Comienzan los años 90 para el mundo y la era de la tecnología y la modernización empiezan a pisar fuerte. Apple abriór un nuevo camino respecto a hacer computadores, Disneyland se volvió el paraje turístico mejor pagado del mundo y Guns N’ Roses arrasaba la industria del rock, desplazando de los primeros lugares a Michael Jackson en las billboards del norte del mundo.
Para Latinoamérica comienza una década de transición. Muchos países del cono sur se encontraban recuperándose de las masacres realizadas por las dictaduras latinas; Chile, Uruguay y Argentina se estaban parando económicamente y retornando a la democracia. Perú mientras tanto, se encontraba luchando con el terrorismo de Sendero Luminoso, Ecuador era el mediador de la región y en Venezuela las cosas se ponían delicadas con los constantes levantamientos revolucionarios.
Para Colombia las cosas no serían diferentes en cuanto a sacudidos años. En los 90, Pablo Escobar y los demás carteles del país tenían arrinconadas todas las áreas sociales del país. Políticos y candidatos asesinados, así como futbolistas muertos porque se perdieron goles y periodistas por hacer su trabajo; de rey a paje caían por los carteles de narcotráfico.
El poderío era tal, que Escobar manejaba el 20% de los billetes de 100 dólares que estaban en circulación a nivel mundial. La violencia era desencadenada por diferentes crisis previas dentro de la sociedad, y la música era una vía de escape para muchos adolescentes que veían como en otros lados el Rock Latino, el Hard-Rock y el Grunge se abrían paso en las juventudes.
Pero a pesar de que primaba la música en inglés por todo el mundo, en Colombia se escuchaba música en español, los éxitos de Los Fabulosos Cadillacs, Maná o Andrés Calamaro, incluso Jarabe de Palo, era lo que se oía por las calles de Bogotá. Lo que nadie esperaba era lo que tenían para ofrecer Delia y los Aminoácidos, que posteriormente, para el año 93, se renombrarían Aterciopelados.
El ¡Boom! de Aterciopelados
Liderados por Héctor Buitrago y la poderosísima voz de Andrea Echeverri (y digo poderosísima porque Andrea tiene un registro de contralto, un registro que solo posee un 2% de todas las mujeres a nivel mundial), Aterciopelados rompió la escena de la música colombiana, sumando el rock a la música folclórica nacional.
Si nos queremos ir a la esencia de Aterciopelados, tenemos que oír la canción Mujer Gala (Álbum Con el corazón en la mano (1993). Una canción cortísima, que muestra las diversas influencias del grupo, como las bases Punk en sus ritmos, las escalas de bajo de Rock Latino y los teclados New Wave. Esto sería la primera muestra de una intencionalidad de comerse el mundo.
Posterior a eso, en el año 95, con Álvaro Duque en la batería, la agrupación lanzaría El Dorado, álbum emblema de Aterciopelados, que les significaría éxito internacional y giras por diferentes partes del mundo, teloneando a Soda Stereo en estadios con 120.000 personas y, en España, teloneando a los exitosos Héroes del Silencio.
Puse una versión en vivo, porque el video original no puede reproducirse fuera de Youtube
Florecita Rockera, De tripas corazón y Bolero Falaz marcan un antes y un después en la carrera del grupo, junto con esto, en El Dorado podemos observar las claras influencias folclóricas dentro del rock, por lo que desde acá podemos apreciar lo que sería hasta la actualidad el norte del grupo. Además de ser el salto a MTV.
La pipa de la paz, del año 1996, sería la cúspide de Aterciopelados, acompañados por Phil Manzanera en la producción del disco en Londres. Esto determinaría también los horizontes compositivos de Aterciopelados, ambientalismo, críticas sociales, medios de comunicación y desamor, junto con la figura de Echeverri como una de las pioneras musicales neofeminista y anti machistas de la escena latinoamericana.
