Red Son: El Superman zurdo llegó a la gran pantalla

¿Superman comunista liderando la URSS en plena Guerra Fría? La animación adaptada del cómic Red Son de Mark Millar nos deja un extraño sabor de boca...

Escrito por Esteban Beaumont

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DC pareciera que aún no logra la estabilidad cinematográfica y el «fracaso» comercial de Aves de Presas no ayuda en nada para poder crear un universo similar o mejor que su competencia. Sin embargo, lo que no logra en el cine lo logra en sus películas animadas que, desde el 2013, con la llegada de Justice League: Flashpoint, prácticamente todos los años hemos tenido material adaptado de los cómics como Justice League vs Teen Titans, La Muerte de Superman o La Broma Asesina.

Este año fue el turno de Superman: Red Son, basado en el homónimo cómic, que cuenta la historia del extraterrestre más conocido de DC cayendo en una granja ucraniana en vez del patio de los Kent. Luego terminaría siendo adoptado por el régimen de Stalin y se convertiría en el símbolo del comunismo en plena Guerra Fría. La premisa es una de las mejores que ha tenido DC y la historia se convirtió en uno de los relatos de Superman obligados para cualquier seguidor del noveno arte. Pero ¿La película está al nivel? Lo revisamos con spoiler en Comiqueros.

La película funciona y funciona de manera muy buena, al menos la primera hora. ¿De qué va? Superman cae en la URSS y es criado por Stalin como símbolo del comunismo, Lex Luthor junto a su esposa Lois Lane comandan las fuerzas capitalistas de Estados Unidos en el auge de la Guerra Fría. Lo que se nos entrega es un Superman criado por la ideología de Marx, pero que trata constantemente de ponerse por sobre eso. Su esencia de Boy Scout se mantiene frente a lo que bigotudo de Stalin le decía que era bueno.

Esta historia es una historia de Superman, de ese Superman que busca el bien de todos, que busca estar por sobre todo, incluso por sobre la ideología. No importa si creció en Estados Unidos, la URSS, el Congo o Puerto Natales, Superman siempre será el mismo, con más o menos herramientas, con más o menos dificultades. Siempre será el faro de esperanza, aunque eso no implica un camino lleno de desequilibrios. Esta película se mueve entre la naturaleza y la crianza del hombre de acero, mostrándonos un desequilibro a través de sus decisiones. No invadimos Estados Unidos, pero si tengo que matar a los disidentes, lo hago.

La película no es completamente fiel al cómic, entre los cambios que más impresionan respecto a la historia original es la relación con Stalin. Mientras en el cómic el líder comunista es casi un padre para Superman y este muere de viejo, en la película es el mismo Superman que lo mata luego de enterarse de sus métodos dictatoriales. Superman pasa a ser el líder del bloque soviético y lo lleva prácticamente al control global, casi ganando la Guerra Fría. Como dato freak, en el cómic Chile es único junto con Estados Unidos en permanecer como capitalista, viva Chile (?)

Por otro lado, Lex Luthor hace varios intentos de detener a Superman, graficado de manera sublime en un juego de ajedrez. Ahí vemos a Bizarro y los Green Lantern, en una versión distinta, pero sumamente interesante. También vemos a Wonder Woman en el papel de embajadora, que trata de abrir Temiscira al mundo de los hombres pero eventualmente termina desilusionada, en una escena en que vemos lo peor de Superman y del ser humano.

Pero quien se lleva todos los aplausos es, para variar, Batman. El cruzado enmascarado es de lo mejor tanto del cómic como de la película. Pasa de ser un millonario a un ruso disidente que lucha por acabar con el gobierno de Superman. El enfrentamiento entre los dos vuelve a ser épico y el desenlace de esa pelea representa todo lo que son Batman y Superman en esta historia. El hombre de acero promete destruir a Batman, aunque esto provoque su muerte, mientras que Batman prefiere matarse a hincar la rodilla ante Superman.

La película es constantemente acompañada con una banda sonora perfectamente aceitada que se pone al servicio de la película de manera sublime. Sin destacar, la música ayuda a llevar el relato y a contar la historia. Igual que la animación, a la que ya nos acostumbró DC.

Probablemente el final es lo más polémico. Distinto al final triste y negativo de los cómics, el director decantó por un final feliz, donde Lex Luthor no se siente Lex Luthor y Superman se termina transformando en el Superman de siempre. Esto da un gusto insípido a la historia y tira por la borda todo lo bueno que se construyó antes. No parece natural que Luthor se olvide de todo y no quiera poder, que canonice a Superman.

Por otro lado, no se explica que el Hombre de Acero, luego de una vida combatiendo el capitalismo, le entregue la victoria de la Guerra Fría. No es primera vez que Warner cambia algo importante de una historia, ya pasó con La Broma Asesina y la escena de la azotea entre Batman y Batgirl.

Eso es Red Son, una historia con personajes sumamente encariñables, fiel al cómic y que logra atrapar la esencia de Superman, pero que llegando al tercer acto tambalea y nos entrega un final anticlimático y sumamente feliz, pese a que en toda la historia nos contaron siempre nos mantuvo un escabroso escenario…