Hace un tiempo se reseñó en esta página el primer tomo de Antagonista, el manga de Saikomic, creador que se hizo famoso por ganar nada menos que el Premio Tezuka. Editado en Chile por Provincianos Manga en formato tankobon, la obra cuenta con dos tomos y recientemente se anunció un tercero, noticia que puso muy contentos a sus fans.
En esta oportunidad, analizaremos el segundo tomo, el que tiene el doble mérito de continuar apropiadamente una buena historia y mejorarla en todo sentido, demostrando con más fuerza el talento de su autor y el potencial de la historia de Tago, el autodenominado Antagonista.
La historia
Con el fin de evitar spoilers para aquellos que no hayan leído aún el primer tomo de Antagonista (que deberían ir a hacerlo de una vez por todas), seremos muy escuetos con el resumen de la trama del tomo que nos convoca.
En Antagonista 2, vemos que Tago continúa con su plan de infiltrarse en la escuela de vigilantes, lo que nos permite ver una de sus deficiencias en el uso del Neón (el poder que tienen algunas personas en este universo). Esto se reforzará hacia el final del tomo, cuando el personaje recordará su propia debilidad tras un enfrentamiento con su contraparte, Yan.
Además de eso, veremos cómo se ejecuta un nuevo plan que permitirá (si todo sale bien, claro) liberar a una gran cantidad de animales listos para ser faenados. Es en ese momento en que se hace aún más patente el radicalismo de Tago, ya que cuando se encuentra con un grupo de veganos que protestan afuera del matadero, él les deja muy claro que ese tipo de métodos no sirven de nada, no cambian nada.
Varios escalones más arriba en cuando a calidad
Es evidente para cualquiera que el segundo tomo de Antagonista muestra mejoras en muchos aspectos. Y no es que el primer tomo fuera malo o deficiente, sino que este es mejor, así de sencillo. Tiene un mejor dibujo (que el autor atribuye en una de las páginas entre capítulos a una nueva tableta), los fondos se notan más trabajados y la historia se vuelve aún más compleja.
Algo que destaca en Antagonista desde el principio es el poco miedo que tiene a ser sangriento, escabroso y a matar personajes. Si bien la acción, el uso de poderes y los enfrentamientos son algo muy típico del shonen, la mayoría se tarda en mostrar muertes horribles. Ese tipo de situaciones y tensiones crecen junto con los protagonistas.
Pero en este caso, Tago no es el típico protagonista de shonen. Al contrario, es un antagonista en el rol protagónico, el villano de la historia. Y además, le lleva mucha ventaja a los personajes más jóvenes que lo rodean, como Yan y el tándem que este forma con algunos compañeros. Coherente con eso, el manga alcanza un nivel de violencia gráfica bastante alta para tratarse de una obra que tiene solo dos tomos, por ende, para una historia que recién está comenzando.
Protagonista/antagonista
Es muy interesante este juego que Saikomic se permite con los conceptos de protagonista/antagonista, así que lo analizaremos un poco.
Lo más habitual es que «el bueno» sea la perspectiva central de una historia, dejando «al malo» en la vereda opuesta, lo que ha fijado la idea de que el protagonista representa al bien y el antagonista al mal. Pero en realidad el concepto de protagonista se refiere al rol principal de una historia, no importa qué ética o valores tenga el personaje. El antagonista, en ese sentido, es quien se le enfrenta y se le opone, sin importar tampoco si es bueno o malo.
Acá Tago es el protagonista de Antagonista. Por mucho que nos generen conflicto sus métodos, y más allá del hecho innegable de que se trata de un criminal y un asesino (cosa que él nunca niega), es el rol principal de esta historia. Eso pone a los vigilantes y a Yan en un rol antagonista, aunque representan «el bien» o al menos lo políticamente correcto en la trama.
Lo interesante es que el propio Tago se autodenomina «Antagonista». De los buenos, de la sociedad, incluso de los humanos como especie que explota a otras. Se reconoce como el malo de la historia, como el villano, y ese solo hecho transforma este manga en un shonen que, si bien tiene mucho de los clichés propios de esta demografía, destaca del resto por su originalidad.
Opinión personal
No soy una lectora habitual de shonen y por lo mismo temí al principio que Antagonista no me gustara. Pero, al contrario, disfruté muchísimo esta lectura, sobre todo el segundo tomo, que me mantuvo en tensión durante gran parte de sus páginas. También se agradecen los casi «self inserts» del autor entre los capítulos, que a veces son un alivio cómico o una oportunidad de conocer mejor su proceso de trabajo.
Además, destacar el trabajo de Provincianos Editores, cuya edición es impecable.