Dragon Ball, Toriyama’s Cut

La creación de Toriyama pasó por varios cambios en el proceso y cada uno lo llevó a lugares insospechados, pero ¿Dónde debió terminar?

Escrito por NaxMal

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Cuando Akira Toriyama, el maestro y genio creador de Dr Slump, tuvo la idea de basar su siguiente historia en la leyenda China del «Rey Mono», jamás dimensionó el efecto que tendría en su vida ni mucho menos, a nivel cultural en el mundo. 

El efecto que Dragon Ball tuvo, en sus mejores tiempos, alrededor de todo el mundo, influenciando en la vida de sus fans y, por su puesto, en el mercado, es directamente proporcional al Ki de Goku en la actual saga del manga. Sin embargo, ¿Cuántas veces se le ha criticado por: tener una historia repetitiva, por los Power Up locos, que su protagonista siempre tenga un recurso sacado del guion o, incluso, ¿que las peleas pierdan significado ya que ningún personaje corre peligro real? Críticas que no dejan de tener razón, pero… ¿y si Dragon Ball hubiese terminado donde, en teoría, su creador quería terminarla?

Volvamos a tener seis, diez, quince, o la edad que tuvimos al momento en que, por primera vez, nos dejamos llevar por la magia del mundo creado por Toriyama y tratemos de responder aquella pregunta. 

Tomen esta línea como advertencia de spoiler… aunque si no han visto Dragon Ball a estas alturas, es porque en realidad no la verán.

Aunque la primera idea de Toriyama para Dragon Ball, era la de una tira cómica corta casi sin peleas y solo aventura, se transformó en algo completamente distinto gracias a la visión de su editor Kazuhiko Torishima (hora de darle el crédito al hombre que, hace poco tuvo declaraciones bastante polémicas sobre la serie… pero ese es otro tema), quien le recomendó al creador, darle otra dirección a la serie, ya que estaba pareciéndose demasiado a su anterior creación (Dr Slump). El obediente Akira, como buen esclavo del sistema creativo mundial, siguió las órdenes de su jefe y junto a eso, el manga tuvo un salto, pasando de ser una serie enfocada en la aventura, hacia un manga de peleas, viajes e impregnada del humor con el que Toriyama siempre fue fiel.

Así se creó el Tenkaichi Budōkai, saga con la que se le dio protagonismo a personajes como el maestro Roshi, Krillin y Lunch. A partir de aquí, la serie tomó nuevos aires, ritmo y vida propia. Las personalidades de Bulma, Yamcha y el mismo Krillin, se desarrollaron a medida que sagas iban pasando, junto con esto, se fueron agregando personajes muy interesantes como Ten Shin Han (que apareció en el veintidós Tenkaichi Budōkai), primero como villano y luego uniéndose a la pandilla de Goku, sobre todo, en la saga que le dio el quiebre definitivo y que la catapultó a nivel mundial; La saga de Piccolo Daimaoh.

El desarrollo de Goku durante las sagas anteriores, lo mostraban como un niño alegre, protector de sus amigos y sobre todo, extremadamente talentoso para el combate, con fuerza sobrehumana y con sed de volverse todavía más fuerte, lo que lo llevó a enfrentarse a cada enemigo, buscando perfeccionar su estilo de pelea y aprender nuevas técnicas. Varias veces sus mismos compañeros dudaban de su procedencia, ¿realmente era un ser humano?

Fue en esta saga, la del demonio verde, donde las cosas se pusieron serias y llevaron, por primera vez, al extremo las fuerzas de todos. Tanto así, que en el último capítulo de la saga del Veintidós Tenkaichi Budōkai, Krillin es asesinado (por primera vez), por uno de los hijos del villano principal.

Goku, motivado por la venganza tras el asesinato de su mejor amigo, busca al responsable, pero no es capaz de vencer a su enemigo. Durante esta saga, aparecen técnicas legendarias como el dramático Mafūba, donde el maestro Roshi usó toda su energía para encerrar al poderoso enemigo, pero muriendo al fallar. Una muerte en vano. Al mismo tiempo, Piccolo, uso las esferas del dragón y destruyó al mismísimo Shen Long, dejando casi sin alternativas a los héroes.

Toriyama, para darle una opción de triunfo a los protagonistas, utilizó a un personaje que ya había entrenado a Goku, pero ahora lo reinterpretó, dándole un real toque aún más místico: el Maestro Karín. Fue él, quien creó la verdadera Agua Sagrada, que era capaz (ahora si), de liberar todo el poder interno de Goku, pero además, fue quien le enseño a canalizar su ira y usarla como motivador para vengar la muerte de su anterior maestro y del propio Krillin. Gracias a este entrenamiento y de la ayuda de su nuevo partner (aparecido en esta saga) Yajirobe, fue capaz de derrotar a su más sanguinario y terrible rival hasta la fecha.

Tras esto, Akira le dio a la historia un peso filosófico, profundo y hermoso, al mostrarnos que en realidad, Dios (Kamisama) y el Demonio (Piccolo Daimaoh), son la misma persona y es aquí donde Kamisama, o más bien Mr Popo, que aparecían por primera vez en la serie, entrenan a Goku para su siguiente desafío.

Es en este punto, donde su creador tiene otro toque de genialidad absoluta, al hacer algo que en pocos mangas sucedía (hasta ese momento). Goku deja de ser un niño y se convierte en un adolescente. 

