Reseña a Sybille, de Eva Van Kreimmer

Revisamos la primera novela de Eva Van Kreimmer, Sybille. Una historia futurista de la mano de Sietch Ediciones.

Escrito por FanoPetrikov

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Escribir novelas futuristas entrega una libertad enorme. Y es que permite al escritor liberar su imaginación de los avances que podría haber, o las catástrofes que podrían ocurrir, inspirándose en las situaciones actuales de la humanidad.

Es una doble herramienta: trabajos de la actualidad para expresar la posteridad. Aún así, también es un arma de doble filo, y es que ostentar tanta libertad puede hacer que cualquiera caiga en la incoherencia a la hora de redactar.

Y es que es inevitable posicionar al futuro en una línea temporal, aún cuando este todavía no ocurra. Esto se debe a que siempre, cuando se cuenta una historia, se busca el origen de esta. Causar esta intriga tiene, al igual que lo anterior, dos matices: uno es poder dar material para una segunda parte, y el otro es que le de inconsistencia al relato para los lectores más curiosos, dejando la obra con poca fuerza.

Aún así, la ciencia ficción no le cierra las puertas a nada y permite, a veces, entregar también una imagen premonitoria de como serán las cosas. Desde H.G Wells hasta Orwell, muchos han dado en el clavo pensando en sus tiempos hacia el futuro, y hoy en día las relaciones humanas se vuelven cada vez más evolucionadas, mutan en pos de la libertad comunicacional, dejando de lado algo súper importante, la emoción. Acá aparece Sybille.

Sybille, de Eva Van Kreimmer.

Una aventura en un universo futurista es lo que nos entrega Eva Van Kreimmer en Sybille. Nos cuenta la historia de Willyen, un humano entrenado como concubino, próximo a ser lanzado al mercado de comercio humano para entregar todo su potencial sexual a su cliente. Antes del congreso, Willyen es enviado al planeta Tierra, donde habita su dueña, Sybille, controladora absoluta del comercio humano y potencia completa en el comercio de concubinos.

Sybille lleva un negocio familiar que le ha traído una altísima reputación, así mismo, muchos enemigos movidos por la envidia. Pero Sybille se lo toma con calma, tiene a Nidahara, su protectora personal y general al mando, un ejército completo y un palacio al más puro estilo Google (al menos según la imaginación de este lector).

Aún así, dentro del universo, existen siempre potencias militares que están dispuestas a tomar el poder y el control cueste lo que cueste (suena familiar), y esta novela no es la excepción. Atentados, envidia y hambre de poder pondrán en riesgo a Sybille, a su compañía y a su compañera. Pero la misteriosa mujer sabrá afrontarlo, movida siempre por su más puro instinto y corazón.

El empoderamiento de la sexualidad

El libro tiene una arremetida recurrente al tema de la libre sexualidad, lo que se consigue abordar de muy buena manera, no solo a través del profesionalismo del concubino, sino que también de conceptos como el poliamor. Este punto es fundamental en la evolución humana, y desde ese entendimiento es que es genial tratarlo.

El poliamor, de alguna manera, ocurre constantemente. Uno no deja de amar a algunas personas por otras, sino que simplemente los amores mutan a diferentes maneras, complacen y complementan de diferente manera. El libro apunta hacia allá, dejando a la sexualidad como un plus complementario de las relaciones humanas, a veces romantizándolas, otras veces inspirándose en la antigua Grecia o volviéndola a lo que es, un acto carnal e instintivo.

Junto con esto, el empoderamiento femenino se muestra original, no solo porque Sybille está al mando, sino que también pasa por encima de las creencias de muchos sobre lo radical del feminismo. Sybille como personaje es inclusiva, madura, equitativa, igualitaria y sabia. No excluye ni discrimina. Me recuerda un poco a Rose Cuarzo, de Steven Universe.

Otros aspectos y opinión personal.

Otra faceta importante en Sybille es que logra generar situaciones en su narración que permiten la crítica constante a los sistemas que aún nos abordan como sociedad. Dando bandos a los planetas de este universo, logra crear ambientes que nos hacen relación inconsciente con las realidades actuales del mundo. No solo a manera de frontera, sino que también a manera de consciencia.

Me gusta que profundice también en los aspectos más sociológicos de cómo se comporta el humano frente a los roles. Hay una recurrencia a los cargos de confianza, a los cargos por herencia y en el trato de las relaciones humanas como tal, dándole espacio a la introspección, las conversaciones filosóficas y en casos puntuales, similitudes metafóricas.

Sybille tiene una buena trama en mente, pero se queda corta en historia. Me dejó una sensación de inconclusión muy grande en varios aspectos. Primero, en el final, abrupto y muy abierto. Otro lado es el que algunos personajes están poco desarrollados e incluso, su recurrencia no da para explicar un poco algo de historia personal. Al principio comenté que el futuro posiciona igualmente al lector en una línea temporal, y somos seres de historia, debemos saberlo. Además, no me encariñé con ningún personaje, quizá debido a esto.

Pero, creo que estas carencias, que logran de alguna manera suplirse con una muy buena trama, podrían dar para una segunda entrega, que sé, podría complementar esta y entregarnos un final más ameno.

Otro factor que me encantó fue la dedicación estética del ejemplar: dos ilustraciones, una muy linda portada, y los diseños de las páginas del libro entregan una ambientación perfecta a las letras incluidas en él, además de destacar que el libro contiene una linda nota de su autora.