Elizabeth Maggie: la oculta inventora del Monopoly

Todo el mundo conoce el Monopoly, pero sabias que su inventora era una mujer? Acá te contamos la historia de Elizabeth Maggie.

Escrito por Daniel Orellana

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Monopoly es uno de los juegos de mesa clásicos más conocidos del mundo. Se ha impreso y reimpreso en múltiples idiomas y ediciones. Su éxito es tal, que probablemente tienes o tuviste alguna copia de el (o su versión chilena, La Gran Capital). Lo que no es tan conocido es la historia de la verdadera inventora del Monopoly, Elizabeth Maggie.

La historia oficial cuenta que, en 1930, Charles Darrow invento el juego, buscando un ingreso extra durante la Gran Depresión. Sin embargo, una disputa legal entre los dueños del juego, Parker Brothers, y un economista, Ralph Anspach, llevó a este ultimo a investigar sobre el origen del juego. Así, descubrió una historia de injusticia con una luchadora mujer al centro: Elizabeth Maggie. Pero no nos adelantemos tanto y partamos por el principio.

Elizabeth Maggie, luchadora incansable

La protagonista de esta historia es Elizabeth Maggie (o Lizzie), nacida el 9 de Mayo de 1866. Desde pequeña tuvo la influencia revolucionaria de su padre: James Maggie, quien fuera un activista contra la esclavitud quien viajó con Abraham Lincoln. Esta influencia llevó a Lizzie a tener ideas progresistas para su época. Fue escritora, poeta, actriz, ingeniera, feminista y diseñadora de juegos de mesa, abriendo espacios para mujeres en muchas de estas profesiones.

Elizabeth Maggie Inventora Monopoly
Lizzie en 1892

Maggie era una luchadora incansable y activista comprometida con los movimientos políticos de la época. Declarada feminista y antirracista, en una ocasión publicó un anuncio donde se vendía a ella misma como “joven esclava americana”. Con esta acción quería demostrar que las únicas personas con verdadera libertad en el país eran los hombres blancos, y que el resto de las personas no gozaban de sus mismos privilegios. El anuncio era una forma de llamar la atención a la posición de la mujer a finales del siglo XIX. En esta época no podían vivir por si solas y debían “venderse” a un marido que la mantuviera.

Elizabeth era además una seguidora del Georgismo, una tendencia política la cual creía que en vez de aplicar impuestos a la producción o los ingresos, estos debían cobrarse a la tierra y sus propietarios. Esta teoría era popular en los lideres progresistas de la época: motivaba la redistribución de los ingresos, aumentaba el rendimiento de los terrenos fértiles, erradicaba el poder de los terratenientes y permitía a la gente mantener todo el valor de sus productos e ingresos. Siempre inquieta, Maggie quería buscar una forma de difundir esta tendencia y encontró su respuesta: un juego de mesa.

The Landlord’s Game

Entre 1902 y 1903 Maggie puso manos a la obra y comenzó a probar y diseñar un juego que se llamaría The Landlord’s Game (“El Juego del Terrateniente”). Este buscaba ser una demostración de cómo funcionaba la economía actual y del beneficio de las teorías Georgistas. El juego tenia 2 modalidades: un modo anti-monopolio en donde todos ganaban con la producción de riqueza y un modo monopólico donde la meta era destruir a los rivales.

Elizabeth se inspiró no solo en las ideas progresistas del Georgismo, sino también en su ciudad y en juegos clásicos de los nativos americanos (como el Zohn Ahl). El juego fue innovador en múltiples sentidos: la patente original destacaba la inclusión de un tablero “circular” en donde los jugadores daban vueltas una y otra vez hasta que se cumplieran las condiciones de final de partida. En aquella época, la mayoría de los juegos tenían tableros tradicionales con un principio y un final establecidos. Otro concepto distintivo fue que los jugadores podían ser “dueños” de un espacio del tablero, haciendo que los jugadores que cayeran luego en este tuvieran que pagarle al propietario.

Tablero Landlord's Game

La producción del juego no fue sencilla: Elizabeth trabajó codo a codo junto a sus compañeros Georgistas para producirlo. Cuando se acercaron a la gran empresa de juegos Parker Brothers, estos rechazaron el juego por considerarlo “muy complicado y muy político”. Así, la primera edición fue completamente autogestionada.