No es del manga, pero es básicamente lo mismo

La evolución de la historia es considerable y, si hubiese terminado aquí, como en algún momento Toriyama lo pensó, hubiese sido un cierre casi perfecto, con todos los protectores de la Tierra en un momento glorioso y un enemigo (el mismo Piccolo), vencido, pero con sed de revancha. Además de dejar a Goku como una figura casi mesiánica, al perdonar la vida de su rival, pero negándose a convertirse en Dios (Kamisama). Pero no, su creador tenía algo más que decir.

¿Recuerdan cuando, por primera vez, nos dijeron que Goku no era un ser humano? Fue un el plot twist que nadie se imaginó en aquel momento. Había una construcción de mundo y personajes que sí justificaba la vuelta de tuerca. Al ser hijo de una raza de guerrera, explicaba la obsesión del protagonista por las peleas y sobre todo, nos daban una historia de origen extraordinaria (si, si, basada en Superman), ¡contada por su propio hermano! y que llenaba todos los huecos argumentales que quedaban.

El desterrado e inútil. El que tuvo que trabajar toda su vida para hacerse más fuerte, luchando contra la realeza, contra los que, por su linaje y estirpe, heredaron una fuerza sin igual. El príncipe se hizo presente en la serie.

La extensión del mundo y creación de personajes como Kaiosama, que Toriyama ideó para esta saga, es la base (que en realidad venía desde la aparición de Kamisama), que hasta hoy, nutre al manga, con dioses, ángeles y demás.

Para vencer a quienes lo abandonaron, Goku luchó al lado de quienes lo adoptaron como a un terrícola más y ahora, daban su vida protegiendo lo que amaban, además, luchaba junto a su hijo y a su mejor amigo. Este era un cierre emotivo para culminar el manga, pero no era perfecto.

Lo perfecto era lo que seguía. Una saga de dimensiones colosales, que extendió el universo (literalmente) para responder preguntas que se plantearon desde el primer momento en que Raditz pisó la tierra; el origen de Piccolo, cómo sobrevivieron Vegeta y el resto de sayayin. Pero, sobre todo, quién era el personaje más poderoso de la galaxia y qué, tenía que ver con Goku.

Akira Toriyama, desde el comienzo de esta saga propuso tintes mitológicos que responden a su primera idea de basarse en la leyenda del «Rey Mono» y que, argumentalmente, sirve para motivaciones de personajes como Vegeta, quien creía que solo por el hecho de ser el príncipe de su raza, tenía el derecho a convertirse en el Super Sayayin. A Freezer, el emperador del universo, cuya motivación para destruir el planeta de Vegeta, fue precisamente aquella leyenda. Y por último Goku, que, al ver nuevamente la muerte de su mejor amigo, despierta la sed de venganza y se transforma en aquella figura mitológica, legendaria, que solo aparecía en los cuentos de aquel ya destruido planeta, pero de la cual su príncipe era fiel creyente, al igual que Freezer.

La batalla final es, sino la mejor, una de las mejores y más épicas jamás hechas y, lo más importante, con Toriyama respetando el crecimiento de su protagonista. Ejemplo de esto, es el momento en que Goku abandona la pelea, porque ya no tiene sentido para él. Ya se hizo más fuerte que su rival y “no tiene caso derrotarte su tienes miedo”. Tanto así, que no mata a su rival, siendo él mismo quien se liquida.

Tal como sus editores tuvieron la visión para convencer al creador de ampliar el universo del manga y darle otro carácter (llegando así hasta este punto). ¿Fue la ambición de todas las partes el no haberse detenido aquí?

La serie, hasta el final de esta saga, con todos los compañeros de Goku muertos al proteger la tierra de Vegeta, quién murió con lágrimas en sus ojos en el planeta Namek al ver que, por fin, que un sayajin como él, derrotaría a quien lo humilló toda su vida. Freezer, que ve cómo su mayor miedo se hace realidad al haber matado a Piccolo (quien por fin conoció su planeta de origen y se conectó con sus antepasados) y al mejor amigo de Goku, que se convirtió en la figura mitológica más poderosa e importante del universo, había conseguido un final épico y sobre todo, perfecto.

Gohan, quedaría como el heredero de toda esta historia. Quien fue entrenado por el que, en ese momento, era el rival de su padre, y con la sangre sayayin en sus venas. Gohan sería el único sayajin vivo y además, el protector de la Tierra.

Es verdad que luego vinieron sagas increíbles, que todos amamos y personajes extraordinarios, como Trunks y la mejor versión de Gohan en la siguiente saga (que pudo ser un final muy interesante también), pero no tenía la perfección de un cierre a la altura de la serie.

Hoy, Dragon Ball Super continúa con sagas que, si bien no están mal, alargan y repiten fórmulas que se desgastaron con el tiempo e incluso, con el nacimiento de otros mangas.

Aunque Akira Toriyama jamás ha dicho cuál era el verdadero final de su creación, es probable que pensara en uno donde pueda cerrar todas las historias de sus personajes, responder todas las preguntas que planteó en la misma y dándole a su protagonista, un cierre digno del crecimiento que desarrolló a lo largo de todo Dragon Ball.

Volvamos a nuestra edad actual y pensemos: ¿Cuál para nosotros sería o fue, el final perfecto de Dragon Ball?