Oyasumi Punpun: Depresión, existencialismo y nihilismo.

Revisamos la Opus Magnum de Inio Asano, Oyasumi Punpun. Una obra cargada de filosofía existencialista, psicología y endemoniados amores.

Escrito por FanoPetrikov

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Hacer un manga no es cosa fácil, elegir una historia que sea llamativa es un reto, dentro de un mundo lleno de creaciones. El pensamiento de que “esto ya se hizo” es recurrente en muchos artistas que, lamentablemente, terminan desistiendo de sus primeras intenciones.

Otra parte difícil de hacer esto, es buscar a que público enfocarlo. La variedad de ramas dentro de los estilos de manga hacen que nuevamente las cosas se reduzcan, y que la novedad sea complicada a la hora de proponer una idea.

Inio Asano desde hace tiempo que viene marcando su sello propio, focalizado principalmente en la juventud, con un dibujo y digitalización ya muy personal. Esto le ha abierto un sinfín de posibilidades a sus obras; es complicado de hacer, pero fácil de concluir. Asano logró llevarlas a todas las edades sin discriminación a través de la mejor temática histórica a la que se puede recurrir: la realidad.

Datos y sinopsis

Oyasumi Punpun (Buenas noches, Punpun) es un manga escrito y dibujado por Inio Asano y publicado por la Weekly Young Sunday, bajo la editorial de Shogakukan, entre marzo del 2007 y noviembre del 2013. Cumplió un total de 13 volúmenes, hoy patentados al español por Panini México, Ivrea Argentina y Norma España.

La historia sigue la vida de Punpun a lo largo de 4 etapas fundamentales: su infancia en la escuela primera, la escuela media, la secundaria y su vida a los 20 años. Desde el inicio se hace un abordaje sistemático de la vida de Punpun, su familia completamente disfuncional, sus escasas figuras de apego y su mentalidad hiperactiva.

A medida que avanza el manga, este nos presenta una variedad de ramas provenientes del tronco principal de la historia. Muestra la mirada sistémica de Asano, sin dejar libre a ningún personaje segundario y abordando historias paralelas dentro de los 13 tomos, para poder juntarlos al final y concluir.

Dentro del manga, Punpun crecerá y esto traerá consigo dramas amorosos, todos relacionados principalmente a Aiko Tanaka, una compañera de la que se enamoró perdidamente hasta la obsesión. Pasado esto, otros amores vendrán a lo largo de la historia, junto con nuevas relaciones y amistades. Todo esto acompañado por constantes cuestionamientos de parte de Punpun, que rondarán en el existencialismo y el nihilismo.

Una mirada a la triste realidad

La vida de Punpun suena cruda, crecido dentro de un núcleo totalmente disfuncional, sin un padre presente, con una madre desligada de la emocionalidad de su hijo y un tío inestable emocionalmente como figura paterna. Esto hará que Punpun no busque jamás apoyo ni formas de saciar dudas dentro de su familia, buscando el aprendizaje por sí mismo o en el boca a boca.

Esta primera etapa es el inicio de la despersonalización del protagonista. El abandono emocional de su crecimiento es la razón de su ansiedad, de su poca empatía y la ignorancia frente a situaciones donde se requiera sentimentalismo. Esto mismo hace que Punpun se congele cada vez que Aiko le dirige su inocente mirada, y es que el amor para el siempre ha sido una cuestión ajena. Nadie lo ama en casa, nadie lo ama fuera de ella, el nunca aprendió a amar.

Sus relaciones personales le harán crecer como persona a la fuerza. Adquiriendo una personalidad introvertida, logra de alguna manera entrar en la cultura, desenvolviéndose a su modo y sin perder el ritmo de su vida. La crisis familiar constante lo obligará a marcharse, buscando su propio destino y desinteresándose por sus pares. Además, la muerte rozará a Punpun, pero no lo tocará ningún centímetro.