Y si bien esta primera edición no fue muy masiva, se volvió rápidamente un éxito de ventas y popularidad. Tuvo una gran acogida entre grupos de izquierda y profesores universitarios, quienes lo usaban con sus estudiantes para estudiar Economía. El juego generó rápidamente un grupo de seguidores, quienes lo jugaron y difundieron por diversos lugares. En muchas ocasiones, la gente adaptaba el juego y creaba sus propias versiones: cambiaban los nombres de las calles por nombres de sus propias ciudades, o usaban de fichas cualquier objeto que tuvieran disponible. Durante los años siguientes surgieron una enorme cantidad de copias, pero la propiedad intelectual de Maggie como creadora estaba protegida por su patente de 1904.

Charles Darrow y el nacimiento de Monopoly

En 1930 una crisis económica sin precedentes golpeó a EE.UU. y al mundo: la Gran Depresión. En medio del clima de inestabilidad económica, un vendedor desempleado, Charles Darrow, conoció una versión del Landlord’s Game. Inmediatamente enamorado de este juego, Darrow diseño su propia versión junto a su hijo William y su esposa Ester. Modificó las gráficas junto a un diseñador, elimino las reglas antimonopolio y bautizo a su versión Monopoly.

Monopoly Charles Darrow
Charles Darrow jugando Monopoly

El Monopoly de Darrow logró rápidamente ser un éxito comercial. Tanto así que en 1934, Parker Brothers, la misma empresa que anteriormente había rechazado a Lizzie Maggie, se acerco a Darrow para comprar su juego. Para 1935, Parker Brothers ya tenían la patente del Monopoly, había comprado todo el stock de Darrow y se preparaban para producir y vender más copias, ahora bajo su sello.

Si bien en un principio Darrow declaró que había sido el único inventor del juego, Parker Brothers pronto se dio cuenta de su mentira y tuvo que conseguir licencias extras para asegurar su patente. Maggie volvió a conversar con Parker Brothers para que la reconocieran como la inventora original de Monopoly. Ambas partes llegaron a un acuerdo. Lizzie vendió su segunda patente del juego por $500 USD y Parker Brothers accedió a publicar alguno de los otros juegos de Lizzie. Sin embargo, el crédito de la invención del Monopoly lo siguió teniendo Charles Darrow.

Anspach y el Anti-Monopoly

Nuestra historia ahora salta varias décadas hacia el futuro. En 1973, un profesor de economía, Robert Anspach, publicó su propia versión del juego, el Anti-Monopoly. Parkers Brothers tenía aun la propiedad intelectual, y demandó a Anspach por usar la marca registrada Monopoly”. Es así como se inició una batalla legal de casi 10 años, que viajaría por múltiples cortes hasta llegar a la Corte Suprema estadounidense.

Esta disputa por la marca registrada y la tenacidad de Anspach lo llevó a indagar en los archivos históricos de patentes de EE.UU. En medio de su investigación, Anspach descubrió algo que la historia oficial había ocultado: Monopoly era un derivado del juego original de Elizabeth Maggie, el Landlord’s Game. Esto representó un descubrimiento crucial para su caso: la patente original del Landlord’s Game ya era dominio público, por lo que su juego no representaba un robo de propiedad intelectual.

Estos descubrimientos no solo permitieron a Anspach ganar el juicio y llegar a un acuerdo legal con Parker Brothers para continuar la distribución de su juego, sino que además permitieron redescubrir el nombre de Elizabeth Maggie.

El legado de Maggie

Estas revelaciones producto de la disputa legal, sin embargo, llegaron muy tarde para Maggie. Murió en 1948, siendo por décadas desconocida su labor como inventora del Monopoly. Su juego, hecho para señalar la avaricia del capitalismo y las bondades de otros sistemas económicos, había terminado siendo robado por un hombre para promover aun más la codicia capitalista.

Sin embargo, la investigación de Anspach permitió poner el trabajo de Lizzie en el sitial que merece, siendo reconocida como la inventora del juego de mesa americano más importante del siglo XX. Sus contribuciones al mundo de los juegos de mesa, como el tablero circular, la fuerte interacción social entre jugadores o el componente político de sus juegos, siguen vigentes.

Elizabeth Maggie Monopoly

Y a pesar de que Maggie no pudo ver esto en vida, eso no desanimó para nada su incansable espíritu luchador. Continuó siendo una luchadora por los derechos de las mujeres y los afroamericanos, promoviendo una educación y un sistema político más justo y cooperativo. Siguió publicando inventos en una época donde las mujeres tenían menos del 1% de las patentes en EE.UU., además de denunciar por la prensa los atropellos hacia las minorías del país. Y, por supuesto, siguió inventando juegos de mesa.