«Kiki: Entregas a Domicilio», la inocencia y la belleza de Studio Ghibli

La película de Studio Ghibli "Kiki: Entregas a domicilio", desde sus inicios, ya mostraba la gran calidad que Hidao Miyazaki pondría en todas sus obras.

Escrito por Felinesio

Comiqueros.cl » Cine y televisión » «Kiki: Entregas a Domicilio», la inocencia y la belleza de Studio Ghibli

Studio Ghibli sorprendió a Japón desde sus primeros largometrajes con animaciones como “El Castillo Ambulante” y la conocidísima “Mi Vecino Totoro”. En 1989 se aventurarían en su quinto proyecto y el tercero escrito por Hayao Miyazaki: Majo no Takkyūbin (Kiki: Entregas a domicilio). 

La historia que nos presenta a una joven bruja es capaz de plasmar toda la personalidad que, incluso hasta hoy, tiene el Studio Ghibli, y a pesar de no ostentar la fama que poseen las mejores obras de la casa de animación, es una buena película y ahora veremos el por qué.

Una historia sencilla a más no poder, pero no aburrida 

Como dije con anterioridad, este proyecto nos presenta a la joven bruja de 13 años, Kiki, la cual, según la tradición, debe abandonar la casa de sus padres durante un año. Todo esto para encontrar una ciudad donde servir y entrenar para convertirse en una bruja. 

Lo más interesante de esto es que fuera de esta sinopsis, la película no va mucho más allá, pues así de simple es lo que ocurre durante ¾ de film. Sin embargo, la idea se mantiene de buena manera agregando un par de detalles interesantes, como el rechazo que varias personas tienen hacia las brujas. Todo esto hace que Kiki se sienta mal por ello y que cargue con el peso de lo que ella entiende como una obligación el convertirse en una bruja siguiendo las reglas estrictamente. Además, se nos presume que hacer esto vuelve muy «rectas» y serias a algunas de las brujitas.

¿Y en qué importa todo esto? En que, si bien a primera vista la historia no presenta mucho, constantemente nos está soltando pequeñas sutilezas en las que se remarcan el valor y la importancia de la amistad (de paso, destacamos a su amigo, directamente sacado de «¿Dónde está Wally?»)

Por lo demás, no hay mucho drama en gran parte de la obra, pues si bien la protagonista tiene algún que otro tropiezo, casi nunca es tan grande como para llegar a emocionar. No es hasta la última media hora cuando se nos presenta el conflicto más importante y que pone en muchos problemas a Kiki. Y aunque la falta de drama no se echa de menos, sin este conflicto la película no sería lo mismo.  

Plasmando el típico sello de calidad técnica  

Hoy en día al comenzar a ver una obra de Studio Ghibli ya se sabe de antemano que técnicamente jamás fallará y, por supuesto, que Majo no Takkyūbin no es la excepción.  

Joe Hisaishi es el encargado de la música y, para que nos hagamos una idea, él es el compositor de las mejores animaciones del estudio, por ejemplo, El viaje de Chihiro. De todas formas, tampoco diría que nos encontramos ante una obra maestra de banda sonora, simplemente cumple con las expectativas sin destacar demasiado.  

Claramente en la animación y el dibujo no podían fallar, de hecho, jamás lo han hecho. Durante uno de los primeros planos de la película, cualquiera se preguntará cómo algo estrenado en 1989 se puede ver tan similar o mejor que nuevas animaciones con grandes presupuestos. 

Otro detalle muy bello de la película es que muchos de los planos fijos parecen sacados de una pinturas al oleo, lo cual le da una estética muy atractiva en esos momentos.

Un proyecto muy infravalorado a pesar de sus buenos elementos 

Algo que me llamó mucho la atención es que, personalmente, este film supera a varios del estudio y queda muy cerca de algunos “grandes” como Mi Vecino Totoro. Ante esto, se me hace inexplicable cómo la fama de Kiki sea tan baja en comparación a otros proyectos de la casa de animación.

Quizá todo pase por un tema de marketing, pues todos sabemos que, por ejemplo, la imagen de “Totoro” es sobreexplotada al máximo por ser tan “Kawaii”. Y quizá esta falta de un personaje o elemento popular dentro de Kiki: Entregas a Domicilio hace que no sea tan popular. 

Sea como fuere, no cabe ninguna duda que es una buena película, quizá no la mejor de Ghibli, pero si una que todos deberíamos ver por lo menos una vez. Y a ti, ¿Qué te pareció?