Las experiencias con sus amistades es lo que hace de Punpun una persona reflexiva. Cada uno de sus compañeros tiene una forma de ver las cosas más viscerales que otras, todos sumergidos en la misma realidad, porque, como se comentó al principio, esto parece crudo, pero es más que cierto.

Del amor y otros demonios

Un tema recurrente en los pensamientos de Punpun, es su amor por Aiko. Esta sensación no lo dejará en paz nunca; el primer amor, del que jamás tuvo consciencia lo seguirá hasta el final del manga. Un niño sin apegos, si bien no es incapaz, le cuesta mucho más amar.

Al transcurrir la historia, Punpun crecerá independiente, tendrá sexo, amores de noche y amores platónicos, además de amores realmente sanos también. Pero al caer la noche siempre se dormirá pensando en Aiko.

Aiko vive con su madre y se somete a su autoridad castradora. Aquí, Asano hace una crítica completa a las volubles mentes posteriores a la época de la post-guerra, sin el orgullo herido y lejos de la tecnología, una década de levedad social entre los 80’s y los 90’s. La madre de Aiko pertenece a una secta, es una ferviente católica. Enceguecida, lo perderá todo.

Aiko volverá a aparecer en la vida de Punpun, solo para que él recuerde cuánto la ama, cuánto la desea y, junto con esto, todas las promesas que quedan por cumplirle. Estos juramentos llevarán a nuestro protagonista a dejar atrás un bienestar de vida y laboral en pos de darle a su amada lo que ella más desee, incluso si esto incluyera la muerte.

Todo es cíclico, el eterno retorno

En esta obra, se pueden apreciar constantes conceptos nihilistas, la mayoría relatados por protagonistas de capítulos. Los cuestionamientos van desde la satisfacción personal, el sentido de la vida, el origen de la humanidad, las creencias religiosas y el abandono social.

La invención de dioses es un constante en el manga, Asano lo lleva a lo solo que se puede estar en la vida. En realidad, no existe un Dios que nos pueda proteger. No nos protegen nuestros padres, ni nuestros amigos, ni los amores. Crear un Dios es solo una forma de llegar a sentir algo de esperanza frente a la inevitable muerte, como si eso al universo le importara a la hora de que explote el sol.

Lo cíclico no solo aparecerá en las viñetas, expresadas con sublime delicadeza. En las etapas de Punpun, donde se repetirán cosas que se vienen repitiendo hace mucho tiempo: abandono, duda, crisis y desamor, también se repetirán personalidades, mentirosos, cínicos y ¿porqué no? Gente que merece morir.

La plenitud de Punpun se verá solo en un momento del manga, solo por algunas páginas y sin ningún dialogo, como queriendo decir que en realidad el silencio es lo único que nos puede llevar a vivir tranquilos, simulando como que nada pasa, como que nada siento, como que nada vivo.

Conclusión y apreciación personal

Es probablemente Oyasumi Punpun sea uno de los 5 mejores mangas que he leído, lo digo sin pecar de soberbio. Su calidad de dibujo y en su trama, su alto contenido filosófico, sus pizcas de sexualidad, su dramatismo, sus silencios entre lectura… es una obra perfecta.

Lejos de la apreciación técnica, de la cual no hay nada que decir, podemos reflexionar lo siguiente: La vida es un ir y venir de emociones. Las cosas están pasando justo ahora, en todo momento, pero nada nos asegura que saldremos vivos de ellas.

El foco en las emociones de la obra, en los cuestionamientos, hacen de Oyasumi Punpun un manga trascendental para cualquier persona que pueda leerlo.

La vida es más cruel de lo que se ve, es un juego de excelentes gráficas y pésima jugabilidad, por eso mismo, hay que aprovechar las chances que tenemos de sentir. A la larga, eso es lo que nos trata de decir Asano: no te olvides de sentir, es la única forma de vivir y no mantenerse con vida. Es una salvación.

A ti, lector, por favor, salva tu vida.