El disco entregó éxitos como Baracunata y La culpable, e hizo del grupo difusión en USA y también en Brasil, con grupos de la época como Café Tacuba. Para el año 98, y ya consagrados en MTV, y acompañados del disco Caribe Atómico, en clara afluencia a la guerra fría, sacaron éxitos como Maligno y El Estuche, consagrando nuevamente al grupo como El mejor grupo de música de Colombia y dejando a Andrea en la categoría de Mercedes Sosa, Shakira o Celia Cruz a nivel latino.
Gozo, álbum del 2001, gana Grammys a mejor disco de rock grupal y pasa por encima de artistas como Manu Chao o Jarabe de palo, ganarían también el disco de platino en Colombia, y el éxito Rompecabezas sería el más visto del año en MTV.
Lo posterior al éxito
Lo que vendría después serían éxitos, separaciones, proyectos solistas y más éxitos. Evolución es el recopilatorio de la banda para el 2003, Oye del 2006 sería el regreso después de los proyectos de Echeverri como solista. Rio, un disco del 2008 sería el emblema de la lucha ambientalista de Aterciopelados, con simbolismos esenciales de las tribus de Latinoamérica, canciones protestas e influencias ancestrales musicales.
Luego de algunos años de separación, volverían para el 2014 en una oleada de festivales y conciertos dentro de américa. Para el 2016 sacarían Reluciente, Rechinante y Aterciopelado, un MTV Unplugged que incluiría un DVD de su presentación, con variados artistas invitados.
Para el 2018 presentarían Claroscura, un álbum más profundo y reflexivo que centra la melancólica vida de artista de Echeverri como una mujer que acepta el desgaste de la vida y el acoso del tiempo, mientras que Buitrago por su parte, se centra en sus raíces étnicas y el trabajo ambientalista. Tropiplop sería la última entrega del grupo para Mayo del 2021, sin estrenos en físico y firmes en su idea ambientalista, el disco se propagó de manera digital.
Últimas Palabras
Es probablemente Aterciopelados el mejor grupo de música colombiana en general, desde el pop, el rock, el punk y el folk-rock. Sus rescates de música tradicional son similares a los trabajos hechos por otros grupos como Los Jaivas o Los Fabulosos Cadillacs, pero Aterciopelados fue más allá de lo que estos pudieron hacer.
Fueron un grupo valiente, y pocos grupos de música latina “protestante” pueden cargar con esa categoría, casi contados con los dedos de las manos. (no como los grupos contestarios que solo se quejan en el exterior o televisión, Los Tres). Y es que la voz protestante y feminista de Echeverri se alzó en un país sumergido por el narco terrorismo, abrió su escena musical en una época diezmada por hombres, y no tuvieron miedo de gritar que su gobierno actual era una mierda.
Esto le da mucho más crédito a su ya contundente, variada y virtuosa habilidad de composición. Poder hacerse paso entre artistas ya consagrados como Soda Stereo, Los Tres, Julieta Venegas y Los Fabulosos Cadillacs, hace el mérito también.
Como recomendación personal, sugiero con creces oír la canción Maligno (mi favorita), donde podemos encontrar de todo: multi-intrumentismo, variaciones de estilo, una letra desgarradora, un exquisito acento colombiano a la hora de modular las palabras, una voz perfecta y un bajo apabullante, debe ser por sobre todo la mejor canción de aterciopelados.
Es Aterciopelados una joya musical de Latinoamérica que todo amante de la buena música debería conocer y oír, procurando perpetuar su obra como una insignia de un continente valiente, desagrado y que busca de todas maneras hacerse notar y demostrar que tenemos una historia ancestral que enviar al mundo a través de las artes, y es por ello que seguimos con vida, porque después de las masacres que nos han propinado otros continentes, otros países, nuestros propios países y nuestra propia gente, seguimos de pie. Como diría el mismo colombiano García Márquez, “No morimos porque tenemos la costumbre de estar vivos”.