confuso mundo. En lo que parecía ser un simple viaje por recobrar nuestro camino a casa, todo se volvió en una labor de liberar a toda una estirpe de máquinas que quieren recobrar un mundo que antes su «humanidad» ostentaba.

La obra tiene una premisa simple de la cual sostiene narrativa y aspectos jugables, pero que la vez hay una tremenda profundidad en estas dos áreas.

La trama sabe cómo dejarnos a la deriva para luego meternos de lleno en su curioso mundo. Aparte que justifica bien el cómo un felino es capaz de solucionar los problemas de cada una de las máquinas. La narración se hace por medio de las interacciones que hacemos con el entorno y los robots, usando cinemáticas en momentos puntuales. Si han jugado un juego Fumito Ueda como ICO o The Last Guardian, Stray les parecerá similar.

La historia se sostiene bien, a pesar de haber momentos en lo que se presentan ciertas conveniencias argumentales o que se deje en el aire ciertos detalles. De principio a fin, el guion se mantiene en buen camino, llegando a incluso a hilar bien su final.

Jugablemente, el programa sabe bien cómo aprovechar cada una las posibilidades que entrega el ser un felino para desplazarse en los escenarios, así el cómo ir solucionando diversos puzles. La compañía con que contamos nos ayudará a comunicarnos con las máquinas y manipular ciertos elementos de los escenarios.

Nuestro viaje estará más guiado por la exploración inicialmente, pero más adelante le haremos frente a unos enemigos que devoran carne a quienes nos enfrentaremos usando una linterna o escapando de ellos. También tendremos que escondernos de unos centinelas haciendo uso de nuestro sigilo felino.

Estas dos dinámicas jugables están adaptadas a lo que un gato puede hacer en situaciones así, no esperen grandes enfrentamientos porque esa no es la finalidad del programa, así que hay que aprovechar bien nuestras 7 vidas.

Stray no es largo, de hecho se puede pasar entre 4-5 horas, pero son de esos juegos que a pesar de su brevedad, saben evitar un momento muerto, aparte que el precio de la obra es razonable.

Conclusiones

Stray es una de esas sorpresas que se agradecen de tener, independiente del tipo de jugador que eres, el programa sabe sorprender y por sobre todo, ofrecer uno de los conceptos de ciencia ficción más originales que se hayan visto en fechas recientes.

Brillante en varios aspectos, en otros no tanto, es de admirar que algo así este teniendo mucho exito, y una manera de embaucar los indies más en el 3D. No digo que el pixel-art o los gráficos hechos a manos estén anticuados, sino que si se puede aprovechar las tres dimensiones, de esta forma se puede romper más moldes con los indies.

Stray lo que nos debe dejar es la pregunta ¿qué nos hace a nosotros humanos y cómo la interacción con otras especies nos hace reconectar con esa esencia humana?