Neo Tokio: La historia del anime en la cultura chilena

Revisamos el libro de Wladymir Bernechea, Neo Tokio. Un estudio sobre el anime en la cultura chilena, de la mano de Zero Ediciones.

Escrito por FanoPetrikov

Comiqueros.cl » Literatura » Neo Tokio: La historia del anime en la cultura chilena

En el último tiempo (hace ya un par de años) ha sido más constante la concientización popular del rol que tiene el anime en nuestra cultura. Si bien siempre fue un tema de conversación para una generación crecida en los ’90 y 2000, nunca fue abordado de una manera más seria. Era constante el hablar de los otakus, de los monos chinos y del Gokú.

Pero lo cierto es que el anime como tal ha avanzado a pasos agigantados en muchas culturas latinoamericanas. Hoy en día, Chile, México y Perú, son tres de los 10 países que más animé consumen anualmente, de diferentes estilos, esto también incluye a la lectura de manga.

No obstante, no solo el anime ha sido consumido por estos lugares como tal, sino que ha sido una inyección de educación, cultura e interés para muchas generaciones que vienen heredando recién una idea de “libertad” y “rebeldía”, después de ser un continente censurado por varias décadas. Los intereses por el idioma japones, inculcados en gran parte por el anime, han llevado a muchos jóvenes y adultos a aprenderlo.

Fiestas culturales, costumbres religiosas, atuendos típicos, exposiciones, manga y ramen, entre otros, son las cosas que poco ha poco han entrado en nuestro propio país, generando un sentido de pertenencia de un grupo gigantesco de personas.

Pero esto va mucho más allá, pues hoy en día el anime ha tenido una trascendencia que superó el pasatiempo. Hoy el anime no está solo en pantalla o papel, también está en las calles, en la revuelta, en las paredes, en el boca a boca y también en la cultura nacional.

Neo Tokio, de Wladymir Bernechea

Enjulio del 2020 salió a la luz el libro Neo Tokio, obra de Wladymir Bernechea, de la mano de Zero Ediciones. El autor, artista visual de la Universidad de Chile y Magíster en Artes en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha tenido una participación constante en el mundo del anime desde épocas idas y, con el apoyo de Zero Ediciones, ha plasmado su experiencia en su libro.

Neo Tokio busca hacer una introducción para los interesados en la historia del anime y su cultura en la parrilla nacional. Abordando los primeros acercamientos al género en épocas de dictadura, como Candy Candy o Marco, hasta los clásicos trasmitidos por el Club de los Tigritos.

Pero no solo se hace un repaso cronológico del anime como tal en Chile, sino que también se hace un abordaje desde un punto de vista sistemático: desde que la semilla nace en la idea creativa, hasta la potencia del anime realizado, plasmando imágenes representativas de las realidades japonesas de la época.

Este recurso explicativo es probablemente, una de las maneras más acertadas para comprender cómo estos novedosos monos chinos entraron tan bien en nuestro país.

Sin dejar de lado su profesión de base, Wladymir hace un paseo por diferentes aspectos de la sociedad, desde lo televisivo, lo político y por supuesto, el arte. Con una clara visión popular, se aborda el contexto político/social, que, de alguna manera, heredó una consciencia dispuesta a modificarse en una generación con hambre de independencia.

Nada mal para comenzar a instruirse en el anime como tal

Como abordé al principio, últimamente ha sido bastante el material bibliográfico que ha salido a la luz entregándonos historia y conocimiento respecto al movimiento del anime en el mundo y en Chile. Conocidos son los casos de Sal de Ahí, Shen Long: Los 20 años de Dragon Ball en Chile y ¡Vamos a buscar! El Camino de Gokú en Chile. Ambos títulos apuntando a una historia puntual, Dragon Ball.

Pero también existen variados textos que nos otorgan información relevante a la cultura ñoña en nuestro país. Teniendo esto en cuenta, acotaría que, si ya has leído sobre la historia del anime en Chile, probablemente no te encuentres con ningún dato novedoso ni nada que no hayas leído antes, al menos, respecto a lo cronológico y alguno que otro hecho puntual que marca puntos altos de la historia, como el caso de Urotsukidoji, los pirateos en VHS y las censuras de variadas series.

Aún así, si eres alguien que comienza a instruirse más a fondo en el mundo del anime, es un libro más que recomendado. No es muy largo, es de lectura ligera, buena narrativa y de excelente linealidad. Junto con esto, quiero destacar que la manera en que está escrito, te hace sentir como en una exposición, donde escuchas muy interesado al expositor mientras tu mente va traduciendo todo eso en imágenes.

Política y arte dentro de Neo Tokio

La política juega un papel relevante en la historia humana, y en este ámbito, no es la excepción. Huérfanos, figuras paternales ausentes, excesiva emocionalidad contenida y deseos de libertad y rebeldía en sus protagonistas; podríamos seguir buscando puntos en común, pero todo esto tiene un porqué.

Todo país u autor, refleja en su obra una consecuencia social o cultural, representativa del momento. Tolkien y su opus magnum, El Señor de los Anillos, no está lejos de la realidad de apartheid que se vive en Sudáfrica, su país natal.

La música de Mozart, pequeñita en sonido, ligera y aguda, representan muy bien el tamaño de su país, Austria, mientras que Tchaikovsky en sus obras nos hace sentir bombardeados, como si combatiéramos con su originaria Rusia.

Estos ejemplos muestran influencias culturales en obras propias. Para Japón, la post guerra y la ocupación americana marcan un antes y un después en su forma de ver la vida. En sus proyecciones dentro de sus obras, cargadas de orgullos heridos, son importantes el pararse después de la golpiza, el querer defender a los que amas, y por supuesto, el querer volar.

Y esta sensación es bastante parecida a la que nuestro país sintió en transición. Quizá este el motivo por el cual, en mi generación, y la anterior a mí, y la posterior a mí, calzó tan bien en el anime, deseosa de un cambio y también de libertad.

Incluso en tiempos de estallidos sociales, estos deseos se han vuelto presentes y muchos amantes del animé han salido a las calles, a hacer murales, coreografía e incluso, disfrazados de sus héroes.

Este libro explica constantemente esto a niveles nacionales, cosa que, a ratos, debo reconocer, se vuelve un poco tediosa. Hay una constante reafirmación del proceso y tiene bastantes aristas políticas, bastantes, pero no me atrevería a decir que innecesarias.

En cuanto al arte, Bernechea abre su historia personal a las influencias que la animación japonesa tuvo en muchas exposiciones dentro del país y como abrió un mundo de posibilidades de expresión.

Opinión personal

Es un buen libro, cortito y preciso. Creo que logra concretar su objetivo, el trasmitir historia y contexto al lector, permitiéndonos de alguna manera, ser parte de épocas y lugares que no vivimos. Pero así mismo, dándonos conciencia de nuestra posición actual y el porqué estamos donde estamos.

Se puede leer en una pura sentada y que, si bien no te otorgará un conocimiento máximo de como ha influido todo, es un buen inicio para interiorizarse a niveles socioculturales en la importancia del anime en Chile.