Tomando las leyendas he historias entregadas del pueblo mapuche y la invasión española, Sebastián Castro da inicio al primer guardián, imprimiendo en las páginas la historia del más feroz, Galvarino, llevándola a otro nivel y abriendo la trilogía de la Galvatropa.
El dibujo de Guido «Kid » Salinas inicia en un campamento de los españoles, contando un relato sanguinario sobre el juicio o castigo de Galvarino, llevado a cabo por Jordi, la mano derecha del Gobernador. En la primera viñeta se observa la mirada de Galvarino, inmutable y feroz frente a sus captores, sin mostrar temor alguno por su destino. Salinas nos entrega un primer plano de dicha mirada, llevando este detalle en cada página donde aparece.
A medida que avanza la historia, podemos ver un Weichafe (Guerrero en Mapudungún) actuando como ejecutor de su propia ley, yendo y actuando frente a los culpables que, entre burlas y afrentas, le quitaron sus manos. Sin saberlo, sus antiguos captores han abierto una puerta, transformando a Galvarino en una una máquina de matar. Al terminar con la vida de quienes anteriormente le habían hecho daño, deja ir en su caballo uno, quien no fue más que un testigo de su sanguinario castigo.
Cada uno de sus enfrentamientos los lleva a cabo con dos cuchillas de metal al final de cada muñón amputado, lo que no solo se siente original, sino que dan ganas que logre su venganza de la forma más letal posible contra quienes arrebataron sus extremidades, llegando a su clímax con la batalla frente a Jordi, mostrando sus habilidades tanto de combate como de improvisación contra un rival que estaba preparado y listo. Galvarino demuestra ser el arma más letal, incluso sin sus cuchillas, teniendo dominio sobre las bestias que en un principio lo atacarían, entregándoles a comer a su antiguo amo.
En las siguientes páginas, ya llegando a la batalla final, se observan los trazados y dibujos tan vivos y feroces que sin querer te hacen acelerar la lectura, atrapándote en la ira de Galvarino, en la venganza que va consiguiendo, develando que esto no solo es el principio de su historia, sino de todo un pueblo que, como se trabaja en los demás guardianes, está dispuesto a darlo todo por su tierra y por ellos mismos, teniendo ahora como estandarte al arma más poderosa de su pueblo.
Este cómic muestra una cultura con su idioma, tradiciones y valores; muestra la leyenda con un dialogo vertiginoso y lleno de acción. A pesar de la forma primitiva con la que se comunica Galvarino antes los distintos enfrentamientos con los españoles que lo lisiaron, se nota el respeto y madures frente a este trabajo y no me cabe duda de por qué fue elegido el cómic del año en FIC 2018.
Galvarino es el inicio de una trilogía que, la verdad, cumple con las ambiciones esperadas la editorial Nük Cómics, permite que en 24 hojas se plasme la acción necesaria con una buena historia que no deja al lector decepcionado, más bien con ganas de saber y leer más de este «Mapuverso».
Es una compra y lectura más que recomendada, nada que envidiar a las grandes franquicias de cómics.