Reseña: Lobezno, el mejor en lo que hace: Contagio, una agradable decepción

Charlie Huston y Juan José Ryp nos entregan una pequeña muestra de su talento con Lobezno, el mejor en lo que hace, primer tomo por Panini Comics.

Escrito por Yerko Soto

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Dentro del gran universo que Wolverine tiene para ofrecer, normalmente la colección llamada «El mejor en lo que hace» es mencionada en un sin número de «tops» o «imprescindibles» de lectura, sin embargo, al leerla, quedamos con un gusto bastante extraño…

Contagio (Contagion Chapter #1-#6) y Cuarentena Interrumpida (Broken Quarentine #1-#6) conforman los dos tomos de la edición 100% Marvel de Panini Cómics, tomos en tapa blanda que cierran un arco completo con las aventuras de Logan.

Esta obra estuvo bajo el guion de Charlie Huston (100% Marvel Caballero Luna, Deathlok: El demoledor) y el increíblemente detallado arte de Juan José Ryp (100% Marvel La venganza del Caballero Luna), artistas que sin duda dan un gran paso adelante en su carrera con este precioso tomo, uno más que otro, pero bueno… ahora veremos el por qué.

Lobezno, el mejor en lo que hace: Contagio

La trama de esta obra, debo decir, la considero un sinsentido en todo sentido [?]. Qué quiero decir, que tras una primera lectura cuesta demasiado agarrar el hilo conductor del cómic y lograr entender todo lo que pasa. Sin embargo, tras una segunda lectura (y ya teniendo un conocimiento previo) se vuelve algo más disfrutable.

A grandes rasgos, seremos testigos de la inigualable capacidad de Logan para recuperarse de absolutamente todo, demostrando sus increíbles habilidades de resistencia y combate, siendo llevado al límite y dejando en claro por qué es el mejor en lo que hace.

Partimos con Logan capturado, con sus habilidades regenerativas inhibidas y siendo obligado a participar de un show mortal para la entretención de un enorme grupo de morbosos sedientos de sangre, como si de un espectáculo de gladiadores se tratase. ¿Cómo llegó ahí? En palabras de Wolverine:

Yo en un bar de moteros, borracho tras meterme cinco litros de aguardiente. Palurdos californianos medio retrasados con collares inhibidores caseros hechos a partir de planos en una página web antimutante…

El resto, historia. Wolverine, ya estando en la arena, se libera de una manera impecable en plena batalla, haciendo lo que mejor sabe hacer. Un inicio lleno de acción y vísceras que nos abre las puertas para lo que se presentará durante el tomo completo.

A medida que avanza el cómic se nos irán presentando los indispensables enemigos, un grupo bastante particular con diversos «poderes regenativos». El líder, Winsor, un maníaco en todo sentido, tiene una habilidad bastante especial: puede generar todo tipo de virus y/o enfermedades que él quiera, que en su afán de cumplir su objetivo pone su mira sobre Logan.

Usando los poderes de Jackson Day (Corruptor), Wolverine es atraído a la cueva de estos interesantes, pero desaprovechados, enemigos. Poco a poco vamos viendo destripamientos, sangre, acción y todo lo que Wolverine puede llegar hacer con sus increíbles garras y poder regenerativo. Todo para terminar cayendo en una trampa mortal.

Winsor nos explica que el motivo para atraer a Wolverine y tener varios lacayos con poderes regenerativos es para poder salvar la vida de su hijo que sufre de una extraña enfermedad y, para poder hacerlo, necesita llevar a límites las capacidades recuperativas de Logan, quien acepta someterse voluntariamente a los experimentos. Sin embargo, al darse cuenta del gran engaño que oculta Winsor tras la revelación que el propio hijo le hace, deja libre la bestia de su interior.

Obviamente, dejo a su imaginación lo que sucede cuando torturas a un asesino innato y este libera toda su furia contra sus torturadores…

Opinión

Charlie Huston realmente nos deja en blanco con lo que trató de mostrar en cuanto a guion. De verdad, o sea, ¿qué estaba pensando? Comprendo la libertad creativa pero… uff, tras las primeras 20 páginas pierdes todo el interés en la trama y se torna bastante aburrido el siquiera intentar seguir leyendo lo que trata de mostrar. Como se menciona en un inicio, recién tras una segunda lectura puede que enganches un poco más, pero no es algo que destaque, para nada.

Siento que los personajes se desaprovecharon totalmente. Los lacayos de Winsor, estoy seguro, prometen muchísimo pero sólo se usaron para «acompañar» y nada más, no se les dio mayor protagonismo y pasan prácticamente desapercibidos. Es más, creo que si sólo hubiera habido un sólo enemigo, no se hubiese notado diferencia alguna. Es cierto, cuándo lo lean se dirán «bueno, y estos personajes.. ¿qué pintan aquí?».

Por otro lado, el gran salvador de este cómic es el artista Juan José Ryp. El español, sin duda alguna, se luce notablemente, es más, terminas «leyendo» el cómic solamente por el arte que resalta increíblemente desde la página 1 y no pierde calidad en ningún momento. Ese detalle de las expresiones, las facciones, el pelo… o sea, EL PELO!!! detallado a más no poder. Sientes el dolor de Wolverine, te llega a dar asco las tripas, los cercenamientos, la sangre por montón… uff… fuerte.

Tras terminar el primer libro, debo decir que quedas totalmente aturdido sin haber entendido absolutamente nada. Y aquí, tal y como queda la primera entrega, comienza la segunda que pronto se reseñará ~

Es un tomo bastante fácil de adquirir y ronda los $15.000 en comiquerias especializadas. En mi caso, lo compré en la librería Antártica. Pregunten, busquen, pero les digo desde ya, no esperen una historia increíble, hagan su compra pensando en el increíble arte de Juan José Ryp.